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VIRGILIO PIÑERA. POESÍA (PIÑERA, VIRGILIO / ARETA, GEMA (ED.))
"Si la poesía en Virgilio Piñera está ligada a los orígenes, a sus orígenes (“Fue lo primero por lo que le dio” dice su hermana Luisa, citando un antiguo poema titulado “Invitación al suicidio”), es cierto que siendo un hombre espectacular siempre tuvo plena conciencia de los diferentes papeles desempeñados, de esa máscara (o máscaras) que “nos impide, en tanto que hombres, ser auténticos” […]. La independencia de su lírica había sido ganada, además, en combate atroz contra Lezama Lima, en las heridas nunca cerradas de aquella contienda quizás residan no solo su silencio sino la proyección dada a sus otras maneras creativas; o puede que la “tragedia de la palabra” se hubiese resuelto trasladando el centro de gravedad lírica del poema al cuento, al teatro, a la novela o al ensayo."

INSULAR CORAZÓN . VIRGILIO PIÑERA, 1912-2012
Uno de los cansados ritos que impone la tradición es la conmemoración de un centenario: ya sea éste el natalicio de un escritor o la celebración de una fecha. Pero más allá de la marca temporal que apenas lo ilumina para desaparecer, la obra del escritor perdura en la memoria de los lectores construyendo su identidad civil frente a la imaginaria épica colectiva de la Historia. La única geografía que el escritor conoce, aquél que escribe y se escribe, es la libertad.

TEATRALIDAD Y CULTURA POPULAR EN VIRGILIO PIÑERA (PINO, AMADO DEL)
En esta indagación Amado del Pino ahonda -con un lenguaje que se mueve entre el rigor del ensayo y el desenfado de la crónica- en dos universos esenciales para Virgilio Piñera. Está aquí el compromiso del autor de Aire frío con el resultado escénico de sus textos; se aprecia además la sabiduría teatral de Piñera que transmite a algunos de sus cuentos y poemas. Del Pino se centra también en la poco estudiada pasión de Piñera por la espiritualidad popular; las creencias, costumbres, el consumo de cultura (de la décima cantada al cine de barrio), la riqueza de la voz y el gesto del cubano de a pie. Aunque se aborda casi toda la producción dramática piñeriana, el análisis más detallado se consagra a las obras menos conocidas o tardíamente publicadas, escritas buena parte de ellas en los años de exclusión y silencio que no lograron doblegar la tenacidad creadora de uno de los escritores esenciales del siglo XX cubano. “El libro que el lector tiene ahora entre sus manos es una sustancial aproximación a la teatralidad y las raíces populares en la obra de Virgilio Piñera. A cien años del nacimiento de uno de los escritores más importantes de Cuba y de Latinoamérica, este libro enfoca, revela, una zona importante y aún desconocida de una obra importante y todavía bastante desconocida. […] Alguien ha dicho que a Del Pino “le obsesionan las frases populares y la psicología del hombre común”. No sé si sea cierto. Hablar de obsesión quizá signifique hablar de una inquietud, de la exploración de algo que parece ajeno. Instalado en esa “poesía de la crudeza”, donde “de lo ridículo a lo sublime no hay más que un paso”, Amado del Pino se encuentra en su lugar adecuado para percibir ese lado “cultura popular” (¿por oposición a Alta Cultura?) en la obra de un hombre para quien estas categorías parecían carecer de sentido”. Amado del Pino (Tamarindo, Cuba, 1960). Graduado de Teatrología y Dramaturgia del Instituto Superior de Arte en 1982. Ha escrito, estrenado y publicado las obras Tren hacia la dicha, El zapato sucio (Premio de Dramaturgia Virgilio Piñera 2002 y Premio de la Crítica Literaria 2003), Penumbra en el noveno cuarto (Premio de Teatro José Antonio Ramos de la UNEAC 2003), Sueños del mago (ensayo, Premio de Teatrología Rine Leal 2003), entre otras. Ha incursionado también en la escritura de guiones para el cine y la televisión. Sus textos forman parte de antologías en Cuba, Argentina, México, Brasil, Puerto Rico, República Dominicana, y han sido traducidos al griego, al italiano y al portugués. Ha impartido talleres y conferencias en universidades de América Latina y España y ha sido jurado de los más importantes concursos de dramaturgia de Iberoamérica. En 2008 obtuvo el Premio Internacional de Periodismo Miguel Hernández y ese mismo año, el Carlos Arniches de Teatro (ambos en España), por su obra Cuatro menos. Su texto Reino dividido se estrenó en La Habana en 2010 y realizó una gira por varias ciudades españolas. En 2012 Penumbra en el noveno cuarto fue llevada al cine con éxito de crítica y público.

