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Resultados de la búsqueda para: Religión 1 ESO
Los evangelios cuentan la historia de un conflicto mortal: el conflicto de Jesús con los dirigentes oficiales de la religión. Los sacerdotes del templo, y quienes pensaban como ellos, no pudieron soportar el Evangelio. Mientras este hecho asombroso estuvo vivo, la Iglesia fue admirada y creció. La Iglesia fue así esperanza para los que sufren. Hasta el día en que los hombres de Iglesia pensaron que era mejor hacer del cristianismo una religión: la religión que el divino apóstol Pedro enseñó a los romanos (Código de Teodosio [emperador], 16, 1, 2. Año 380). Así, la institución eclesiástica subvirtió el cristianismo, volviendo la espalda a la vida y al destino de Jesús, aunque el Evangelio se siga leyendo en todas las misas. Desde entonces, el Evangelio resulta incomprensible. Y hay quienes piensan que ni cuenta la verdad, ni lo que dice sirve para la vida. Por supuesto, no sirve para la vida que llevamos los que repasamos con más interés los números de la cuenta corriente del banco que el sentido que pueden tener ahora mismo las palabras de Jesús.
Recientemente se ha recuperado el estudio en profundidad del anticlericalismo español en sus diversas expresiones, incluida la violencia popular revolucionaria de los años treinta. Sin embargo, de estos trabajos ha estado, en buena manera, ausente el estudio expreso y específico del anticlericalismo y el laicismo propios de la izquierda obrera. Ese vacío es el que pretende, modestamente, contribuir a subsanar este libro colectivo, a través de la recuperación y replanteamiento, desde nuevas perspectivas, de un tema historiográfico clásico: el anticlericalismo obrero y la percepción y respuesta católica al mismo. Este libro se inscribe, además, en una línea de investigación colectiva -que se ha vertido ya en otras publicaciones anteriores- de análisis del conflicto entre laicismo y catolicismo a lo largo del primer tercio del siglo XX y, de manera más especial, en la crisis de los años treinta. Dentro de esa línea, se ha considerado que valía la pena estudiar específicamente la dimensión obrera y popular del conflicto, teniendo en cuenta el particular peso que este cobra durante la II República y, luego, en la violencia desatada durante la guerra civil. A este último propósito responde esta obra colectiva.
Como es sabido, los cuatro evangelios no son cuatro breves biografías de Jesús de Nazaret, ni sus autores pretendieron escribir cada cual su propia vida de Jesús. Lo que nos ofrecen no es una biografía, sino un mensaje religioso. En una biografía lo que interesa es su valor histórico. En un mensaje religioso lo que importa es su capacidad para producir convicciones que orienten nuestra forma de vivir de acuerdo con la religiosidad que allí se enseña. Si leemos los evangelios, lo que interesa no es saber si Lázaro estaba muerto y Jesús le devolvió la vida, sino enterarnos de lo que significa, para nuestra vida, la conducta de Jesús, que no pudo soportar la ausencia de Lázaro, y que causó que las autoridades del Sanedrín decidieran matarle. Así, en efecto, termina el capítulo del evangelio de Juan que relata el episodio de Lázaro. Resucitar a un difunto es un hecho portentoso. Hacer eso de forma que a uno le cueste la vida, es un hecho ejemplar. Este libro pretende hacernos pensar, no en la veracidad de la vida de Jesús, sino en su ejemplaridad. Lo que importa no es saber lo que hizo Jesús, sino vivir como vivió Jesús. De ahí que la pregunta decisiva que brota de la atenta meditación de estos comentarios a los evangelios no es: ¿En qué cree Vd?, sino más bien, ¿Cómo vive Vd? José María Castillo nació en Puebla de Don Fadrique (Granada), en 1929. Ha sido jesuita durante más de cincuenta años. Doctor en Teología Dogmática (Universidad Gregoriana de Roma). Profesor de teología dogmática (Facultad de Teología de Granada). Profesor invitado en diversas Universidades (Gragoriana, de Roma; Comillas, de Madrid; UCA, de El Salvador). Doctor Honoris Causa por la Universidad de Granada. La Teología Popular quier ser fiel a las preocupaciones y estilo del papa Francisco, vivamente interesado por una teología para el pueblo.
