Raúl del Pozo, un autor que no necesita presentación y cuya versatilidad le ha permitido tocar con lucidez los géneros más diversos, nos descubre a los maestros «que me han ayudado a pensar, a luchar, a escribir». Desde Sócrates, el feo, a Savater, el burrero sonriente, pasando por el calavera San Agustín, el garbanzo negro Cicerón o el espadachín Calderón, todos ellos prestan su voz a un libro que rinde homenaje a esos «leales compañeros, mis catedráticos libres, mis ranas, los despertadores de mi pereza y de mi imaginación». Publicados en el suplemento de educación "Campus" del periódico "El Mundo" entre 2004 y 2006, los textos que conforman "La rana mágica" consituyen una invitación a disfrutar de la lectura, al espectáculo que puede verse tras el biombo de las páginas.
-"El mundo del juego. Las timbas. El póquer. Los incautos. Los tahúres. Raúl despieza las noches de Madrid en garitos más oscuros que la peor reputación. Crimen, trampas, sirles, traiciones, alguna que otra pasión confundida, dinero, mirlos blancos, juego, alcohol." Antonio Lucas "Una de las primeras cosas que tuve que aprender es que la racha existe, que un jugador atraviesa por temporadas propicias y nefastas. Esperan siempre dejarse llevar por los buenos vientos. La frecuencia de ganancias y pérdidas no se ha sistematizado, ni obedece a razones, ni se sabe cuándo empieza o cuándo acaba. A veces empieza cuando un pájaro ensucia un sombrero, o cuando cambia la estación, o en el momento justo que llueve. Viven pendientes de los signos de la naturaleza, de los gatos, de la aparición de seres que traen esperanza. Enseguida comprendí que un jugador está siempre expuesto a que se le tuerzan las cosas. Dependen del azar, pero éste tiene sus leyes extrañas, incomprensibles, caprichosas". El cadáver del moro Muza, un chulo de putas, traficante y prestamista, aparece en la verja de su chalet con la garganta rajada. Un policía joven e inexperto en el argot, un periquito y su experimentado y enigmático compañero de investigación intentan desvelar el motivo de su asesinato y, poco a poco, se sumergen en un inframundo regido por los códigos, los símbolos y las sinrazones del juego. A través de una tensa intriga enmarañada por una serie de oscuros personajes duchos en la ciencia de Vilhán, con un ritmo que imanta y, sobre todo, con una prosa precisa, cruda y magistral la obra figura hoy entre las fuentes documentales que la RAE utiliza para trabajar con la jerga del mundo del juego, Raúl del Pozo se hizo oficialmente novelista en 1994 con este libro, Noche de tahúres, que Berenice recupera en el 25 aniversario de su publicación. Este apasionante viaje al fin de un averno regido por burlangas, truhanes, asesinos y mujeres fatales no dejará indemne al lector que apueste por él.
La política española y sus presidentes son el hilo conductor de este divertido ensayo de Raúl del Pozo, que mediante una sucesión de anécdotas y conocimiento privilegiado de políticos y periodistas nos introduce en los vaivenes de los últimos gobiernos de España. Del Pozo, que fue quién bautizó a Zapatero como «Bambi», desgrana cómo fue y es la estancia en ese palacio, y en el poder, de sus dos ultimos inquilinos, José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero. Desde las comidas de trabajo hasta la alta política, nada escapa al agudo comentario del autor, que recorre los últimos diez años, tres campañas electorales, una boda, un inmenso funeral, la ascensión de los secesionistas y la corrupción que no cesa. Un libro que muestra que es difícil estar de la Moncloa sin volverse loco o sin creerse Napoleón.
A orillas del río Paraná, donde vive exiliado Julián, un antiguo guerrillero español, en compañía de su mujer, Irene, polaca de nacimiento, acude el historiador estadounidense Esteban Estrabón para investigar las partidas de maquis que operaron en España después de la Guerra Civil. Tras una breve vacilación, el guerrillero acepta, y los tres se ponen en marcha, camino primero de Varsovia, después de Saint Denis, en las afueras de París, y por último de la serranía de Teruel, que recorrerán minuciosamente para reconstruir el pasado que forma parte de la historia reciente de España. La partida a la que perteneció el guerrillero, integrada por miembros del Partido Comunista y del Partido Socialista, estaba liderada por Grande, comunista y combatiente de la Guerra Civil, teórico de la revolución, devoto seguidor de Stalin, y Gafitas, un hombre de acción, escéptico ideológicamente, un intelectual metido a guerrillero y también un personaje enigmático. El objetivo del antiguo guerrillero al emprender el viaje es precisamente desentrañar la zona en sombra que oculta a ese hombre que desapareció justo antes de que la partida fuera evacuada para partir al exilio. Y la clave se la pueden proporcionar dos antiguos compañeros: un sepulturero anarquista y el Cojo. Para Julián, volver es reencontrarse con un mundo periclitado que se mantiene intacto en su memoria y que rememora habitándolo con los recuerdos y las presencias de otra época. Y en el reencuentro con los compañeros se despejarán muchas claves que el olvido mantenía herméticamente selladas. Claves que dan cuenta de infiltrados, de ejecuciones ordenadas y no ejecutadas, de gerifaltes del franquismo que salieron de esta misma serranía llena de revolucionarios y luchadores.
Raúl del Pozo lleva el periodismo en la sangre y la poesía en el alma. Su obra ha sido reconocida con los premios más prestigiosos. Esta obra es un homenaje al periodismo y a la literatura. Por sus páginas transcurre la vida con sus milagros y sus miserias. Textos sobre lo divino y lo humano que juegan con la sonoridad musical del lenguaje y admisnistran el ritmo de la frase perfecta.