En Os escritores galegos ante a Guerra Civil española, Xesús Alonso Montero rescata textos pouco coñecidos, ademais dalgúns inéditos, que revelan o complexo e problemático mapa moral e político daqueles anos. Textos non frecuentados para achegármonos á personalidade política e ao labor literario de escritores como Otero Pedrayo, Vicente Risco, Álvaro Cunqueiro, Ramón Cabanillas, Iglesia Alvariño, Celso Emilio Ferreiro, Álvaro de las Casas...
Mito y memoria son dos términos que han hecho fortuna en los últimos tiempos para referirse a la guerra civil española. Ambos revelan el creciente interés, no sólo por asentar y comprender los hechos históricos, sino por indagar en los discursos humanos que al menos tres generaciones de españoles han generado respecto a la trágica contienda. El cine constituye un espacio idóneo para afrontar esta doble dimensión: si su condición de relato lo convierte en una poderosa máquina mitográfica, su primacía visual lo hace idóneo para cristalizar imágenes memorísticas duraderas. Este libro recorre setenta años de la producción de las imágenes y los relatos de la guerra tal y como los representó el cine, desde la propaganda de choque que se forjó en pleno fragor de la batalla hasta los documentales y reportajes retrospectivos que circulan abundantemente por el cine y la televisión de hoy en día.
Las heridas de la historia es un estudio sobre la guerra civil española que se inscribe en dos ámbitos estrechamente relacionados. Melilla, la ciudad en la que se produjo la sublevación militar de 1936, episodio crucial de la historia contemporánea española, y el Protectorado de España en Marruecos. Esta dualidad favorece la reflexión sobre el legado historiográfico y su vigencia en los problemas actuales de Melilla, así como su imbricación en los contextos políticos y culturales del siglo XXI. El texto de Vicente Moga contrasta las fuentes historiográficas conocidas sobre la guerra civil con nuevas referencias documentales y bibliográficas, contextualizando de manera especial las aportaciones de los «vencidos». El libro presta especial atención a dos personajes cruciales: el capitán Virgilio Leret, jefe de la Base de hidroaviones de Atalayón, y su mujer, la escritora Carlota ONeill, cuyos destinos fueron truncados por la durísima represión que desató el Ejército africanista. Virgilio Leret fue torturado y fusilado, mientras que su mujer, separada de sus hijas, pasó en prisión más de cuatro años. Carlota ONeill escribió sus libros carcelarios como testigo de cargo, consciente de la repercusión de aquellos primeros disparos que incendiaron el mundo la tarde del 17 de julio de 1936. Sesenta y cinco años después de finalizada la Guerra Civil, este libro aspira a sacar a flote una página de la historia de España, dando paso a algunas de las cientos de voces acalladas durante los últimos cuarenta años tras un muro de silencio.
La bibliografía reciente sobre la historia dela Guerra CivilEspañola está integrada, sobre todo, por obras especializadas, destinadas a los investigadores. Faltan hoy síntesis accesibles que puedan cumplir la función que en su tiempo desempeñaron libros como los de Gabriel Jackson o Hugh Thomas, aproximando al lector medio el estado actual de los conocimientos, lo cual resulta tanto más urgente tras unas décadas en que la investigación ha aportado nuevas certezas y ha desvanecido viejos mitos. Nadie más adecuado para realizar esta tarea que el profesor Julián Casanova, catedrático dela Universidadde Zaragoza, autor de una gran visión de conjunto de la época ?República y guerra civil- y de estudios de tanta valía como De la calle al frente, El pasado oculto, La iglesia de Franco o Europa contra Europa, 1914-1945. Su nueva ?breve historia? va a satisfacer, sin duda, a los muchos lectores de sus libros.
Francia vive la Guerra Civil Española con intensidad: los alistamientos en las Brigadas Internacionales; las iniciativas de solidaridad destinadas a la República; los cambios en la política de un gobierno, que, en teoría, se constituye en uno de los artí
La perfidia de Albión relata y analiza la política seguida por el gobierno conservador británico ante la guerra civil española de 1936-1939. Con un sólido apoyo archivístico y bibliográfico, el libro examina los motivos de las autoridades del Reino Unido para formular y promover la política de No Intervención y para mantenerla intacta durante los casi tres años de duración del conflicto. También estudia la conducta de los dos bandos contendientes españoles con relación a Gran Bretaña y sus esfuerzos para preservar o modificar esa política en consonancia con sus intereses respectivos. La investigación efectuada demuestra que la No Intervención británica en España tuvo un efecto crucial en el curso y desenlace de la guerra civil y que representó una versión regional de la política general británica de apaciguamiento de las potencias fascistas en Europa.
Cuando se trata el tema de la Guerra Civil siempre vienen a nuestra mente las grandes personalidades políticas y militares protagonistas del conflicto. Estas siempre han tenido un lugar de privilegio en la historia. Sin embargo, en este libro se pone el foco en la gente común que participó y sufrió la guerra en sus propias carnes y que fueron los verdaderos protagonistas de la contienda. Las historias de vida relatadas por estas personas aportan, en general, una mayor comprensión de la Guerra Civil, y en particular un mejor conocimiento de las Fuerzas Aéreas de la República durante el conflicto, sobre todo en sus aspectos más esconocidos (vida en las escuadrillas, diversiones, estados de ánimo o la formación como pilotos, entre otros aspectos). Es la historia de unos jóvenes que en la mayoría de los casos no habían tenido ningún contacto con la aviación, que llegaron a ser pilotos militares y que sufrieron la terrible experiencia de la posguerra, en España o en el exilio. Otro aspecto importante de la obra es la visión colectiva de la contienda por parte de un grupo social organizado en una asociación, como es la de los pilotos republicanos, y por ende el de la elaboración de una memoria colectiva vivida. Y es que los que se consideran demócratas pueden sentirse orgullosos de que personas como estas nunca se sintieron vencidos. Todo un ejemplo de compromiso democrático para el conjunto de la sociedad.
La guerra civil española fue también un enfrentamiento en el que el nacionalismo jugo un importante papel en triple sentido. Primero, ambos bandos presentaron su lucha como una defensa de la patria, frente al invasor extranjero y en consecuencia el nacionalismo pasó a ocupar un lugar importante en sus respectivas culturas de guerra. Segundo, porque durante el conflicto se elaboraron visiones contrapuestas sobre lo que era y debía de ser la nación española y su relación con el Estado. Y Tercero porque los movimientos nacionalistas periféricos, se vieron impelidos a tomar partido en una contienda cuyo origen y dinámica suponían ajenos a su especificidad nacional, y por lo tanto vivieron una buena parte de la guerra como una invasión por parte de otro identificado a menudo con España.