Un sabio dijo una vez: «Pocas cosas hipnotizan tanto en este mundo como una llama y como la luna, será porque no podemos cogerlas oporque nos iluminan en la penumbra». Realmente no sé si alguien dijo esta cita o me la acabo de inventar, pero deberían haberla escrito porque el poder hipnótico que ejercen esa mujer de rojo y esa dama blanca sobre el ser humano es digna de estudio. Todo final implica un principio y viceversa, como el ciclo de la noche y el día, como las fases de la luna desde la nueva hasta la llena pasando por su sequía. Nosotros solo somos bolsas de agua con corazones, cerebros, piernas y entelquia, por lo que es normal que la luna nos afecte como lo hacen las mareas. Las relaciones tienen complejo de luna; salen, se ponen, se vacían y se ocultan pero no por ello dejan de intentarlo.
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