El proyecto Nuestra Casa para la etapa de Primaria de Religión Católica responde al "reto ecológico" del papa Francisco en la encíclica Laudato si´ de cuidar nuestra casa común. Los contenidos bíblicos y teológicos desarrollan el currículo de la CEE y se articulan en torno al cuidado personal, el cuidado del entorno y el cuidado del planeta. Una familia de seis miembros más una mascota, introduce al alumno en los contenidos de cada unidad con una especial atención a la diversidad cultural y la valoración de personas con discapacidad. Una apuesta decidida por ilustraciones bíblicas de alto nivel estético, permiten abordar los contenidos bíblicos estableciendo un diálogo entre Biblia y arte. Los contenidos teológicos propuestos por el currículo de la Conferencia Episcopal se desarrollan con un lenguaje accesible a los alumnos, apoyándose en textos magisteriales también adaptados al nivel de comprensión del alumnado y encarnados en "testigos" que encarnan en sus vidas los contenidos explicitados. Una doble página en torno al "cuidado" permite traducir los aprendizajes en prácticas cotidianas de cuidado. Prácticas que se abren al ámbito escolar, vecinal y familiar. Las unidades se cierran con resúmenes ilustrados con la técnica de Visual Thinking o Pensamiento Visual que facilitan la síntesis intuitiva de los aprendizajes adquiridos.
Es un estudio de la posición de los católicos ante los principales acontecimientos políticos que se vivieron en Europa entre 1919 y 1945. Después de la I Guerra Mundial las sociedades occidentales fueron sacudidas por una serie de crisis, la democracia parlamentaria fue puesta en cuestión y aparecieron "religiones políticas" (comunismo, fascismo, nazismo) que pretendieron no sólo ser una respuesta a los desafíos del momento sino principalmente construir una nueva sociedad desde el control absoluto del Estado. En esta obra se analizan las profundas divisiones del grupo plural y heterogéneo que fueron los católicos ante esa realidad compleja, sus variados puntos de partida y las diferentes acciones e iniciativas que impulsaron. Uno de los espacios en los que esta división se hizo más patente fue España y singularmente la guerra civil. El desencadenamiento de la II Guerra Mundial -la mayor crisis a la que se ha enfrentado Occidente hasta la fecha-, los diferentes desafíos, dramas y amenazas que implicó y la configuración del orden internacional de la postguerra supusieron nuevos retos ante los que los católicos no estuvieron ajenos.
Lo mejor, lo más elocuente y clarificador que el lector encontrará en este libro, será descubrir en el comentario al evangelio de cada día el cumplimiento de un texto genial de san Juan de la Cruz, que dejó escrito que Dios le dice a cada lector: Si te tengo ya habladas todas las cosas en mi Palabra, que es mi Hijo, y no tengo otra, ¿qué te puedo yo ahora responder o revelar que sea más que eso? Pon los ojos solo en él, porque en él te lo tengo dicho todo y revelado, y hallarás en él aún más de lo que pide y deseas. Porque tú pides locuciones y revelaciones en parte, y si pones en él los ojos, lo hallarás en todo; porque él es toda mi locución y respuesta y es toda mi visión y toda mi revelación. Lo cual os he ya hablado, respondido, manifestado y revelado, dándoosle por hermano, compañero y maestro, precio y premio.(Subida al Monte Carmelo, 2, 22). En Jesús, Dios nos dice cada día todo cuanto nos tiene que decir. El problema está en nosotros, que, con demasiada frecuencia, ponemos nuestra atención y nuestros intereses en otras cosas, que poco o nada tienen que ver con el Evangelio. José María Castillo es Doctor en Teología Dogmática (Universidad Gregoriana de Roma), Profesor de Teología Dogmática (Facultad de Teología de Granada), Profesor invitado en diversas Universidades y Doctor Honoris Causa por la Universidad de Granada.
El proyecto ÁGORA para secundaria ofrece un punto de encuentro entre la Biblia y la actualidad dónde el diálogo fe-cultura se convirten en el protagonista a través de la palabra y el debate. Facilita un aprendizaje competencial útil para la vida de los alumnos, contribuyendo a su formación integral y a su inserción social.
Los evangelios no son un libro de religión. No puede serlo un libro en el que el protagonista, Jesús de Nazaret, fue odiado y perseguido por los dirigentes religiosos hasta el juicio y la condena a muerte. Porque fue la religión la que mató a Jesús. Lo dice el evangelio de Juan: Nosotros tenemos una Ley y, según esa Ley, tiene que morir (Jn 19, 7). Pero el enfrentamiento de Jesús no fue solo con la religión de Israel, sino con cualquier forma de entender y practicar la relación con Dios que anteponga la observancia de los rituales a la vida y los derechos de los seres humanos. Esto es lo que Jesús no soportaba. Por eso los evangelios no nos presentan una forma de practicar la religión, sino un proyecto de vida. Es decir, unos valores, unas convicciones, unos criterios para vivir en este mundo de forma que seamos buenas personas hasta el fondo de nuestro ser. Por esto se puede decir que el centro del Evangelio no es la Religión, sino la Bondad. La Bondad con mayúscula y sin limitación alguna. Los que pensamos que Jesús es el elemento central de nuestras vidas, necesitamos leer, entender y asimilar el Evangelio, teniendo en cuenta que una lectura religiosa del mismo dificulta que lo entendamos y lo vivamos. No se trata de marginar o excluir la religión, sino de habituarnos a una lectura evangélica de la vida.