Camelia esperaba encontrar a un inventor anciano, con aire distraído y pelo blanco. Pero resulta que Simón Kent es un hombre joven y muy atractivo. Sin embargo, no parece muy dispuesto a ayudarla. Ella necesita desesperadamente su revolucionaria maquinaria para continuar con las excavaciones que inició su difunto padre en Suráfrica. Él está muy ocupado con inventos que cambiarán el mundo -como una fabulosa máquina capaz de lavar la ropa- y no quiere distracciones. Pero el destino viene en ayuda de la muchacha. Muy a su pesar, el inventor se ve abocado a una aventura que comienza con un secuestro y una persecución en las calles de Londres y continúa en la misteriosa sabana africana. Y mientras su cabeza le dice que es mejor mantenerse al margen y volver a sumergirse en sus experimentos, su corazón le arrastra a permanecer el máximo tiempo posible junto a aquella mujer hermosa, decidida y llena de secretos.