Cuando hacen rellenar el absurdo test de orientación profesional en el instituto, todo el mundo elige profesiones elegantes, bien remuneradas y con reconocimiento social. Yo dejé la casilla en blanco, puestodavía no había decidido qué carrera universitaria quería cursar. Al final acabé con una licenciatura en bioquímica alimentaria y un novio dispuesto a casarse conmigo en cuanto lográramos un buen puesto de trabajo. Solo conseguí una de las dos cosas. Sigo soltera. Y no he sentido en ningún momento la tentación de establecer una relación convencional porque no he tenido ni tiempo ni ganas. Ese es el motivo por el que desde hace ya unos años concierto citas a través de una web de contactos exclusiva. Solo momentos íntimos. Sexo. Nada más. No siempre se logra conectar, aunque admito que he conocido a muchos hombres interesantes con los que quizás, al no sentir la presión de una cita tradicional, me he permitido pasar momentos intensos y agradables. ¿Es mucho pedir un poco de sexo decente sin compromiso?