Sobre las biografías, habla el propio Twain a propósito de su proyecto de autobiografía: ?llegado a este punto me asalta una duda: teniendo antepasados tan brillantes, ¿merece la pena contar una vida tan banal como la mía? Supongo que lo más razonable será no contar nada de mí, salvo que me cuelguen. Si muchos otros biógrafos hubieran hecho lo mismo: limitarse a hablar de sus antepasados y no escribir nada de sí mismos hasta que no les ocurriera algo relevante, el público lector habría salido ganando, ¿no cree?.
Los mejores cuentos del autor de Las aventuras de Tom Sawyer y Huckleberry Finn. Este volumen reúne los mejores relatos de Mark Twain, un género con el que afiló su narrativa y ganó lectores a millares. Sus cuentos se caracterizan por estar hábilmente tramados, por su inventiva inagotable, por sus personajes inolvidables y por un tratamiento del lenguaje que retrata a la perfección la vida en Norteamérica. Genio y figura, el propio Twain los defendías así: «Me gusta una buena historia bien contada. Por esa razón, a veces me veo obligado a contarlas yo mismo.» Ernest Hemingway dijo...«La literatura estadounidense nace con Twain. No había nada antes. No ha habido nada igual de bueno desde entonces.»
Escritas en 1906, y censuradas por sus herederos hasta 1963, estas consideraciones sobre la religión son una lectura sorprendente y original; un conjunto de pensamientos -en ocasiones ácidamente críticos, otras, crueles e incluso irreverentes- que no deja indiferente.
"Reflexiones contra la religión" es un breve texto de 1906, de los considerados malditos, que no fue publicado hasta 1963 más de cincuenta años después de la muerte de Mark Twain, ya que su hija Clara siempre se opuso a ello. Aquel año, ya vieja y enferma, aceptó que se publicara junto a otros textos inéditos de su padre. Es ésta una obra apasionada sobre la naturaleza y el carácter de Dios, la sinrazón y la pobreza inventiva de la Biblia. Mark Twain no duda en afirmar: los actos de Dios revelan su naturaleza injusta, avarienta, despiadada y vengativa; la creación del Infierno es su prodigioso crimen; detestaríamos y denunciaríamos a un padre terrenal que infligiera a su hijo la milésima parte de los dolores y miserias que Él dispensa a sus hijos cada día. Dios es fuente de toda misericordia, pero no hay un solo caso en la historia en que Él haya mostrado tal virtud.
Mark Twain, uno de los humoristas más grandes de todos los tiempos, nos muestra en dos personajes antagonistas cómo la vida, en realidad, no es como debería ser. "Historia de un niñito bueno" e "Historia de un niñito malo" guardan ya el sabor de los mejores momentos de la ironía característica de su obra tardía: Jacob es obediente y bien portado pero, curiosamente, todo le sale mal; en cambio Jim es malicioso y travieso pero siempre termina por salirse con la suya. Dos historias para saborear con un buen sentido del humor.
El autor recorre en La travesía del Pacífico (primera entrega de su viaje), las islas Fidji, Nueva Zelanda y Australia, y con su visión humorística describe con sencillez y melancolía, pero también con ironía punzante los hábitos y costumbres de los nativos y colonizadores del siglo XIX en las por aquel entonces colonias o áreas de influencia inglesa. En India (segunda entrega de su viaje), el autor recorre Ceilán y todo el subcontinente indio colonial, incluyendo las áreas que con el tiempo devendrán las futuras naciones de Pakistán y Afganistán. En el tercer volumen de Viaje alrededor del mundo, siguiendo el Ecuador, Twain llega a Suráfrica tras haber recorrido las islas del pacífico, visitado Nueva Zelanda, Australia e India. Sus descripciones de un territorio donde se enfrentan ingleses, Boers y zulúes, y de sus costumbres, están llenas de ironía. Sigue añorando un mundo primitivo que está dejando de serlo por causa de sus colonizadores, los ingleses, y aunque le sería fácil identificarse con los Boers, tampoco éstos escapan a su visión humorística y sarcástica pues encarnan un sentido rígido de la vida, lo que para un hedonista como Mark Twain no puede por menos que sorprenderle, ya que le recuerdan a los colonizadores de su país, Estados Unidos.
C?est l?histoire d?un chercheur d?or nomme? Mark Twain, parti de Saint- Louis, Missouri, arrive? a? Virginia City, Nevada, quelque part entre 1856 et 1865. Un voyage qui devait se faire en trois mois aller-retour, dont quatre semaines en compagnie de son fre?re. Et qui se transforma en un pe?riple de sept ans, seme? d?incroyables aventures, tout au long des 3000 kilome?tres qu?une diligence faisait alors en 22 jours, et qu?une voiture ou un train parcourent aujourd?hui en seulement 26 heures.