En la presente obra se aborda el impacto que tuvo la Guerra Civil en el sector terciario, aspecto especialmente novedoso en el panorama de la historiografía existente sobre la contienda, centrada más en aspectos políticos, sociales, militares o económicos en general. Partiendo de la base de que, durante el primer tercio del siglo XX, se había producido en España un proceso de terciarización muy considerable y que dicho sector suponía un porcentaje cada vez más elevado del PIB, los autores del libro hemos creído oportuno dedicar esta monografía a un tema poco estudiado hasta la fecha. Dejando de lado el comercio, que en sí mismo merecería un libro, en esta obra se abordan sectores sumamente representativos (energía, finanzas o turismo) de lo que había sido la expansión de dicha terciarización y su influencia en la sociedad española, sobre todo, en el ámbito urbano.
Los protagonistas de estos tres relatos autobiográficos, dos chicas adolescentes y un niño, tenían dieciséis, doce y ocho años respectivamente cuando en julio de 1936 estalló la guerra civil española. Anna Pibernat, recién terminados los estudios de enfermera, se alistó como voluntaria en el Cuerpo de Sanidad de la República. Francesca Sallès, al ver cómo quemaban la iglesia del pueblo donde veraneaba, inició la escritura de un diario rogando a Dios por la victoria de los fascistas. Y Josep Torras enfermó al saber que en los enfrentamientos en las calles había muerto de un tiro su primer maestro del parvulario, un joven republicano. Ninguno de los tres ha podido olvidar nunca aquellos sucesos que cambiaron sus vidas para siempre. Sus testimonios, escritos en primera persona, desde sus propias vivencias, recuerdan lo acontecido entonces. La suma de ellos permite adivinar la magnitud de aquella tragedia. Cada voz y cada mirada de estos testigos de la barbarie entretejen la memoria plural de nuestra guerra, un drama insoslayable de la historia de España.