Tiempo (1925), Canciones del farero (1926) y Vuelta (1927) son los tres libros iniciales de Emilio Prados (1899-1962), escritos tras su permanencia en la Residencia de Estudiantes y una estancia en Suiza. Fundador de la revista Litoral, Prados es nombre señero de la generación del 27. Aunó la depuración lírica con el trabajo directo de ayuda y formación ideológica y cultural en los barrios proletarios malagueños. Su obra se desarrolló luego en el exilio, con una autenticidad y fuerza que parecía contradecir la apariencia delicada de su personalidad. Francisco Javier Díez de Revenga, catedrático de la Universidad de Murcia, especialista en la poesía española del siglo xx, ha tenido en cuenta las primeras versiones de estos libros y las ha referido a la otra posterior, integrándolos en las tendencias de la época, para destacarlos como títulos esenciales de la literatura española de vanguardia.