Para estar correctamente nutridos no es necesario comer determinados alimentos, sino las cantidades adecuadas de energía y nutrientes (proteínas, grasas, hidratos de carbono, minerales y vitaminas) que están almacenados en ellos. Actualmente existe un creciente interés sobre las llamadas enfermedades degenerativas (obesidad, enfermedades cardiovasculares, algunos tipos de cáncer, diabetes, osteoporosis, etc.) en cuya etiología aparecen algunos componentes de la dieta y cuya influencia puede empezar ya desde la infancia. Así, el conocimiento de la composición de los alimentos incluidos en estas tablas, en fibra, colesterol y ácidos grasos, es imprescindible no sólo para el especialista en nutrición, sino también para el individuo, sano o enfermo, que quiera adaptar las normas generales de una alimentación equilibrada a su situación particular. Con respecto a la décima edición —que ya supuso un cambio importante en cuanto a los datos correspondientes al contenido en azúcares y almidón, desglosando así los hidratos de carbono, y ampliando los de minerales incluyendo fósforo y selenio—, en esta nueva edición se ha aumentado el número de alimentos a más de 600. Además, se han incorporado dos nuevos apartados de gran interés: características de la dieta equilibrada y la importancia del agua en la salud. Toda esta información tiene como objetivo principal ayudar al usuario a conseguir una mejor valoración y programación dietética de los alimentos, menús y dietas que consume.