El empleado de una gasolinera cuenta, en primera persona, lo que le ha sucedido: una familia que viajaba de vacaciones hacia su país de origen, Marruecos, ha parado a repostar. Al reanudar la marcha, sin darse cuenta han dejado olvidada a una de sus hijas. El hombre no sabe qué hacer con ella, pero finalmente decide llamar a otras gasolineras para que localicen a sus padres. Por sorpresa, aparece también un gato que acaban de abandonar en el mismo lugar. La niña, Sola, y el gato, Sincola, se hacen compañía. Finalmente, la familia de la niña regresa a recogerla y el empleado de la gasolinera prepara a la pequeña una sorpresa: esconde al gato en una mochila que le regala.