Tras el terremoto en Haití, la familia de Raquel subsiste en una pequeña chabola que ha quedado destruida. La mayoría de la población no tiene qué comer y no hay acceso al agua potable. Ella trabaja para sacar adelante a sus padres y hermanos, llenando de felicidad los corazones de todos (en especial el de Dikos) con su preciosa voz, pues le apasiona cantar. El joven Andrés ayuda a su hermana. Su deseo es trabajar en una compañía pesquera que está construyendo un barco y enrolarse a bordo como pescador. Como cualquier adolescente, sus ganas de vivir y sus deseos de emigrar a un país rico se entremezclan con la rabia que siente por la situación que están sufriendo. Juntos conseguirán sacar adelante la situación familiar: las ayudas que reciben de España les permitirán construir una escuela nueva y ¡Raquel recibirá una propuesta de matrimonio! Pero la realidad no acaba aquí. La obra nos traslada hasta la actualidad, haciendo un recorrido sobre otros desastres globales por el resto del mundo, pasando por la situación de riesgo de pobreza que viven algunas familias en nuestras propias fronteras, para volver de nuevo a Haití, donde el huracán Matthew azota de nuevo un país ya devastado.