Un mociño inglés do século XVIII vive e conta neste libro, clásico no seu xénero, unha aventura extraordinaria. Mesturados el e mais os seus amigos cunha grea de bucaneiros disfrazados de xente de ben, e norteados polo mapa que tirara o rapaz do cofre dun pirata finado na cativa pensión familiar, bótanse ao mar tras o engado do fabuloso tesouro soterrado por unha banda dos autodenominados cabaleiros de fortuna naquela afastada illa descrita no mapa. As peripecias de Jim Hawkins, do capitán Smollet, de John Silver o Longo e do resto dos tripulantes da Hispaniola significaron para varias xeracións non só a cristalización dos soños de mocidade de aventuras, senón tamén a realización literaria da ansia de escapismo que aniña en todo ser humano. Se ben a complexidade psicolóxica dalgúns personaxes, especialmente John Silver, amosa a característica preocupación de Robert Louis Stevenson pola ambigüidade moral das persoas, A Illa do Tesouro representa en estado puro a novela de aventuras na cal a procura mítica dun obxecto prezado actúa como móbil para a fuxida cara a escenarios exóticos onde a liberdade é posible.
Un volumen de misterio compuesto por dos textos que Stevenson escribió para sendas navidades, casi al final de su vida. Se trata de un volumen bella y sobriamente ilustrado por uno de los jóvenes dibujantes españoles más prestigiosos de la actualidad, Tyto Alba, que realizó las imágenes de nuestra edición en Hamburgo, donde ha residido gracias al prestigioso Programa Comic-Transfer del Goethe Institut, centrado en los principales dibujantes internacionales del presente.
Desde que supimos que el doctor Jekyll tenía su míster Hyde, aprendimos a sospechar en los personajes de Stevenson, incluso en los más aventureros, la cara oculta de la luna. En El Señor de Ballantrae, novela de permanente guerra fratricida, indagó en el origen del mal y sus consecuencias. ¿Qué pensaba de ese personaje que no acaba de morir, diabólico resucitado que una y otra vez resurge de la tumba? ¿Es la descripción de una batalla contra el mal en la que siempre acabamos vencidos, como el caballero que tanto admiraron los románticos? «Así soy yo», había dicho Stevenson un día en que leía El Quijote en la cubierta de una goleta que navegaba por el Pacífico.
La apacible vida del abogado Utterson se verá sacudida brutalmente al implicarse en un extraordinario y escalofriante caso. Su deseo de ayudar a un buen amigo, el Dr. Jekyll, le impulsa a llevar a cabo una serie de investigaciones. Por desgracia, el resultado de sus averiguaciones resultará espeluznante. Asesinatos y experimentos científicos se dan la mano en esta apasionante novela de Stevenson, que sigue gozando de plena actualidad.
?...Bennet alzó al viejo arquero y lo apoyó sobre su rodilla. Todavía no estaba muerto. Contraíase su rostro, abría y cerraba sus ojos maquinalmente, y en su mirada se dibujaba una horrible mueca de dolor...?. Novela de fondo histórico que se desarrolla durante la guerra civil que enfrenta a la Casa de Lancaster contra la Casa de York por el trono de Inglaterra. Richard Dick Shelton es el protagonista, y narra su paso de la adolescencia a la edad adulta forzado por la violencia y la permanente injusticia. Texto en versión íntegra, adaptado a las últimas reglas gramaticales y ortográficas, con ilustraciones a color.
