V. Woolf, D.H. Lawrence e K. Mansfield foron tres escritores moi relevantes do Modernismo británico. E velaí os tres: complexos, innovadores, creadores de novas formas de expresión nun mundo de entreguerras, marcado polas crise e o cambio de ideais; o novo papel da muller nunha sociedade británica en quen a loita de clases e a deconstrución do Imperio chaman xa ás portas cunha nova orde.
Puede parecer que este libro trata sobre libros ?sobre su almacenamiento, las distintas formas de robarlos, los vicios que suscitan o sus digestiones?, pero la realidad es otra. Se trata de un panegírico. Una apología de la lectura. Una alabanza del lector (...) Gladstone y Roosevelt, Wharton y Woolf, Roberts y Carroll son aquí «lectores». Esta es la clave de los textos que reunimos en este volumen. A veces podrá darnos la sensación de que se enfrascan en otras cuestiones, pero quien preste atención observará cómo no logran reprimir del todo una sonrisa furtiva al saberse entre iguales. Porque, como los tahúres de Las Vegas, estos lectores saben que lo que pasa en los libros se queda en los libros.
Novela difícilmente clasificable llena de andanzas, de encanto y de maravillosa extrañeza, " Orlando " (1928) narra los avatares a lo largo de más de trescientos años de quien empieza siendo un caballero de la corte isabelina inglesa y acaba siendo mujer en el siglo XX. Producto en parte de la ambigua pasión de Virginia Woolf (1882-1941) por Vita Sackville-West y antecedente singular del realismo fantástico, la historia de su protagonista, ambientada siempre en sugerentes escenarios e impregnada por la particular obsesión de su autora por el transcurso del tiempo, se desliza como un deslumbrante cuento de hadas ante los fascinados ojos del lector. La presente edición incorpora las ilustraciones de la edición original que forman parte del propio juego literario y se presenta en una nueva traducción, clara, exigente y escrupulosa. Traducción de María Luisa Balseiro
Que el perro sea o no el mejor amigo del hombre, según un antiguo dicho, posiblemente está todavía por saber. Lo que sí se sabe con certeza es que las relaciones de los perros con los hombres han inspirado una vasta literatura. En esta selección de relatos breves, nos encontraremos con escritores de la talla de G. K. Chesterton, Hugh Walpole, Virginia Woolf, Rudyard Kipling, Jack London, etc., que intentaron ver cuál era realmente el nexo entre seres tan distintos. Cada cual nos ofrece una respuesta diferente. Desde la épica apasionada de London hasta la amarga fábula de Walpole, pasando por el humor fresco y vital de Jerome K. Jerome, o el lirismo arrebatador con que Virginia Woolf nos cuenta el final de Flush, el perro de Robert Browning y Elisabeth Barrett Browning.
Tres relatos de Virginia Woolf son los que componen este libro y que muestran lo que a ella le gustaba denominar momentos de existencia. En ellos, personajes y acciones quedan supeditados a imágenes poéticas, alejadas de las banalidades de la vida. En «Kew Gardens» ambientado en el fabuloso jardín botánico de Londres, nos introduce, como diría T. S. Eliott, en «un montón de imágenes rotas» que van desde el movimiento perezoso de un caracol a las conversaciones de los paseantes por el jardín. En «Una casa encantada», publicado por primera vez en la antología Monday or Tuesday, reescribe un tradicional cuento de fantasmas. Una pareja recibe la visita de unos espectros que ponen en evidencia el mundo de lo superficial. En el tercer cuento, «La marca en la pared», hace uso del monólogo escrito en primera persona para hacernos volar de un recuerdo a otro, teniendo como origen la marca en la pared de su habitación. Acompañan a estos magníficos cuentos las ilustraciones de Elena Ferrándiz, que consiguen sumergirnos en el personal mundo de Virginia Woolf a través de un trabajo lleno de metáforas y símbolos maravillosos.
La novela más popular de Virginia Woolf. Los Pargiter, una típica familia burguesa, recorren en estas páginas un periodo de tiempo comprendido entre los últimos estertores de la era victoriana y los primeros años treinta. Y en el seno de su hogar se dramatizan las tensiones históricas, sociales e ideológicas de esa época de transición y niebla, cuando un mundo y una idea de la civilización se desmoronaban para dar paso a un tiempo nuevo y lleno de incertidumbre. La guerra, la estructura patriarcal, el capitalismo, el Imperio o el auge del fascismo son algunas de al sombras que se proyectan en las paredes de la casa de esta familia inglesa, emparentada, podría decirse, con los Bunddenbrook, la familia alemana creada por Thomas Mann en su novela homónima. Reseña:«Una fantasía brillante sobre los problemas de todos los tiempos: la edad y la juventud, los cambios y las permanencias, las verdades y las ilusiones.»The Times Literary Supplement
«He conocido perros malvados y bondadosos, estúpidos e inteligentes, pero no podría vivir sin ellos. Los griegos decían que una casa no es un hogar si no tiene una golondrina anidando bajo su alero, y en mi opinión una casa no es un hogar si no tiene un perro.» Gerald Durrell «Tal vez los perros, cuya devoción excede a la de la mayoría de amantes, sean capaces de recoger las vibraciones telepáticas de sus amados dueños que piensan y se preocupan constantemente por ellos.» Jilly Cooper Que el perro sea o no el mejor amigo del hombre, según un antiguo dicho, posiblemente está todavía por saber. Lo que sí se sabe con certeza es que las relaciones de los perros con los hombres han inspirado una vasta literatura. En esta selección de relatos breves, que se abre con el magnífico prólogo de Gerald Durrell, nos encontraremos con escritores de la talla de G. K. Chesterton, Hugh Walpole, Virginia Woolf, Rudyard Kipling, Jack London, etc., que intentaron ver cuál era realmente el nexo entre seres tan distintos. Cada cual nos ofrece una respuesta diferente. Desde la épica apasionada de London hasta la amarga fábula de Walpole, pasando por el humor fresco y vital de Jerome K. Jerome, o el lirismo arrebatador con que Virginia Woolf nos cuenta el final de Flush, el perro de Robert Browning y Elisabeth Barrett Browning.
El Londres literario, el Londres refugio e inspiración de tantos escritores, asoma a estas deliciosas páginas como una muestra de la escritura de Virginia Woolf en todas sus facetas: ficción, ensayo, artículos La vida y la obra de Virginia Woolf siempre aparece impregnada de la vibrante atmósfera londinense. El bullicio de sus calles, el ruido del tráfico, la serena majestuosidad de sus edificios, sus tiendas y librerías, los personajes que, como ella misma, dibujan el alma literaria de una ciudad pueblan estos relatos. En estos textos, y también en sus Diarios, confiesa el placer que siempre le procura deambular por su ciudad, arriba y abajo, con esa atención flotante que va desde los atestados ómnibus, hasta la vista majestuosa desde una colina de ese Londres compactado en sustratos, amalgama brumosa de los tumultos de su historia.
Singular biografía, la de Orlando se desarrolla entre la época isabelina y el siglo XX y además, a mitad de camino, cambia el sexo de su protagonista. Sólo una agilidad narrativa como la de Woolf podía trenzar un juego literario semejante, y sólo Borges podía traducirlo con fidelidad al espíritu que lo anima.