VIRGILIO PIÑERA . POESÍA, NACIÓN Y DIFERENCIAS (JAMBRINA PÉREZ, JESÚS)
El estudio que presentamos explora la poética de Virgilio Piñera (1912-1979) en diálogo con las tensiones culturales e históricas del contexto en el cual vivió el autor de La isla en peso (1943). Jambrina subraya la relación crítica que Piñera sostuvo con definiciones acerca de la literatura, el concepto de nación y dentro de ella el protagonismo de las subjetividades marginales. Se trata de un acercamiento a la escritura piñeriana desde los estudios culturales, la perspectiva queer y el nuevo historicismo, preguntando por el contenido de lo que Cintio Vitier llamó el vacío en la poesía piñeriana. El resultado es un análisis donde Jesús Jambrina deconstruye los mitos negativos sobre Piñera y propone leer la obra del autor de La vida entera (1969) como un todo en movimiento. “Jesús Jambrina ha investigado a fondo la obra de Virgilio Piñera. No es posible dudar que no sea un entendido en la materia; sus juicios críticos y conclusiones previas sobre la poética de Piñera conducen al lector hacia una singularidad que tiene que ser tomada en consideración. El compendio que ahora nos entrega es algo más que un análisis literario. Jambrina apunta, además, a las consecuencias de la poesía de Piñera dentro del entorno en que se desenvolvió el que fuera llamado poeta maldito. Este rastreo literario-socialhistórico llevado a cabo por el autor contribuirá a fomentar nuevos enfrentamientos críticos con la obra de un escritor cubano del que desde siempre ha sido imprescindible su lectura”. Humberto López Cruz (Universidad Central de la Florida)

CUENTOS FRIOS (PIÑERA, VIRGILIO)
Se puede definir a Virgilio Piñera como un incomprendido, estrafalario, inadaptado, desconocido. Un inadaptado que nunca logró o quiso integrarse al mundo que lo rodeaba. Un incomprendido cuya literatura nunca fue verdaderamente entendida mientras estuvo con vida. La narrativa de Piñera alcanzó cotos muy altos en el tratamiento de la ironía, el absurdo, el antiheriosmo y lo cotidiano, pero lo hizo antes de tiempo: fue un adelantado. Se podría definir su vida como la de un iconoclasta: alguien que paga cara su herejía, para al final, después de muerto, convertirse en ídolo. Este volumen de cuentos tiene como eje fundamental el libro Cuentos fríos, y además se incluye una sustantiva selección de cuentos provenientes de El que vino a salvarme, Un fogonazo y Muecas para escribientes; así como algunos que no habían sido publicados antes.

LA ISLA EN PESO (PIÑERA, VIRGILIO)
Virgilio Piñera, uno de los grandes poetas cubanos, es, junto a Lezama Lima, el mejor representante de la generación literaria surgida en torno a la legendaria revista Orígenes. Maestro de maestros, hoy en día su obra es objeto de culto en toda Hispanoamérica y, él mismo, toda una leyenda. En La isla en peso el también escritor y poeta cubano Antón Arrufat reúne y prologa, en un intento de ordenar su legado, las dos selecciones que hizo el propio autor de su obra: La vida entera, con sus poemas de juventud, y Una broma colosal, publicado póstumamente, con los de los últimos diez años de su vida. Se incluyen además algunos poemas que Piñera nunca rechazó y que completan así el corpus de su obra.Virgilio Piñera se consideraba un poeta secreto, incluso, irónicamente, un «poeta ocasional», y se negaba a difundir en público sus composiciones. Sin embargo, la lectura de sus versos nos permite comprobar la grandeza de su obra poética, a la vez descreída y apasionada, barroca y coloquial, esencialmente centrada en el debate lacerante entre vida y literatura. Como dice Arrufat en el prólogo, esa dicotomía se manifiesta «en la apreciación del cuerpo humano por encima del alma, de la realidad sin ornamentos y de la búsqueda del momento vital anterior a las valoraciones éticas, religiosas o filosóficas». Sólo en su última etapa parece recuperar Piñera su valoración de la literatura y del artista, a quien considera creador supremo de algo decisivo para el hombre, descifrador necesario, por más que repudiado o mutilado, de la irrealidad de lo real.