En los países avanzados económicamente las formas y las dimensiones de los sistemas de educación superior varían considerablemente. En algunos países, el acceso se vuelve casi universal, mientras que en otros sólo un tercio de los grupos de edad correspondientes tienen acceso a las enseñanzas superiores. Todos los sistemas de educación superior se encuentran diversificados, pero las dimensiones formales, tales como los tipos de instituciones o los niveles de los programas de estudio y los títulos, juegan diferentes roles, en tanto que las dimensiones informales no son en modo alguno irrelevantes. En algunos países la jerarquía en función de la calidad y la reputación lograda es realmente abrupta y en otros, relativamente plana. Este libro, basado en más de tres décadas de investigación de uno de los investigadores europeos más relevantes en el campo, tiene como objetivo mostrar las tendencias actuales en el desarrollo de los sistemas de educación superior en Europa. En él se describen los debates de las políticas en una amplia gama de países. Además, ofrece una visión general de diferentes conceptos que definen el campo y las políticas de la enseñanza superior, de la investigación y el empleo con el fin de explicar las dinámicas de las evoluciones estructurales. Invita a mirar más allá de la idiosincrasia de los debates nacionales y más allá de la zeitgeist de los debates internacionales actualmente de moda (por ejemplo, el “proceso de Bolonia”, aquí abordado, o la clasificación mundial de las universidades) para considerar las tensiones, las desafíos y los cambios que hoy definen las condiciones que delimitan la “convergencia” y la “diversidad” de los sistemas de enseñanza superior en Europa.