«El relato policiaco es una especie de juego de raciocinio en el que el autor debe medirse lealmente con el lector y cuyo objetivo final es aclarar un misterio, poniendo a prueba su ingenio. Ahí radica el quid de la cuestión». JUAN ANTONIO MOLINA FOIX Cuentos policiacos clásicos es una recopilación de seis magníficos relatos del género que incluye autores consagrados y otros menos reconocidos, todos ellos representativos de la literatura policiaca, desde sus inicios y su fundación a mediados del XIX hasta los años veinte del siglo pasado. Empezando con un relato de Nathaniel Hawthorne que puede considerarse precursor del género, la antología sigue con un cuento poco conocido de Edgar Allan Poe, autor que fijó los rasgos principales del relato policiaco, y luego con relatos de grandes autores que también lo cultivaron como Wilkie Collins y Jack London, ambos con un trasfondo humorístico. Recoge además uno de los famosos relatos de Arthur Conan Doyle protagonizado por el original Sherlock Holmes, y termina con otro menos conocido de Richard Austin Freeman, autor que se dedicó casi en exclusiva a la literatura policiaca y que fue muy popular en su época.
En un soneto de " El otro, el mismo " , que lleva por título " Edgar Allan Poe " , Borges lo evoca como " inventor de pesadillas " , y lo imagina, ya " del otro lado de la muerte " , erigiendo todavía " espléndidas y atroces maravillas " . Y, sin embargo, el reverendo Griswold, que nutrió la bien abastecida lista de los enemigos que Poe cosechó en vida, aseguraba que " su conversación alcanzaba a veces una elocuencia casi sobrenatural " y que " las imágenes que empleaba procedían de mundos que un mortal solo puede ver con la visión del genio " . Son quizá esas imágenes las que merecieron los adjetivos de Borges: los dientes de Berenice, los ojos de Eleonora; un gato tuerto, un corazón que sigue latiendo bajo la tarima; una navaja de afeitar esgrimida con violencia infinita, como el Polifemo de Góngora; un retrato que vampiriza a la retratada; un emparedamiento en vida; unas ratas que, royendo con habilidad condicionada, elevan a paradoja el hecho de que la cuchilla del péndulo mortal no divida a su víctima; un cadáver que en un instante se resuelve en polvo, se encoge, se deshace, se pudre entre las manos, expresión física del conocido verso de sor Juana: & #8200; " es cadáver, es polvo, es sombra, es nada " ... Al lado de las imágenes, asuntos borgesianos: el doble, el sueño, la realidad repetida y vivida por alguien que fue otro y es ahora el mismo; la metafísica de " Revelación mesmérica " , y el hombre como sueño de un Dios, que ilustra otro verso de Borges: " Mi dios, mi soñador, sigue soñándome " . Existen también afinidades con Hoffmann, por ejemplo en " El Ángel de lo Singular " , y en algunos otros recintos escondidos de su prosa. Hay un doble de Poe: el humorista. Borges, como la mayor parte del imaginario colectivo de lectores, que son legión, congregó en su soneto " los glaciales símbolos " de las " pompas del mármol " , la " negra anatomía " , " los gusanos sepulcrales " , " el triunfo de la muerte " . Prefirió eludir al otro: el irónico, el satírico, el humorista Edgar Allan Poe.
BICENTENARIO DEL NACIMIENTO DE EDGAR ALLAN POE.3 EDICIONES.Poe ocupa un lugar de honor en la historia de la literatura sobre todo debido a sus cuentos, en los que se revela como un avanzado a su tiempo, como un faro en el llamado "romanticismo oscuro", como el padre de la novela detectivesca, un maestro de la narrativa de terror, un pionero de la ciencia ficción... y si duda uno de los creadores cuya influencia ha sido más profunda y duradera.Presentados por primera vez en español (en la reputada traducción de Julio Cortázar) en orden cronológico, el conjunto de los "Cuentos" de Edgar Allan Poe (al que aquí se añaden las "estampas" creadas como acompañamiento a preciosos grabados, que también se incluyen) permite evaluar la calidad y la evolución de una de las narrativas más potentes que pueden leerse hoy.Edhasa quiere rendir homenaje a este autor publicando sus cuentos completos, en una edición con un precio muy razonable, así como la biografía de Poe realizada por el prestigioso autor inglés Peter Ackroyd, "Poe. Una vida truncada".
