Los últimos días de Lev Tolstói han hecho correr ríos de tinta. Sobre mi padre, como testimonio de alguien muy cercano, su querida hija Tatiana –Tania, Tanitchka, su confidente–,es uno de esos cauces, el más emotivo e importante sin duda. Las relaciones entre el matrimonio, con los hijos, las aspiraciones de los habitantes de Yásnaia Poliana y el trágico desenlace aquella madrugada del 28 de octubre son aquí desvelados a través de abundante material de primera mano (los diarios paterno y materno, las cartas que se dirigen los esposos, notas de su puño y letra) y por la visión teñida de desagravio y justicia que la mayor de sus hijas insufla al relato de los hechos. El conjunto proporciona un retrato privilegiado y sobrecogedor del patriarca de las letras rusas.