Desde el inicio de su exilio, la edición de libros fue vista por los republicanos como un instrumento eficaz para preservar su identidad, para comprender y comunicar la realidad contemporánea desde su nueva perspectiva y para integrarse en los campos intelectuales de los países de acogida. Ello dio lugar a una intensa actividad que no estuvo exenta de conflictos y que los llevó a fundar nuevas editoriales, algunas fundamentales para la cultura en lengua española del siglo pasado, así como a colaborar con otras preexistentes y, en definitiva, a crear un rico acervo objetivado en los catálogos editoriales. La selección, presentación, edición y publicación de libros, su ordenación en colecciones y aun la misma denominación de los sellos han de ser vistos como símbolos con los que se dotó de significado tanto a su resistencia frente al totalitarismo franquista como al afán de participar de nuevas redes culturales. Partiendo de estas premisas, este libro es una explicación, a la vez informativa y crítica, de la labor realizada por los editores exiliados a través de las empresas en las que participaron. Su objetivo es hacer un balance matizado de sus empeños por convertir la producción de libros en vehículo de su memoria y de sus ideales políticos, éticos y estéticos y, por extensión, de su propia condición de exiliados republicanos. Fernando Larraz es profesor de Literatura Española en la Universidad de Alcalá. Ha publicado numerosos trabajos sobre literatura y cultura del exilio republicano de 1939, historia de la edición en español y narrativa española contemporánea, entre los que están los libros El monopolio de la palabra. El exilio intelectual en la España franquista (Madrid, 2009), Una historia transatlántica del libro. Relaciones editoriales entre España y América Latina (1936-1950) (Gijón, 2010), Max Aub y la historia literaria (Berlín, 2014) y Letricidio español. Novela y censura durante el franquismo (Gijón, 2014). Editó además, junto con Javier Sánchez Zapatero, la antología Los restos del naufragio. Relatos del exilio republicano español (Madrid, 2016). Es miembro del Grupo de Estudios del Exilio Literario (GEXEL-CEDID) de la Universitat Autònoma de Barcelona y dirige o codirige las revistas Puentes de Crítica Literaria y Cultural, Contrapunto y Represura.
Xosé María Álvarez Blázquez (1915-1985) cursou estudos de maxisterio na Escola Normal de Pontevedra entre 1931-1934, atraído sen dúbida pola relevancia que a Segunda República concedía á escola primaria. No curso 1934-1935 realizou as prácticas na escola graduada de Tui, a súa cidade natal, e redactou o Diario del Maestro. A súa lectura permítenos coñecer o que acontecía na aula en cada sesión de clase: os contidos, a metodoloxía, os temos, os materiais, a estratexia motivacional, os procedementos disciplicanios, os resultados acadados e a relación do mestre cos alumnos. A traxectoria profesional de Álvarez Blázquez quedou truncada pola sublevación militar de 1936. Como tantos outros mestres e mestras, inicialmente foi separado do ensino e posteriormente depurado. Os cargos que se lle apuñan eran os de formar parte das Mocidades Galeguistas, facer propaganda a prol do Estatuto de Autonomía e exercer como apoderado electoral da Fronte Popular. Foi sancionado con seis meses de suspensión de emprego e soldo, inhabilitación para o desenvolvemento de cargos directivos e de confianza, e traslado fóra de Galicia. Esta é a historia que conta este libro.
