Miles de cartas se intercambiaron durante la segunda mitad del siglo XVI entre la península italiana y la casa de negocios de Simón Ruiz, uno de los más importantes mercaderes en tiempos de Felipe II. En una exhaustiva investigación de dicha correspondencia, este libro arroja nueva luz sobre distintos aspectos de la economía, la sociedad, la política y la cultura de la Europa de la época.
Libro patrocinado por: PwC Tax & Legal Services Resumen. El presente trabajo tiene como objetivo principal realizar un análisis crítico de las principales causas de ineficiencia de la justicia civil italiana entre las que cabe destacar el sistema procesal actualmente vigente. Para comprender dicho sistema se examina el largo movimiento evolutivo que se ha desarrollado desde la aprobación del Codice di Procedura Civile hasta las más recientes reformas del proceso civil. Sin embargo, dada la imposibilidad de analizar las numerosas intervenciones legislativas, se limita el análisis a las que han tenido una incidencia más significativa en la configuración del sistema actual. Partiendo de tal análisis se elabora un diagnóstico sobre cuya base se pretende ofrecer, como conclusión al presente estudio, soluciones satisfactorias unitarias que de ser actuadas contribuirían a mejorar el funcionamiento de la justicia civil italiana, en el bien entendido de que el problema necesita una serie de intervenciones normativas que no pueden limitarse a la reforma del proceso civil, sino que deben extenderse a la restructuración de la administración de justicia. Índice (Extracto): PRINCIPALES ABREVIATURAS PRÓLOGO PRESENTACIÓN INTRODUCCIÓN AGRADECIMIENTOS CAPÍTULO I. ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN ACTUAL DE LA JUSTICIA CIVIL ITALIANA CAPÍTULO II. LA REFORMA DEL PROCESO SOCIETARIO DE 2003 CAPÍTULO III. LA CONTRARREFORMA DEL PROCESO CIVIL DEL AÑO 2009 CAPÍTULO IV. ANÁLISIS CONCLUSIVO DE LAS ÚLTIMAS REFORMAS LEGISLATIVAS CONCLUSIONES ADENDA DE ACTUALIZACIÓN BIBLIOGRAFÍA JURISPRUDENCIA Sobre la autora: Tiziana Di Ciommo Doctora en Derecho Profesora de Derecho Procesal de la Universidad Internacional de Cataluña Abogada de PwC Tax & Legal Services
Fonética y pronunciación. Formación de género y número. Formas y usos de los distintos elementos de la oración: sustantivos, adjetivos, verbos, pronombres, determinantes, preposiciones y conjunciones. Modelos de conjugación de verbos regulares e irregulares. Estructura de la oración. Ejemplos de uso extraídos del italiano de hoy. Glosario de términos gramaticales.
«La abadesa de Castro», primera de las nouvelles que conforman las «Crónicas italianas» de Stendhal, está considerada un joya literaria. Stendhal arranca con una suerte de prólogo sobre el siglo XVI y la mentalidad de los florentinos. De repente el tono cambia al de un manuscrito que narra un amor imposible entre un bandido bueno, el bravo Julio Branciforte y una joven noble, la bella Elena Campireali. Como si estuviéramos leyendo una suerte de «Decamerón», poco a poco la historia adquiere profundidad psicológica, pasa de lo pintoresco a lo dramático. Los personajes cometen errores, son egoístas y extremadamente crueles, acciones que se justifican en nombre de ese sentimiento desproporcionado que es el amor en la Italia renacentista.
Poco antes de escribir «La Cartuja de Parma» (L 5585), STENDHAL (1783-1842) adquirió «unos viejos manuscritos en tinta amarillenta» de los siglos xvi y xvii que le entregaron en vivo costumbres y personajes del Renacimiento y del posrenacimiento italianos. Pero lo que le interesaba de esas crónicas no era su valor puramente histórico, sino el mundo de pasiones enérgicas, amores tremebundos o tiernísimos y crímenes de alto bordo que sacaban a la superficie. Como refleja «Rojo y negro» (L 5585), Stendhal siempre se había se había sentido atraído por los beaux crimes, trágico resultado de amores desenfrenados y traicionados, de venganzas por ofensas al honor o de desmesuradas ambiciones. La traducción, adaptación y transformación que hizo de esas CRÓNICAS ITALIANAS («La abadesa de Castro», «Vittoria Accoramboni», «Los Cenci», «La duquesa de Palliano», «San Francesco a Ripa», «Vanina Vanini», «Favores que matan» y «Suora Scolastica») hicieron que pasaran a formar parte de su obra con los mismos merecimientos que sus grandes novelas.
La pasión por Italia, por su historia y sus gentes, mueve a Stendhal a escribir estas Crónicas italianas, «halladas» en realidad, según su autor, entre los legajos de viejos archivos romanos, ya en los últimos años de su vida, cuando era cónsul francés en Civitavecchia. Stendhal lee sin descanso casi una docena de volúmenes de procesos judiciales que tuvieron lugar en las postrimerías del Renacimiento, en busca de los crímenes que mejor retrataran las vidas apasionadas y trágicas de los ciudadanos y nobles que vivieron en Roma a finales del siglo XVI. Era una moda entre los escritores románticos hurgar en viejos archivos judiciales como joyeros en busca del arte sublime y espontáneo de los grandes crímenes pasionales de la antigüedad: por aquellas fechas (1840) aparece una antología similar de Alejandro Dumas, Crímenes Célebres. Stendhal selecciona ocho entre los distintos casos criminales (una de sus grandes obras, La cartuja de Parma, tiene también su origen en estos legajos), aquellos cuyos móviles fueron la expresión de espíritus nobles y elevados, en especial el honor y el amor. Y así, sumergido en las vidas y los sentimientos de otro tiempo, Stendhal «traduce», reescribe y redacta estas «crónicas» de crímenes pasionales en la Roma que siguió a la revolución del Renacimiento.
Olivas, tomates, albahaca o mozzarella, orégano, prosciutto, grana padano y ricotta, estos son los ingredientes de la cocina italiana. Y junto con ellos el saber hacer en la preparación de la mejor masa para pasta o para gnocchi, de una cremosa polenta, de una pizza o de un clásico ossobuco. Todo esto lo encontrará en este libro, que será como asistir a un curso presencial de cocina, en el que podrá observar al profesional mientras éste trabaja. En la segunda parte del libro, podrá usted cocinar como un profesional, siguiendo las recetas de la mejor gastronomía. Los platos de inspiración italiana pertenecen al repertorio de todo gran cocinero y continúan desarrollándose individualmente.