Desde el inicio del pensamiento filosófico, se ha planteado como un problema central la cuestión de la capacidad humana para el conocimiento de la verdad, su alcance y sus límites. La Teoría del conocimiento se desarrolla gradualmente durante la Antigüedad y la Edad Media, hasta constituirse en el núcleo de los problemas filosóficos en buena parte de los pensadores modernos. Llega a ser uno de los temas capitales de los sistemas contemporáneos, tanto en los de orientación racionalista como en los de sesgo empirista, y muy especialmente en las polémicas en torno al idealismo. El pensamiento más reciente ha superado en buena parte estos enfrentamientos, y ha ofrecido nuevos enfoques a través de la filosofía del lenguaje, la fenomenología y la renovación del realismo. Actualmente se encuentra en el núcleo de las discusiones culturales más relevantes.