Este libro se ocupa de un asunto fundamental en la sociología y otras ciencias sociales afines: trata de mostrar cómo los resultados de la sociología son utilizados para resolver problemas por parte de una variedad de organismos en el sector público, en la sociedad civil o en la empresa. Ofrece una panorámica de los usos de la sociología más allá del mundo académico y un conjunto de reflexiones sobre los problemas de aplicación del conocimiento. La orientación aplicada o práctica frente a la más básica o académica ha constituido una de las tensiones esenciales de la disciplina desde comienzos del siglo XX, como se refleja en las numerosas llamadas de atención por parte de autores clásicos desde el saber para prever de Augusto Comte hasta la defensa de la racionalidad de las ciencias sociales para orientar la acción expresada en las obras de Max Weber o Emile Durkheim. Esta división entre el conocimiento fundamental y la aplicación práctica ha influido en la estructura social de la disciplina, en sus instituciones e incluso en los rasgos culturales que caracterizan a la sociología. Sociología aplicada no solo constituye un claro exponente de la nueva visión, más compleja y autocrítica, del papel del sociólogo, sino que contiene ya muchos ingredientes de la manera de interpretar y discutir la práctica de la sociología en nuestros días.