El ser humano sobrevive entre el orden y el caos. También el teatro. La Ilustración griega, que tiene su eje vertebrador en la tragedia, en el conflicto, como la democracia, crece en esa dialéctica. Y la estructura dramática, que los griegos inventaron, será un orden teatral que tendrá su reflejo, a través de sucesivos caos, hasta el presente. A partir de Esquilo, Sófocles y Eurípides, y observando la configuración del tejido escénico alumbrado por ellos, se observa cómo su tragedia alimentará a la consecuente comedia, aristofanesca y menandrina primero, en una contaminación permanente. Este volumen estudia cómo la tragedia griega sigue viviendo hoy en la escritura dramática contemporánea en sintonía con lo más profundo del ser humano