La ciencia y la técnica avanzan de la mano a lo largo de la historia en un recorrido que culmina en una sociedad globalizada donde la tecnología impone sus normas, y cuyas consecuencias son imprevisibles para el hombre y para el mundo. Desde una «filosofía de las humanidades» nos planteamos el impacto de estas cuestiones en la vida humana a través de una visión histórica del conocimiento científico y su conversión en método dominante. Esta infiltración del elemento tecnológico en todas las facetas de la vida abre una serie de vías de investigación específicas para las distintas ramas de conocimiento. En las llamadas «Ciencias de la Salud», no sólo se han cuestionado ciertos logros científicos, sino que se ha generado una profunda discusión respecto a la práctica. Nos replanteamos el dominio de la racionalidad científico-técnica en las ciencias de la salud buscando respuestas a: ¿hasta qué punto este tipo de racionalidad dominante muestra su suficiencia y capacidad en la resolución de las cuestiones humanas relacionadas con la salud y la enfermedad?, ¿dónde queda la individualidad dentro de un proceso en el que se trata y se cuida mediante criterios estandarizados? La objetivación de la salud, la enfermedad, el diagnóstico, la terapia y los cuidados nos plantea la validez exclusiva de los métodos cuantitativos aplicados a las ciencias de la salud. Partiremos del análisis del conocimiento dominante en estas ciencias, buscaremos similitudes y diferencias con los modos de conocimiento de las ciencias naturales o las histórico-hermenéuticas y realizaremos una crítica filosófica. También se desarrolla un trabajo empírico que va más allá de lo estríctamente teórico. OBJETIVOS: 1. Realizar un análisis e indagación crítico-filosófica del saber científico-técnico y hermenéutico en las ciencias de la salud. 2. Corroborar las cuestiones teóricas mediante el análisis de Documentos de Consentimiento Informado (DCI) relacionados con el nacimiento, de uso en hospitales públicos de Andalucía, determinando: ¿cómo se caracteriza el conocimiento científico-técnico en situaciones prácticas relacionadas con las ciencias de la salud?, ¿cómo se articula la información en DCI para intervenciones relacionadas con el nacimiento? y ¿cuál es la representación del conocimiento hermenéutico, como complemento del científico-técnico, en las ciencias de la salud? METODOLOGÍA: 1. Indagación y reflexión filosófica. 2. Análisis de contenido de DCI. Obtención de Teoría Fundamentada, uso del programa ATLAS.ti 6.0. CONCLUSIONES: El conocimiento inductivo aplicado a las cuestiones humanas se muestra problemático, lo que conocemos es probablemente verdadero y las inferencias de muestras a poblaciones se ampara en la probabilidad. La eficacia de métodos, tratamientos y cuidados en su traslación a la individualidad se presenta dudosa. Los datos de ?significación estadística? (valor p) no constituyen la panacea para la toma de decisiones. Lo estadísticamente significativo puede no ser clínicamente relevante, la realidad excede a los criterios de explicación de la teoría. Existe una clara asimetría de atribuciones entre los actores que participan en el proceso salud-enfermedad. El Documento de Consentimiento Informado, dominado por el lenguaje científico-técnico, se muestra más como un elemento de protección de los profesionales que como el garante de la toma de decisiones compartida. Los procesos quedan cuantificados, al igual que los riesgos y expectativas, de manera imprecisa y en términos preferentemente cualitativos. En las ciencias de la salud no hay una barrera clara que separe taxativamente lo normal de lo patológico. Lo ?individual? y el ?todo? se siguen cerrando a la objetivación, lo personal y contextual se encuentra infrarepresentado. Todos queremos instalarnos al amparo de la objetividad y del método, pero las intervenciones técnicas en las ciencias de la salud no se ciñen en exclusiva a la extrapolación de leyes al caso concreto, sino también a la adecuación al caso individual a través de la experiencia hermenéutica; hay cuestiones que no se entienden en términos exclusivamente científico-técnicos que apenas constan en los DCI. Dentro del proceso salud-enfermedad confluyen dos visiones distintas, no estamos poniendo en duda la idoneidad de la metodología empírico analítica para el estudio de aspectos físico-biológicos o fisiológicos, pero sí pretendemos poner en valor otras formas de conocimiento. Desde la hermenéutica se reconoce que hay algo detrás de los enunciados, incluso de los científicos, hay juicios y prejuicios, un ?estar ahí? que facilita la comprensión añadiendo un plus de conocimiento. La tarea fundamental de la hermenéutica consiste en mostrar que, sólo cabe llamar experiencia a la integración de todos los conocimientos de la ciencia en el saber personal del individuo, pero hay que desarrollarlo en la praxis a través de la phrónesis. La curación y cuidados son tareas compartidas donde confluyen los tres tipos de intereses. EL interés técnico estará presente esencialmente en aquellas disciplinas que incorporen formación y conocimiento teórico sobre ciencias básicas, diagnóstico, tratamiento y cuidado de la salud; en esencia el área de medicina y, con funciones de colaboración en ciertos procesos, y de manera independiente en los que supongan la satisfacción de necesidades básicas, el área de enfermería. El interés práctico es desarrollable por todas las áreas de conocimiento de las ciencias de la salud, pero esencialmente desde el conocimiento enfermero, que enfrenta a cuidador y paciente en un horizonte situacional, un ?ser-ahí? que es ?estar ahí? único e irrepetible. Esta presencia, que complementa al conocimiento teórico (científico), es la que da pie a las condiciones necesarias para un conocimiento hermenéutico, que hemos venido en llamar phrónesis.