Dos son las novelas que dedicó Stevenson especialmente a los lectores más jóvenes -las dos protagonizadas por un héroe adolescente y publicadas por entregas en revistas juveniles-: La isla del tesoro (1883) (edición ilustrada en esta misma colección) y La Flecha Negra (1888). La Flecha Negra se desarrolla en los primeros años de la Guerra de las dos Rosas, a mediados del siglo XV, entre las casas inglesas de York (rosa blanca) y Lancaster (rosa roja) por el dominio territorial y la sucesión al trono, guerra caracterizada por las cambiante alianzas entre las familias más influyentes de Inglaterra y la intermitente locura del débil rey Enrique VI, que tan pronto apoyaba a una facción como a la otra («se acostaba York y se levantaba Lancaster»). La novela narra las aventuras del joven aspirante a caballero Richard Shelton, pupilo de Sir Daniel Brackley, señor de Tunstall -y defensor, interesado y poco fiable, de la causa de Lancaster-, que, tras haber perdido a su padre en extrañas circunstancias, sirve a las órdenes de Sir Daniel y recorre la agreste región con los mensajes de su señor. Estamos en los prolegómenos de la batalla de Shoreby, y en la cercana abadía en ruinas de Holywood se oculta la hermandad de La Flecha Negra, cuyo capitán, el misterioso John Amend-all (John Arregla-todo), un vengador justiciero que nos recuerda al mítico Robin Hood, tiene atemorizadas a las autoridades locales, pues sus certeras flechas negras, acompañadas de un mensaje, prometen cobrarse la vida de cuatro malvados personajes: «Los cuatro recibiréis lo que es de razón / una flecha negra en vuestro negro corazón»... La edición incluye las clásicas láminas a color del inimitable ilustrador N.C. Wyeth.
Una calle estrecha y miserable. Los oscuros ladrillos de las casas parecen impregnados por todos los crímenes, pecados y miserias de las gentes que allí tienen sus guaridas. De pronto, algo mucho peor, más monstruoso, sobresalta el ánimo de Robert Louis Stevenson: un hombre que, hasta ese momento, él consideraba irreprochable acaba de cometer, ante sus ojos, la peor de las vilezas. Su frente se ensombrece al recordarlo y angustiosos pensamientos comienzan a atormentar su mente, queriendo hallar una explicación para lo ocurrido. Desde siempre, el hombre se ha sentido a sí mismo como un ser dividido. Dos tendencias luchan a muerte, noche y día, dentro de él. Esa es la tragedia del ser humano, y, al mismo tiempo, su mayor gloria. De repente, con un súbito impulso, apoya la mano sobre el papel y comienza a escribir. Luego, subraya unas palabras: El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde.
Keola y el sabio Kalamake se lanzan a una fabulosa odisea en busca de riquezas. En un territorio habitado por antropófagos, los protagonistas enfrentarán múltiples peligros, descubriendo a un tiempo el coraje y la traición.
Se presentan en este volumen cinco historias que tienen como escenario dramático las sombrías tierras de Escocia, patria del más emblemático escritor de aventuras del mundo anglosajón. El ladrón de cadáveres se centra en los sórdidos días del desarrollo de la Anatomía como ciencia, cuando las aulas debían estar bien abastecidas de cadáveres, y criminales sin escrúpulos se las ingeniaban para saquear cementerios e incluso suministrar carne «más fresca». Janet la torcida es una historia de brujería y posesión, y narra el acoso a que es sometido un severo párroco de un pueblo de Escocia anclado en las viejas supersticiones. En Los Hombres Dichosos, Stevenson sitúa la acción en las escabrosas costas del norte de Escocia, y nos cuenta la búsqueda del tesoro de un galeón español naufragado, cuyo guardián es ahora el proceloso mar, que aparece aquí como verdadera fuerza del infierno. El sótano de la plaga transcurre en los años de la insurrección de los «covenanters» escoceses, en una atmósfera opresiva que nos lleva hasta un sótano donde habita un mal de naturaleza innombrable. Por último, en El pabellón de los Links nos hace asistir al asedio de una mansión en la cual se ha refugiado un comerciante perseguido por los carbonari italianos, que le reclaman una cuantiosa suma.
La idea de EL DIABLO EN LA BOTELLA ya aparece en repetidas ocasiones en la literatura, desde la lámpara de Aladino hasta el folclore alemán, pasando por el pacto con el diablo de Fausto. Stevenson mezcla imágenes de tradición oriental con la idea de condenación del cristianismo y con elementos de cultura local de Polinesia.En LA ISLA DE LAS VOCES se vuelven a mezclar los temas habituales de los cuentos polinésicos de R. L. Stevenson (el mar, los conflictos entre nativos y blancos, la magia y los elementos sobrenaturales...) con una historia de amor. Parece que la historia fue escrita para ser contada oralmente. El cuento vuelve a plantear el conflicto entre la cultura nativa de las islas y las creencias de los blancos.