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Resultados de la búsqueda para: Vargas Llosa Mario
Un libro cargado de experiencias que se nos muestran desnudas y sinceras, sin recurrir a la ficción, acompañadas tan sólo de la prosa hipnótica, reveladora y magistral de Mario Vargas Llosa. El pez en el agua recorre dos épocas en la vida de Mario Vargas Llosa que enmarcan buen parte de su producción literaria. En la primera, desde sus primeros años hasta su partida a Europa, asistimos al nacimiento de una vocación literaria y descubrimos muchas de aquellas vivencias que serán el mimbre de tantas novelas. La segunda es la crónica de la aventura política en la que el autor se embarcó entre los años 1987 y 1990, cuando se presentó como candidato a las elecciones presidenciales del Perú. Reseña:«Hay que leer El pez en el agua, un libro capital en su bibliografía en el que está la sustancia de lo que dice el jurado que le concede el Nobel: el Vargas Llosa que mira al poder desde dentro o desde sus orillas, y el que sigue maravillado y aterrado ante algunos de los elementos más sobresalientes de su niñez y de su juventud.»Juan Cruz, El País
Estas crónicas son el resultado de un viaje a Israel y Palestina que Mario Vargas Llosa realizó con su hija Morgana a raíz de la decisión de Ariel Sharon de desalojar los asentamientos de Gaza. «Estos textos fueron escritos en Israel, la franja de Gaza y los territorios ocupados de Cisjordania a mediados de 2005. Fui allí con mi hija Morgana para tratar de averiguar si la decisión unilateral de Ariel Sharon de desalojar los asentamientos de Gaza abría una nueva perspectiva de paz en la región y la manera como palestinos e israelíes reaccionaban antes esta iniciativa. Aunque el territorio es tan pequeño que un viajero puede circunvalarlo entre el desayuno y la cena, en la actualidad resulta complicado recorrerlo -a veces pesadillesco- por las barreras militares y el muro que lo cuadrillan y las colas, los controles y los interrogatorios que en cada uno de estos puntos demoran el tránsito. A pesar de ello, la experiencia resultó fascinante porque en ese rincón del mundo la historia parece más potente y la vida más intensa que en cualquier otro lugar. Las leyendas son fieles en espíritu a las informaciones recogidas de viva voz de boca de sus protagonistas, pero ellas resumen en unas frases lo que a veces fueron conversaciones de muchas horas, y, a veces, confesiones sueltas y monólogos desordenados. Mis textos omiten muchas cosas y recrean otras pero no creo haber tergiversado en ellos -no conscientemente en todo caso- nada esencial de lo que palestinos e israelíes me dijeron.» Mario Vargas Llosa
Vargas Llosa crea una sátira exquisita de la literatura rosa y de la novela popular que tanto éxito ha tenido en los países de habla hispana, al tiempo que cuestiona la hipocresía, el racismo y el clasismo de la sociedad limeña de la época, con la maestría a la que ya nos tiene acostumbrados. «El género novelesco no ha nacido para contar verdades, éstas, al pasar a la ficción, se vuelven siempre mentiras.»Mario Vargas Llosa Ya en el título de esta novela de Mario Vargas Llosa, publicada en 1977, se recoge la doble historia en que se vertebra su argumento: por un lado, la relación amorosa del joven escritor Varguitas con una mujer de su familia mayor que él, la tía Julia; y por otro, la desaforada presencia del folletinista Pedro Camacho en la misma emisora de radio donde Varguitas trabaja. La noble pasión amorosa entre la tía Julia y el aprendiz de novelista, que la sociedad limeña de los años cincuenta trata por todos los medios de impedir, se combina en esta novela de Vargas Llosa con las narraciones truculentas del folletinista de las ondas. El contrapunto de una encendida pasión con aires shakesperianos y su correlato melodramático y la inesperada confluencia del devoto de la alta literatura y el escribidor rastrero son algunas claves de esta narración mayor de Mario Vargas Llosa. La tía Julia y el escribidor reúne el interés de los relatos de aventuras, donde la atención del lector queda sujeta a un final feliz continuamente postergado, y el más desternillante y grotesco pasatiempo, gracias sin duda a las divertidas aportaciones del escribidor Camacho, uno de los grandes personajes del novelista peruano.
1967 fue un año mágico para Mario Vargas Llosa. Además de la publicación de Los cachorros, el peruano recibió el Premio Rómulo Gallegos, asistió en directo a la eclosión del boom junto con su nuevo amigo Gabriel García Márquez, participó en el XIII Congreso del Instituto Internacional de Literatura Iberoamericana en Caracas , mantuvo en agosto encuentros multitudinarios con escritores y numeroso público general que abarrotaba grandes salas, y en septiembre, para terminar el ciclo, su periplo culminó en varias entrevistas multitudinarias en Lima, también con García Márquez, en unas jornadas que, cincuenta años después, todavía se recuerdan en la capital peruana. Todo ello pudo desviar la atención sobre su nueva obra, de la que no puede decirse que sea menor . Los cachorros debe ser estudiada y leída en el contexto de las novelas del peruano de los años sesenta y setenta, signadas por la ansiedad de la experimentación, y por la necesidad de ofrecer a los lectores un nuevo universo que no tuviera tanto que ver con el contenido como con el estilo y las técnicas narrativas. Son las novelas que han hecho de Mario Vargas Llosa merecedor del Premio Nobel y del prestigio de que goza en la actualidad. La historia de Pichula Cuéllar no deja a nadie indiferente, en una Lima llena de convenciones que es necesario desenmascarar
Edición crítica con estudio introductorio y guía de lectura. Si en el contexto de las actitudes, las tramas, los modelos de personajes y la conciencia crítica, los cuentos de Los jefes significan un anuncio de lo que serán sus novelas posteriores, en el ámbito del estilo ocurre lo mismo. Las audacias técnicas que descubrimo s desde La ciudad y los perros, y comprobamos aumentadas, al menos hasta La guerra del fin del mundo, en los años ochenta, comienzan a vislumbrarse en esos relatos que piden, además, espacios más amplios. Por otro lado, frente al realismo mágico, que triunfa en la década de los sesenta, y es considerado por la crítica como un modelo propiamente hispanoamericano, la escritura de Vargas Llosa huye de elementos míticos o fantásticos y se instala más bien en un realismo que trata de dar una visión totalizadora de la realidad, y concentra todos los esfuerzos en los logros técnicos, antes que en los anecdóticos o argumentales
el periodista y escritor juan cruz ruiz no ha dejado de dialogar con mario vargas llosa a lo largo de casi treinta años. algunos de esos diálogos fueron publicados en la prensa, otros se emitieron por la radio o tuvieron lugar en actos públicos que queda