Hasta la asunción de la filosofía griega por los padres apologistas, la primera teología cristiana adoptó una estructura semítica, cuyos restos perduraron incluso tras su extinción. Se trató de una teología visionaria, dominada por la apocalíptica. Tal es la tesis mantenida por Daniélou en este libro y, fiel a la misma, elabora en él una investigación de interés histórico pero, además, de resonancias teológicas. La traducción ha sido hecha a partir de la versión francesa de 1974, corregida por el autor.