Con el propósito de dotar de un árbol genealógico al Surrealismo, el libro agudiza la mirada sobre el arte de la subjetividad y traza un curiosos juego que abarca desde el medievo tardio hasta la modernidad, pasando por el Manierísmo y el Barroco, y confrontando autores surrealistas contemporáneos con obras de Bosch, Pinaresi, Grandville o el mismo Francisco de Goya.