En estos textos, seleccionados por el propio autor como legado de una encomiable trayectoria docente, se concentran, destilados, sus principios éticos y estéticos. Este resumen de su pensamiento muestra la pasión que siente Campo Baeza por la arquitectura y por la enseñanza. Su discurso, directo y claro, se dirige hacia los alumnos con la intención de compartir con ellos sus profundos conocimientos, su amplia cultura, su afinada sensibilidad y las razones ("la razón es el principal instrumento del arquitecto") por las que ha hecho y sigue haciendo arquitectura. En definitiva, se trata del fecundo testamento intelectual y humano de un extraordinario arquitecto e inspirador maestro, siempre generoso con alumnos y colegas.