El mundo hispano es un mundo policéntrico que admite una diversidad y una interseccionalidad de corrientes y tradiciones intelectuales, culturales, políticas, históricas y de género transformadoras. Dos de ellas revelan tendencias innovadoras en tradi
El neobarroco, señalado por diversos críticos -Omar Calabrese e Irlemar Ciampi, entre otros- como una de las tendencias del arte contemporáneo, es analizado en este ensayo en tanto destacado componente de la literatura cubana del siglo XX. Los autores investigan las características de la poética neobarroca en grandes maestros de la lengua castellana como José Lezama Lima, Alejo Carpentier, Nicolás Guillén y Severo Sarduy. Su exploración se realiza desde el exhaustivo análisis de la actitud ante el idioma de estos autores cubanos, con el objetivo de establecer el modo en que postura neobarroca y una voluntariosa conciencia lingüística resultan inseparables en sus obras.Es una obra con un amplio reconocimiento internacional. En 2007 obtuvo Mención de Honor en IV Concurso Hispanoamericano de Ensayo René Uribe Ferrer, convocado por la Universidad Pontificia Bolivariana de Bogotá y el Instituto Cervantes de Madrid. En 2008 fue finalista en el Concurso Literario Fray Luis de León (Consejería Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León, España). En 2010 alcanzó la Primera Mención en el Concurso Casa de las Américas (La Habana, Cuba)
La literatura cubana del exilio, en un principio rechazada por la crítica y por los ambientes universitarios, más por razones políticas que intelectuales o académicas, ha acabado por ocupar el lugar que le corresponde. A través de la obra y del itinerario vital de tres escritores exiliados ?Guillermo Cabrera Infante, Severo Sarduy y Reinaldo Arenas-, se afirma la especificidad de esta literatura, su relación con lo que se escribía en la isla, así como sus diferencias respecto a las otras expresiones literarias de la diáspora latinoamericana.
Selección, prólogo y notas de Manuel Díaz Martínez (Ensayo) "Esta correspondencia servirá, sin duda, para profundizar en la azarosa trayectoria vital de Sarduy, su evolución estética y sus preocupaciones políticas. Completan el volumen un nutrido material fotográfico y una entrevista a Severo Sarduy publicada en La Habana en 1958."
La poesía del cubano Severo Sarduy empieza, literalmente, por el comienzo (Big Bang, 1974) y acaba con el fulgor del vacío que emiten sus últimos textos (Un testigo perenne y delatado, precedido de Un testigo fugaz y disfrazado, 1993). Desde la planeación "saturada, exuberante, amazónica y barroca" de la página, como el mismo Sarduy lo definiera, hasta el diseño de este otro "pabellón del vacío" (Lezama Lima), el poeta, narrador y ensayista elaboró su escritura con los materiales de construcción de una mirada expansiva y, a la vez, retráctil: el ojo que contempla el cuerpo de las cosas creadas, el cuerpo de las cosas contemplado por el ojo que lo crea, el ojo que contempla el ojo que lo mira crear y ser creado en la visión recíproca. Ya arquitectura abierta en el poema visual, ya cerrada en sus sonetos, liras y décimas, el universo lírico de Sarduy parece actualizar el conocido dictum mallarmeano: el mundo entero existe para el libro, y viene a parar en él. Antes bien, el mundo existe para la imagen y viene a reflejarse en ella.
Prosa y poesía conforman Big Bang, título de uno de los textos aquí incluidos. Big Bang?¡la Gran Explosión !? que originó el texto de Severo Sarduy y, seguramente, al propio Sarduy, estrella, a su vez, en continua explosión, cuya onda de expansión es, todo el mundo lo sabe, muy amplia y provocadora de efectos insospechados : cuando, por ejemplo, entra en contacto con un hoja de papel en blanco, inscribe en ella rombos, elicoides y círculos poéticos a ritmo de rumbas, blues y seguidillas, así como rectángulos en prosa evocadores de textos cuya erudición, con el tiempo, ha ido adquiriendo matices oníricos sugeridores de otras explosiones, generadores de otros textos.