Sebastián Gayá (1913-2007) fue una figura decisiva para la renovación de la Iglesia en la convulsa sociedad del siglo xx. Hijo de una familia de emigrantes mallorquines, vivió su infancia y juventud en medio de numerosas penalidades, y forjó su vocación sacerdotal en la España de la Segunda República. Tras la Guerra Civil y la implantación del nacional catolicismo, Gayá comprendió la urgencia de renovar la fe de los seglares, que estaba quedando encallada en una mera costumbre cultural. Con actitud carismática y humilde, Gayá lideró un grupo de laicos y sacerdotes, con los que creó uno de los primeros «nuevos movimientos» nacidos en la Iglesia: los Cursillos de Cristiandad, de los que nacerían con el tiempo otras realidades, como la Renovación Carismática o el Camino Neocatecumental. El hombre de la ilusión no es sólo la biografía de un hombre excepcional, sino también un relato apasionante y entretenido que permite contemplar con otros ojos los numerosos cambios que tuvieron lugar en la sociedad y en la Iglesia del siglo XX.