Este libro aspira a recoger y analizar de modo crítico la complejidad de la poesía de los exiliados republicanos de 1939. En este sentido, su horizonte de expectativas no se limita al establecimiento de un relato que clausure las indeterminaciones, problemas y silencios que han afectado a la poesía exiliada. Contrariamente, su objetivo último se orienta a la construcción de unos principios básicos a partir de los cuales, y sin exclusión del exilio, se pueda afrontar el reto de una lectura e interpretación de los sistemas literarios tanto de la poesía española contemporánea en su conjunto como de los distintos campos culturales de los países de acogida. Sin olvidar las distintas circunstancias personales de sus creadores, nos interesa cómo, cuánto, dónde y por qué se ha leído este corpus en temporalidades y lugares disímiles, en los sistemas culturales en que se inscribió, en las tradiciones de las que partía, en el interior peninsular (durante el franquismo, la transición y la democracia)? Y nos interesa asimismo historiar las recepciones que se han hecho de este corpus y sus condiciones de posibilidad en el presente, articulando una memoria crítica, no meramente testimonial o monumental, de estos legados del pasado. José-Ramón López García es profesor de Literatura Española y co-director del Grupo de Estudios del Exilio Literario (GEXEL-CEDID) en la Universitat Autònoma de Barcelona. Ha centrado sus investigaciones en la literatura del siglo XX, con especial dedicación a las vanguardias, la guerra civil, el exilio republicano de 1939 y la poesía y teatro contemporáneos. Entre sus publicaciones acerca del exilio republicano de 1939 se encuentran ediciones y estudios de, entre otros, Rafael Alberti, Max Aub, Carlos Blanco Aguinaga, Francisco Giner de los Ríos, Diego de Mesa, Juan Rejano, Luis Rius, Pedro Salinas, Tomás Segovia, Arturo Serrano Plaja, Lorenzo Varela y Ramón Xirau, con libros como Vanguardia, revolución y exilio: la poesía de Arturo Serrano Plaja (2008), Fábula y espejo, variaciones sobre lo judío en la obra de Max Aub (2013) y la coordinación, con Manuel Aznar Soler, de los cuatro volúmenes del Diccionario biobibliográfico de los escritores, editoriales y revistas del exilio republicano de 1939 (2016).
Este es el relato de cómo el exilio de los científicos e intelectuales españoles tras la caída de la República puso punto final a la Edad de Plata de la ciencia española, al quebrarse la continuidad de una esperanzadora senda abierta en el terreno de la investigación y la formación de un sistema de ciencia profesional que se había iniciado a comienzos del siglo XX de la mano de la Junta para la Ampliación de Estudios. En ese momento, el único consuelo que les quedó a sus protagonistas fue darse cuenta de hasta qué punto las relaciones científicas y personales trabadas durante las décadas anteriores les iban de servir de apoyo tras la debacle republicana. Una vez en el exilio, buena parte de ellos trataron de adherirse a los discursos legitimistas republicanos, aportándoles la cobertura ética que representaba su encarnación de una tradición de pensamiento liberal y moderno frente al nacionalcatolicismo franquista. Tras el final de la Segunda Guerra Mundial, las esperanzas renacieron, pero la deriva de la política internacional al final de los años cuarenta pronto las enfrió. Entonces, la mayoría tomó conciencia de la nueva derrota republicana y se resignaron a un largo exilio en aquellos refugios que ya habían servido en 1939.
Militar, católico y patriota. Con esos términos se presentaba Vicente Rojo y, por eso mismo, su compromiso con la República ha resultado para muchos historiadores un enigma. Sin embargo, su radical entrega al desafío de ganar la guerra al fascismo y la modernidad de muchas de sus ideas nos descubren a un militar atípico que participó del clima de renovación que se inició en España con la llegada de la República. Cuando las tropas franquistas se disponían a tomar Madrid en noviembre de 1936, Vicente Rojo (Fuente la Higuera, 1894) fue nombrado jefe de Estado Mayor de las fuerzas militares de la defensa y encargado, por tanto, de dirigir la resistencia de una ciudad que se daba casi por perdida. Madrid resistió y, a partir de entonces, su papel en el Ejército Popular cobró cada vez mayor relevancia. En mayo de 1937, con la llegada de Negrín al poder, se convirtió en la figura más destacada de las tropas republicanas: las batallas de Brunete y Belchite, la toma de Teruel o la maniobra del Ebro, entre otras, fueron algunas de las iniciativas que puso en marcha con la voluntad de frenar el avance de las fuerzas de Franco. Tras la campaña de Cataluña, siguió ocupándose de las tropas recluidas en Francia en diferentes campos de concentración. Cuando iba a incorporarse a la zona central, se produjo el golpe de Casado, que precipitó el final de la guerra. Se exilió en Buenos Aires (Argentina), de 1939 a 1943, y en Cochabamba (Bolivia) hasta 1957, año en que, gravemente enfermo, regresó a España. Fue juzgado por los tribunales militares franquistas y condenado a cadena perpetua por «auxilio a la rebelión militar». Aunque indultado, se le mantuvieron las penas accesorias: interdicción civil e inhabilitación absoluta. Murió en 1966.
