El ser humano siempre ha tenido un interés especial en contemplar la naturaleza y observar los rasgos del territorio, con el fin de adquirir una perspectiva más amplia y completa del medio que le rodea. Nuestro campo de visión es limitado, por lo que hemos acudido a sistemas de observación más globales, primero a partir de cámaras instaladas en globos o aeronaves y más recientemente desde sensores a bordo de satélites de teledetección terrestre.