Las distintas corrientes dentro del ámbito de las terapias familiares consideran al grupo familiar como una totalidad que sufre. La noción de terapia familiar implica, por tanto, que los síntomas que presenta uno de los miembros de la familia son la manifestación palpable del sufrimiento de todos. Así, el individuo sería portador de la patología colectiva del grupo familiar. Sin embargo, no todos admiten la hipótesis de un grupo familiar perturbado. Por ello es importante estudiar las terapias familiares atendiendo a su génesis, a su estado actual y a su futuro desarrollo.