A finales de la década de los sesenta, el terror era un género encallado en el pasado, confinado a los autocines y las salas de serie Z y despreciado por la crítica. Sesión Sangrienta cuenta la sorprendente historia de cómo una mezcla de instinto comercial y pasión personal alumbró una nueva y ambiciosa forma de arte. Directores como Wes Craven, Roman Polanski, John Carpenter y Brian de Palma revolucionaron el género en los años setenta, explorando sus miedos más profundos para derribar tabúes e imprimir en las películas de terror un realismo descarnado, un estilo combativo y una arista política. Zinoman cuenta cómo estos rompedores cineastas dieron a luz clásicos del cine como La semilla del diablo, Carrie, La matanza de Texas y La noche de Halloween, creando un modelo de cine de terror que luego ha sido imitado hasta la extenuación, alcanzando en raras ocasiones su originalidad. Esta nueva clase de cine prescindió del vampiro y el licántropo de toda la vida y asaltó al público con retratos de asesinos en serie, el lado oscuro de la familia tradicional y una clase nunca vista de violencia nihilista. Sesión Sangrienta cuenta la sorprendente historia de la génesis de estas películas, que hoy en día siguen siendo incomprendidas incluso por algunos de sus fans más incondicionales. Sus directores fueron jóvenes voluntariosos y a menudo obsesivos que en muchos casos trabajaron fuera de los confines de Hollywood y con presupuestos mínimos, y cuyo éxito dependió tanto del conflicto creativo como de sus visiones personales. Hollywood reparó en ellos cuando El exorcista se convirtió en la película más taquillera del territorio norteamericano, y el terror no volvió a ser el mismo. Basado en entrevistas con centenares de los artistas más importantes del género de terror, Sesión Sangrienta es la entretenidísima crónica de una época dorada, y enormemente influyente, en el cine norteamericano.