Una trama ágil escrita en un tono divertido e irreverente que provoca la carcajada del lector en múltiples ocasiones. Crimen, suspense y aventura, sexo, amores encubiertos. Exotismo, excentricidades. Las historias truculentas, tenebrosas, discurren en paralelo a ridículos trajines diplomáticos. Un inolvidable desfile de personajes. Agentes secretos, y no tan secretos. Expatriados borrachos y jugadores de golf, mujeres heridas, machos perfumados y embajadores calaveras, amantes despechadas, aprendices de chino. Como telón de fondo, las sempiternas tinieblas del smog pekinés. En este acuario sombrío se mueve la agente Gilda Leyva, francotiradora terca y rebelde. Mujer de mente brillante capaz de desentrañar rastros intrincados y descifrar códigos complejos, pero también de corazón frágil, fatalmente enamoradizo. Solo Sombras es una novela fresca, original. Un entretenimiento planteado como juego inteligente en el que nada es lo que parece. O lo que debería ser...