Campanella mantiene un diálogo con otras utopías políticas, como las de Platón y Tomás Moro, y con las obras de otros teóricos políticos. En este libro se dan cita las tensiones que recorren esta disciplina, destacando el desgarramiento entre lo que es y lo que debe ser, o más estrictamente, un pensamiento que se encarga del sufrimiento y la desolación de los individuos en las sociedades modernas.
Una utopía es una obra de carácter imaginario que comprende la narración de un viaje, la descripción de un país exótico y la exposición de un sistema social no conocido. La Ciudad del Sol es una utopía en sentido estricto, es decir, una propuesta doctrinal relativa a una sociedad ideal. La obra tiene forma de diálogo entre un genovés, antiguo piloto de Colón, y un hospitalario, en el que el primero informa ampliamente sobre su estancia en la Ciudad del Sol, con referencias pormenorizadas a la organización del espacio físico, la estructura social y política, la religión y las formas de convivencia, en las que destaca el igualitarismo, la comunidad de mujeres o el papel de la astronomía y la astrología. La Ciudad del Sol es una utopía pura y seria. Representa una sociedad que se quiere perfecta, una teocracia con un príncipe elegido entre pocos, una comunidad jerarquizada y sujeta a normas, que recuerdan a las órdenes monásticas o las reglas militares. Es también una antítesis, que muestra los abusos y las injusticias de la sociedad real. En definitiva, una crítica de la sociedad existente y el augurio de una nueva edad de oro. Pese a la diferencia de época y contexto intelectual, se puede encontrar denominadores comunes con determinadas propuestas del socialismo utópico, como la igualdad de tipo comunista, la elevación humana a través de la educación, la creación de condiciones para una vida segura y solidaria a través de unos servicios públicos accesibles para todos y de un urbanismo apropiado.
"La Ciudad del Sol" del dominico Tommaso Campanella (1568-1639) es una de las obras clásicas del género utópico. Con sus escritos, su autor luchó toda su vida por una libertad fuertemente recortada por las autoridades eclesiásticas y civiles. Su obsesión fue mostrar que la racionalidad está presente en todas las cosas; que el mundo es la Razón eterna de Dios, y Cristo es esa Razón encarnada. La presente traducción ha sido realizada sobre el original italiano, incluyéndose algunas variantes importantes que se encuentran en las versiones en latín, corregidas y completadas por el mismo Campanella.