La edición definitiva de los cuentos de Poe, comentados por 67 autores hispanoamericanos, en la traducción de Julio Cortázar, con prólogos de Mario Vargas Llosa y Carlos Fuentes.
Se reúnen en este volumen las narraciones de misterio de Edgar Allan Poe. Consideradas generalmente como precursoras del género de investigación, plantean un misterio de resolución aparentemente imposible, cuya elucidación final está reservada a mentes preclaras, capaces de emplear en su máximo grado las capacidades de análisis y deducción lógica. A este perfil corresponde el caballero C. Auguste Dupin, padre literario de Sherlock Holmes, protagonista de Los crímenes de la calle Morgue, El misterio de Marie Rogêt y La carta robada. Finalmente, en El escarabajo de oro, William Legrand, otra gran mente analítica, se encargará de desentrañar las claves criptográficas que le conducirán al hallazgo de un fabuloso tesoro.
En un soneto de «El otro, el mismo», que lleva por título Edgar Allan Poe, Borges lo evoca como «inventor de pesadillas», y lo imagina, ya del otro lado de la muerte, erigiendo todavía espléndidas y atroces maravillas. Y, sin embargo, el reverendo Griswold, que nutrió la bien abastecida lista de los enemigos que Poe cosechó en vida, aseguraba que su conversación alcanzaba a veces una elocuencia casi sobrenatural y que las imágenes que empleaba procedían de mundos que un mortal solo puede ver con la visión del genio. Son quizá esas imágenes las que merecieron los adjetivos de Borges: los dientes de Berenice, los ojos de Eleonora; un gato tuerto, un corazón que sigue latiendo bajo la tarima; una navaja de afeitar esgrimida con violencia infinita, como el Polifemo de Góngora; un retrato que vampiriza a la retratada; un emparedamiento en vida; unas ratas que, royendo con habilidad condicionada, elevan a paradoja el hecho de que la cuchilla del péndulo mortal no divida a su víctima; un cadáver que en un instante se resuelve en polvo, se encoge, se deshace, se pudre entre las manos, expresión física del conocido verso de sor Juana: & #8200;es cadáver, es polvo, es sombra, es nada Al lado de las imágenes, asuntos borgesianos: el doble, el sueño, la realidad repetida y vivida por alguien que fue otro y es ahora el mismo; la metafísica de Revelación mesmérica, y el hombre como sueño de un Dios, que ilustra otro verso de Borges: Mi dios, mi soñador, sigue soñándome. Existen también afinidades con Hoffmann, por ejemplo en El Ángel de lo Singular, y en algunos otros recintos escondidos de su prosa. Hay un doble de Poe: el humorista. Borges, como la mayor parte del imaginario colectivo de lectores, que son legión, congregó en su soneto los glaciales símbolos de las pompas del mármol, la negra anatomía, los gusanos sepulcrales, el triunfo de la muerte. Prefirió eludir al otro: el irónico, el satírico, el humorista Edgar Allan Poe.
Arturo Gordon Pym, el joven protagonista, tenia asegurado su provenir, gracias a la herencia que le iba a dejar su abuelo, un famoso abogado. Pero este no era el futuro ideado por Arturo. En su cabeza daba vueltas la idea de ser marinero, quizás influenciado por Augusto, el hijo del capitán Barnad. Nada más hacerse la mar en la goleta Ariel, son hundidos por un ballenero que se dirigía a puerto. Una vez a salvo, deciden intentarlo otra vez. En esta ocasión, el mar y los elementos atmosféricos van a ser sus enemigos, sin contar la sed, el hambre, y los piratas. Tendrán que convertirse en antropófagos para poder sobrevivir. ¿Lo conseguirán?