Resultados de la búsqueda para: Soledad Puértolas





MI AMOR EN VANO (PUÉRTOLAS, SOLEDAD)
Esteban, un joven que sobrevive a un accidente de tráfico, debe plantearse la vida de una forma nueva. Tendrá que vivir desde el combate contra el dolor y desde la limitación, por lo que se desvincula de su vida anterior, de su familia y de sus amigos, y se va a vivir solo a un barrio distinto. En el nuevo contexto, el Centro de Rehabilitación al que acude diariamente será el principal referente. Entre sus nuevos vecinos, una familia compuesta por Dayana, una mujer madura que ha sido actriz, cantante y modelo de artistas, Eugenio, su marido, alcohólico y periodista deportivo, y su hija Violeta, que se dedica a hacer arreglos de ropa y collares, va acercándose más y más a él. Teresa, una mujer asidua del Centro de Rehabilitación y dueña de un temperamento arrollador, irrumpe en su mundo. Esteban, envuelto en una red de relaciones humanas complejas e intensas, atisba muchas vidas rotas, vidas gastadas que aún sueñan con recuperar los sueños. La pasión ocupa un importante lugar. Sueños, ambiciones, traiciones, infidelidades conyugales, luces y sombras. Una nueva visión de la vida en la que cabe el dolor, la frustración, la pérdida, la soledad. La revelación, el instante político, se revela como imprescindible. Soledad Puértolas ahonda en un universo que siempre le ha interesado: la emoción, la pasión que nos mueve a los seres humanos, las atracciones y las simpatías, la búsqueda de sentido a la lucha contra la amargura, el fracaso, el dolor y la limitación, la sed de belleza, la ilusión del amor. «Fascinante universo, entre tierno y amargo, a medio camino entre la desolación y la esperanza» (Jesús Ferrer, La Razón). «El estilo de Puértolas: la sutileza en lo que se dice y en lo que queda detrás» (J. M. Pozuelo Yvancos, ABC). «Su novela más lograda» (Domingo Ródenas, El Periódico).

CHICOS Y CHICAS (PUÉRTOLAS, SOLEDAD)
En este extraordinario libro de relatos ?el séptimo en su haber?, la voz narrativa de Soledad Puértolas se expresa en tercera persona y cobra el tono de las narraciones clásicas, cuando el narrador, por encima de todo, perseguía la magia, la seducción inherente a la misma narración, independientemente de lo que se contara. Sin embargo, la cercanía que implica la primera persona, los relatos contados por quien los protagoniza, no se ha perdido. Ha alcanzado un matiz nuevo. Quizá de mayor serenidad, de mayor hondura. Sin que falte el humor, que recorre todos los relatos, y que en algunos de ellos hace que se acentúe nuestra sonrisa. Son relatos que tratan de encuentros, de desencuentros, de reencuentros. De chicos y chicas. De parejas que se separan, de traiciones, envidias e ilusiones, de mitos de adolescencia, de ideales de juventud, de las perplejidades de la madurez, del extrañamiento de la vida. Hay hijas que veneran a sus madres, madres que desconfían de sus hijas o de sus yernos, hay perros que se encaraman a las novias de sus dueños, hay horas de calor y de amor en el interior de una caravana en un camping, horas arrancadas a la vida oficial, de todos conocida, horas secretas. Y horas que, aun estando a la vista de todos, nadie ve. Sólo la voz que narra, que escoge ese momento y lo detiene. Un antiguo amor, una niña de la mano de su madre, las olas del mar enroscadas a los tobillos. No hay nadie en la playa todavía. Recuerdos, premoniciones, ensoñaciones. Realidades que nos sacuden. Personas que irrumpen, que se van sin decir adiós. Silencios que sólo pueden llenarse con sueños. Personajes de todas las edades que, de pronto, se sitúan a un lado del camino, ven el paso de los otros, y no saben si han vivido ya ese momento o es algo que aún está por venir.

LÚCIDA MELANCOLÍA (PUÉRTOLAS, SOLEDAD)
Pío Baroja ya existía en las excursiones familiares de la niña Soledad Puértolas, pero cuando lo empezó a leer y a estudiar en profundidad se fue haciendo amiga del novelista que cuidó exquisitamente a los personajes femeninos, esas mujeres melancólicas y únicas, que trazó con «un respeto esencial». Desde su primera obra editada, El Madrid de ?La lucha por la vida?, hasta Lúcida melancolía han transcurrido más de cuarenta años de «silenciosa» amistad entre la autora y Baroja.

