Una seria advertencia contra el peligro que supone la intolerancia para la sociedad occidental, un brillante análisis de las repercusiones de una reducción del horario de trabajo, un estudio de las consecuencias de la incorporación de la mujer al mundo laboral... quince apasionantes y agudos ensayos del gran filósofo inglés de siglo XX, Bertrand Russell.
Este volúmen reúne dieciséis artículos o ensayos breves en los que Bertrand Russell aborda distintos aspectos entre el sistema educativo y los modelos de sociedad, sin renunciar a hacer previsiones acerca de lo que puede deparar en el futuro esa relación. El estilo claro, directo y contundente, añadido a su profundo conocimiento y a la valentía con que expone sus argumentaciones hace que sus artículos acerca del sexo en el sistema educativo o el patriotismo en la educación, por ejemplo, parezcan escritos hoy mismo.
La història social de la filosofia de Russell ofereix una visió global i completa de la història de la filosofia occidental, des dels primers pensadors pre-Socràtics fins arribar als filòsofs de principis del segle XX. Considerada la seva obra mestra, l'obra s'estructura a partir de tres grans llibres -la filosofia antiga, la catòlica i la moderna-, dividits cadascun d'ells en capítols dedicats a filòsofs, escoles filosòfiques o períodes de pensament.
Bertrand Russell fue una persona fiel a sus creencias: practicaba lo que predicaba. Algo que, en los tiempos que corren, empieza a parecer excepcional. Su influencia en las sociedades contemporáneas es muy importante. Sus hallazgos en Lógica y Matemáticas sentaron las bases para gran parte de la investigación en estas materias durante todo el siglo XX; propuestas suyas como las de desvincular la procreación de la relación sexual, la defensa de los derechos de la mujer o la facilitación del control de la natalidad han sido asumidas hoy en gran medida; su apuesta por el pacifismo y sus actuaciones en el Tribunal Russell causaron en sus tiempos un gran impacto; y aunque su visión de un gobierno mundial que asegure la paz está lejos de verse realizada, lo cierto es que la globalización y una participación cada vez más activa de las Naciones Unidas parecen apuntar tímidamente en ese sentido. Aquí se traza un retrato intelectual de Russell que abarca desde el Russell filósofo al Russell activista por la paz, en una síntesis que permite conocer todas las facetas de una de las personalidades más notables del siglo XX. Alberto Castillo Vicci es profesor emérito de la UCLA en Venezuela. Ha publicado una decena de libros académicos sobre computación, inteligencia artificial y fundamentos de la técnica científica, obteniendo el Premio de Investigación Científica de la Asociación de Profesores Universitarios (2004). Como escritor ganó el Primer Premio La Tuna de Oro (2008), de la Casa Nacional de las Letras Andrés Bello (Venezuela) por su libro de cuentos Cuentos Esotéricos. Es autor de las novelas Demiurgo SA, Proyecto Tánato y Ciber-presidente. Bertrand Russell. Retrato intelectual obtuvo en 2009 el premio Retratos de El Viejo Topo.
Escrito en 1917 y prohibido durante décadas, Ideales políticos constituye un libro especialmente atractivo y esclarecedor, no sólo por el valor y el coraje que llevan a defender el pacifismo y el cooperativismo internacional en plena Primera Guerra Mundial, sino porque en él, de manera sobresaliente, resaltan aquellas «tres pasiones sencillas pero abrumadoramente poderosas» que -según confiesa Bertrand Russell (1872-1970) en su Autobiography- gobernaron su vida: el anhelo del amor, la búsqueda del conocimiento y la profunda compasión por el sufrimiento de la humanidad. Se diría que, consciente o inconscientemente, Russell olvida por completo los recelos neopositivistas acerca de la pertinencia de los juicios de valor, para declarar contundentemente que la mejor vida es aquella no en la que cada uno hace lo que le place sin más, sino aquella en la que los impulsos constructivos o creativos desempeñan el papel principal y los impulsos posesivos, expandidos hasta lo inimaginable en las sociedades capitalistas, tienen el menor protagonismo posible.
La BBC dedicó en 1948 un programa a debatir sobre la existencia de Dios. Un jesuita y un agnóstico, Frederick C. Copleston y Bertrand Russell, fueron los encargados de defender sus convicciones. Durante la discusión repasaron tres argumentos que tratan de demostrar la existencia de Dios: el de la contingencia (todos los seres que constituyen el mundo son contingentes, y esta contingencia remite a un ser necesario, cuya esencia incluye existir), el de la experiencia religiosa (muchos hombres tienen experiencias religiosas y la manera más sencilla de explicarlas es la existencia de alguna causa objetiva de esas experiencias) y el argumento moral (en la medida en que reconocemos bondad en el mundo, ésta refleja la de Dios y procede de Él, que es el bien supremo y su garante en el mundo). La atracción que el debate sobre estos problemas continúa produciendo desborda con mucho el ámbito religioso. Al interés que suscita la cuestión de la existencia de Dios se añade el hecho de que, al abordarla, nos internamos en territorios en los que se ponen a prueba los límites de la racionalidad y el conocimiento humanos.