Jesús instruía a sus discípulos. Intentaba así que cuantos ya compartían su vida hicieran propia su causa y su destino. La tradición evangélica no concuerda en ofrecer una versión uniforme de los orígenes históricos del discipulado de Jesús de Nazaret. No todos los seguidores de Jesús surgieron, como lo narran Marcos y Mateo. Apoyados en Juan, ser discípulo de Jesús puede ser también la etapa final de un largo proceso personal, iniciado por un testimonio que suscita curiosidad por su persona.