Lino Novás Calvo, considerado uno de los mejores cuentistas de Hispanoamérica, acompañó al ejército republicano durante la Guerra Civil española, como corresponsal de los periódicos Frente Rojo, Mundo Obrero y Ayuda. Desde la primera línea del campo de batalla envió decenas de crónicas en las que dejó el testimonio de primera mano de un observador apasionado (en ellas se evidencia claramente su apoyo incondicional a la república). Su gran valentía al escribir desde el escenario de los combates le ganó la admiración y el respeto de los soldados y oficiales. Fue además el periodista que más tiempo estuvo en aquel conflicto bélico, que cubrió desde octubre de 1936 hasta enero de 1939. Los artículos recopilados en este volumen, hasta ahora inéditos, conforman un relato de dimensiones épicas que es posiblemente el registro más abarcador y completo que existe sobre esa guerra. Además de la rica e inestimable información que aportan, estos textos muestran la visión que Novás Calvo tuvo de aquellos trágicos hechos.
El periodo de la II república española y de la guerra civil española, es uno de los periodos más polémicos y conflictivos de la historia reciente de nuestro país, pero a su vez uno de los más apasionantes, misteriosos y en muchos casos, hasta desconocidos. Proclamada en 1931 en la Puerta del Sol de Madrid, la época republicana dejó una profunda, y a veces desconocida, huella en la historia de la capital española que, en muchos casos, desconoce su pasado histórico más reciente. En este libro, hablaremos de algunos trazos, pequeñas historias entrelazadas entre sí, acontecimientos y sucesos en la entonces Provincia de Madrid de este periodo incierto que se abrió en España ese 14 de abril de 1931 y que terminó de forma abrupta después de tres años de cruenta guerra civil un 1 de abril de 1939, y que nos ayudarán a conocer mejor los aspectos menos conocidos de esta etapa esencial para entender nuestro presente.
El presente libro forma parte del proyecto de investigación Modernización, cultura política y movilización ciudadana en Castilla y León, 1931-1933 (HAR2011-23994), que financia el Ministerio de Economía y Competitividad a través de la Secretaría de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación. Se origina a partir del Congreso Internacional sobre el Primer Bienio Republicano que los responsables del mencionado proyecto organizaron en octubre de 2014, reuniendo en Valladolid a especialistas procedentes de diversas universidades españolas y extranjeras, en lo que resultó un esclarecedor foro de debate en torno al general proceso de modernización que vive el país en esos primeros años treinta del siglo pasado.La compilación que aquí se presenta incide de manera especial en el análisis de las relaciones políticas, tanto o más afectadas que las de naturaleza socioeconómica y cultural por el reformismo gubernamental, las cuales se abordan con una visión integradora, aunque plena de variedad temática y perspectivas contrastadas; tratando de priorizar aquellas cuestiones que resultan menos conocidas o han sido objeto de una mayor revisión historiográfica en los últimos tiempos al tiempo que buscando una efectiva interacción entre los planos nacional y esas realidades castellano y leonesas a las que se presta específica atención.
