A veces las sensaciones se nos mezclan y se vuelven de colores. Al oír un sonido podemos sentir el azul o al probar una fruta apreciar calidez. Sin darnos cuenta nos hallamos descubriendo el color del tiempo, escuchando la música de los sabores o sintiendo el tacto de las letras. Nos sorprenden imágenes que desvelan un recuerdo con olor a sol o con aroma de tinieblas y palabras que proyectan color en las pupilas y texturas en nuestras manos. Y es esto lo que nos ha sucedido al hacer este pequeño libro en el que la poesía y la imagen se abrazan de una forma inevitable pero no imprescindible. Las imágenes nacen con vocación poética recreándose en la belleza del instante, sin preparación previa ni artificios, deleitándose en la visión de los detalles. Las palabras, dispuestas con cariño, las completan pero también existen de una forma independiente. Estas páginas intentan despertar pensamientos escondidos que nos guíen de la mano hacia el ensueño. La primera parte recoge Imágenes terrenales rescatadas de lo imperceptible. La voz poética las tiñe de los colores de su mundo, voz difusa donde no se sabe muy bien quién habla y quién siente, quizás un gato o una rana o la inocencia liberada del olvido. La segunda parte está llena de símbolos, de Imágenes inmutables que recogen el elemento telúrico de nuestro yo profundo. Encontramos desvanes con tronos polvorientos y escaleras hacia azoteas que buscaban ocultarse. Un pasillo en el que parece que vamos a cruzarnos con nosotros mismos, ventanas que abren la luz, y ladrillos de barro, del mismo barro que hizo al hombre, recordando que el saber es transmitido desde más allá de lo que tenemos conocido. Natacha Andrada (Madrid, 1983) -autora de la fotografías de esta edición- es licenciada en Filología Hispánica por la Universidad Complutense de Madrid con Máster en Estudios Literarios por la misma universidad. Ha sido profesora de talleres de escritura creativa y colaboradora en congresos y revistas literarias. En su carrera cabe destacar la dedicación a la gestión cultural en la Residencia de Estudiantes. Actualmente disfruta de una beca en la Universidad Complutense de Madrid. Reyes de Gregorio (Madrid, 1959) es licenciada en Filología Árabe y Máster en Ciencias de las Religiones por la Universidad Complutense de Madrid. Ha sido profesora de talleres de poesía en bibliotecas públicas del Ayuntamiento de Madrid. Ha participado en congresos de poesía y en talleres literarios y culturales. Tiene publicados dos libros de poemas, Deshielo (Sial, 2003) y Días de agua (Renacimiento, 2005). Sus poemas han sido incluidos en varias antologías y revistas literarias.