EL FIN (PUÉRTOLAS VILLANUEVA, SOLEDAD)
En el cuento que da título a este nuevo volumen de relatos de Soledad Puértolas, una madre, tras contarle por teléfono a su hijo un incidente que le hace entrever la ancianidad, el descontrol de la vida, le dice: «Esto es el fin.» El hijo, un hombre casado, con hijos, en plena edad adulta, recién llegado a casa después de una larga jornada de trabajo, le responde: «¡Qué fin ni qué nada! Ha sido un incidente desagradable, sólo eso...» Cuelga el auricular y da un trago a su bebida. Pero la sensación de ese fin que ha percibido su madre se queda en el aire de la casa, mientras sus hijas duermen o quizá leen cuentos en su cuarto y su mujer deambula por alguna parte. Esta sensación de estar al borde de un acabamiento, de algo que se trunca, que se interrumpe, que deja de existir, está muy presente en estos relatos. Como también a la vez, la impresión de que hay algo después de ese fin, no se sabe qué, porque en realidad no existe el fin, un fin es siempre otra cosa. En el cuento «Mesas», una mujer sale de su confinamiento sin imaginar qué le espera mientras recorre las calles, mientras huye. En «Lord», es el regreso a casa lo que puede dar paso a otro episodio en la vida de la protagonista. En «El Dandi», se rememora una relación amorosa muy breve que, pese a su corta duración, adquiere, en el recuerdo, una dimensión mucho más amplia, envolvente. En su nueva entrega, Soledad Puértolas –una escritora tan excelente en el ámbito de las novelas como en el de los cuentos– hace hincapié en unos sentimientos y sensaciones que sin duda responden al espíritu de los tiempos, donde las catástrofes, los derrumbamientos, la precariedad de los equilibrios, están manifiestamente presentes y nos obligan a vivir con un alto grado de incertidumbre y desasosiego, y, a la vez, a buscar un diamante entre las sombras, un oasis en el desierto.

MÚSICA DE ÓPERA (PUÉRTOLAS, SOLEDAD)
Todas las familias guardan secretos. Esta novela cuenta la historia de tres generaciones de una familia de provincias marcada por algunos de ellos. Desde los turbulentos años de la guerra civil hasta la última etapa del régimen franquista, los inolvidables personajes de esta Música de ópera nos desvelan las heridas y preocupaciones que no se les ha permitido mostrar. A todos ellos, generación tras generación, les ha tocado vivir tiempos oscuros, pero siempre ha habido ráfagas de luz y brechas por las que se ha colado el amor. Tres serán las mujeres a las que llegaremos a conocer más: doña Elvira, a quien la vida ha puesto en una situación de comodidad y privilegio y a quien la guerra civil sorprende lejos de España y de sus hijos; Valentina, una joven huérfana abocada a depender de la generosidad de sus parientes; y Alba, una chica enfermiza que empieza a asomarse a la vida, dejando atrás la adolescencia. A través de la percepción que tienen del mundo, se configura un panorama lleno de enigmas y ajeno a toda clase de maniqueísmo. En Música de ópera, la historia de los hechos conocidos, marcada por hitos que aparecen en los periódicos ?el estallido y el final de la guerra civil, la visita del presidente de los Estados Unidos, la Revolución Cubana, los tanques rusos aplastando la primavera de Praga?, se entrelaza con los conflictos internos de los personajes: la vida está hecha de dolor, de incomprensión, de alegrías y secretos, parecen decirnos. Hay muchas clases de amor, y hay que querer y saber buscarlo, dicen también. Como es habitual en los textos de Soledad Puértolas, las sugerencias, las historias que se vislumbran, las zonas en penumbra, la dificultad de juzgar a los otros y lo inasequible de la intimidad marcan el tono de una novela tan sutil como ambiciosa, de trazo finísimo, que seduce y atrapa por la naturalidad y el ritmo envolvente del estilo literario tan característico de su autora. Una novela evocadora, una historia de secretos familiares, rencores, traiciones, guerras, ruinas y lealtades. Una mirada hacia el pasado en busca de claves que permitan comprender el presente. No justificarlo, pero sí entenderlo. O, al menos, asomarse a la posibilidad de la comprensión.