El presente libro describe la experiencia del gran contingente español confinado en uno de los más terribles campos de concentración nazis, el complejo de Mauthausen. Entre los cientos de miles de prisioneros enviados a este campo, los siete mil españoles que llegaron allí eran republicanos refugiados en Francia que habían luchado en la Guerra Civil y que, tras la invasión nazi, fueron arrestados por las tropas alemanas. Su historia sirve en parte para presentarnos un microcosmos de la experiencia colectiva, pero es al mismo tiempo una experiencia única. Esta cuarta edición ha sido revisada por el autor y ampliada con dos anexos: una lista de los españoles de Mauthausen fallecidos por causas no naturales y una extensa coda que incorpora sus avances en la investigación durante los últimos diez años. Opinión:«Con este solo libro se aprende más que comprendiendo la mayoría de los libros que hay en el mercado.»Gabriel Jackson
«Nosotros no podemos salir de la trinchera ni para orinar siquiera que nos cosen a tiros y a morterazos y a cañonazos, y para terminar pronto, tienen de todo lo que quieren, para un tiro que nosotros tiramos, nos tiran ellos un ciento [...]». Cecilio Broch Pintor Una perspectiva original y humana de la Guerra Civil a través de fragmentos de cartas enviadas por soldados del Ejército Popular de la República a sus seres queridos en la retaguardia. El servicio de censura militar conservó sus palabras de forma inconsciente y un cuidadoso análisis de esta excepcional y compleja fuente descubre la experiencia bélica de los combatientes: sus miedos, deseos y reacciones ante la obligación de apostarse en las trincheras durante el violento conflicto fratricida. La correspondencia evidencia, también, los grandes problemas que sufrió la República con su nuevo Ejército y que ayudan a explicar la victoria del bando «nacional»: dificultades de suministro, divisiones políticas, actos de disciplina y un cansancio generalizado.
La cultura institucionista fue uno de los motores claves en la puesta en marcha del programa reformista de la Segunda República española. Con su derrota, los institucionistas sufrieron una profunda crisis existencial. La mayoría de ellos se vieron obligados al exilio. Desde el exilio, muchos trabajaron para mantener vivo el espíritu de la ILE, sin perder la esperanza de poder regresar a España.
Al finalizar la guerra civil española, casi medio millón de personas huyó a través de los Pirineos hacia Francia, donde en su mayoría se les internó en campos precipitadamente instalados con ese fin. En este estado excepcional, los refugiados se esforzaron por dotar de estructura a su nueva cotidianeidad. En ello la literatura desempeñó un papel fundamental. Incluso años más tarde seguirán escribiendo sobre lo vivido en los campos de internamiento del sur de Francia. Este libro analiza de manera ejemplar la gran variedad de textos literarios surgidos de autores españoles, como Max Aub y Agustí Bartra entre otros, y contextualiza esa producción dentro de la llamada literatura concentracionaria. Entre las principales cuestiones desarrolladas destacan las formas de representar y de convertir en objeto estético el espacio cerrado del campo, distinguiendo entre la escritura surgida en el campo (in situ) y aquella surgida fuera de este (ex situ). También explora en detalle el valioso aporte de los textos literarios para manejar aspectos sociales y éticos vinculados a la huida, el internamiento y el exilio, pues ellos transmiten las reacciones de los internados ante la exclusión, ponen sobre el tapete temas antes suprimidos y confieren una voz a las personas. El trabajo brinda novedosos estímulos para el estudio del fenómeno transnacional de las literaturas concentracionarias. Claudia Nickel es doctora en Filología Románica por la Universität Potsdam (2010) gracias a una tesis sobre la literatura de los exiliados españoles republicanos en los campos de internamiento franceses, que le valió el premio Kurt-Ringger-Preis para jóvenes investigadores en letras románicas de la Akademie der Wissenschaften und der Literatur, Mainz (Academia de Ciencias y Literatura de Maguncia). Este mismo trabajo fue premiado en 2018 con «Geisteswissenschaften international», que conlleva la financiación de su traducción. Claudia Nickel ha sido docente e investigadora en las universidades de Potsdam, Hamburgo y Göttingen, donde ha dirigido un grupo interdisciplinar de jóvenes investigadores centrado en el estudio del origen, la transfomación y la función del saber en la Edad Moderna. Otras de sus áreas de investigación son el testimonio, la representación y el tratamiento del exilio y de la violencia en las literaturas española y francesa, que han resultado en varias publicaciones.