Los filósofos han plasmado su pensamiento en palabras, casi siempre en palabras escritas para sus contemporáneos y su posteridad. Planteando problemas, dilucidando posibles soluciones a los mismos, tratando de reflejar siempre la compleja trama de la naturaleza y la cultura, de lo humano y lo divino, la filosofía consiste sobre todo en las palabras de quienes han ido así labrando la historia de esta particular actividad humana. Por ello, es la palabra del filósofo a quien debemos acudir para ahondar en nuestra condición y en la de cuanto nos rodea. Índice Presentación 9 PLATÓN 17 República 19 Glorsario de términos 31 Ficha de estudio 36 ARISTÓTELES 43 Política 45 Metafísica 62 Glosario de términos 67 Ficha de estudio 78 SANTO TOMÁS DE AQUINO 85 Suma de Teología 87 Glosario de términos 99 Ficha de estudio 104 RENÉ DESCARTES 115 Discurso del método 117 Glosario de términos 144 Ficha de estudio 153
Diálogo que relata las últimas horas de la vida de Sócrates, viniendo a ser el eslabón entre la «Apología» (BT 8268) y el «Fedón» (BT 8205), el CRITÓN, si bien es uno de los diálogos platónicos más breves, es también -en palabras de Francesc Casadesús Bordoy, encargado del presente volumen- «un pequeño diamante literario y filosófico que refleja la grandeza ética del personaje, contribuyendo a fortalecer su leyenda». De naturaleza muy distinta es EL POLÍTICO, diálogo que gira en torno a quién debe ser el gobernante de la polis, que contiene aspectos esenciales del método y el pensamiento platónicos y resulta un modelo acabado de lo que según PLATÓN debía ser el método para obtener la verdad a través de argumentación filosófica.
Leer a Platón en su tiempo significa descubrir a un hombre concreto influido por el ambiente en el que se educó, un filósofo preocupado por la situación sociopolítica de su época, un pensador dentro de la caverna, y lejos del mundo de las ideas, claramente interesado por el adecuado y justo gobierno de ciudades reales. Su pensamiento estuvo condicionado y modulado por el contexto, y también por los sabios que frecuentó durante las distintas etapas de su vida, de quienes tuvo muy en cuenta sus conocimientos, reflexiones y comportamientos. Ilustres pedagogos de un gran maestro, Platón, que guio los primeros, infantiles e inciertos pasos de la filosofía.
Este volumen tercero concluye el proyecto de ofrecer de modo independiente y unitario un conjunto lo más completo posible de los escritos gnósticos que no forman parte de la biblioteca de Nag Hammadi. Junto con las noticias sobre los llamados «gnósticos libertinos», transmitidas por Clemente de Alejandría y Epifanio de Salamina, se presentan aquí las fuentes relativas al hermetismo gnóstico, recogidas en el Corpus Hermeticum, Jámblico de Calcis y Zósimo de Panópolis, y los testimonios de distintos filósofos neoplatónicos, como Plotino, Porfirio y Proclo. Los textos aquí reunidos permiten completar el rico fresco del gnosticismo de la Antigüedad tardía y atestiguan la importancia de la corriente del gnosticismo cristiano que, sin disociar la teoría y práctica filosóficas, se coloca a medio camino entre los platónicos pitagorizantes y los cristianos ortodoxos, no formando parte de ninguno de estos dos grupos.
La escritora y filósofa Iris Murdoch bucea en la Teoría de la Belleza de Platón y proyecta su filosofía sobre las ideas de otros pensadores. En este libro, basado en las conferencias que dictó en Roma en 1976, Iris Murdoch examina la visión de Platón sobre el arte y, en particular, las razones de la manifiesta hostilidad del filósofo hacia él. Para ello la autora, al tiempo que realiza un sintético recorrido por los elementos que fundamentan las teorías platónicas sobre la Belleza, busca una explicación al hecho de que el pensador griego atribuyera tanta importancia en su obra al papel que desempeña la Belleza, pero, paradójicamente, denigrara a los artistas. Apoyándose en el contraste entre las engañosas sombras del fuego de la Caverna y la luz del sol, iluminadora de la Verdad, Murdoch pone de relieve la labor primordial que desempeñan los creadores en la revelación de lo trascendente. Su certero examen se ve además enriquecido con las ideas sobre esta inagotable y apasionante cuestión de figuras tan destacadas como Kant, Kierkegaard, Freud, Tolstói o Jane Austen.
En el diálogo platónico Ion, Sócrates niega que la actividad poética, tanto en su aspecto compositivo como en su aspecto rapsódico, constituya un conocimiento. Ajena a los principios que rigen el verdadero conocimiento el principio de especialidad, según el cual a cada téchne le corresponde una y solo una función que le es propia en un solo dominio de objetos, y el principio de totalidad, según el cual la posesión de una determinada téchne supone el conocimiento experto sobre todos los casos posibles que puedan caer dentro del dominio de objetos del que se ocupa, la actividad de poetas y rapsodas responde a la posesión de la inspiración divina (enthousiasmós), regalo de los dioses que, al tiempo que los convierte en seres divinos, los convierte también en seres ignorantes; y, en cuanto ignorantes, incapacitados para la labor educativa, que en una sociedad regida racionalmente debe corresponder a los filósofos. Sobre la naturaleza del supuesto conflicto entre la poesía y la filosofía, que Platón situara interesadamente en tiempos antiguos, no pocas claves se encuentran en el diálogo Ion, cuya brevedad contrasta con el gran interés que despertó entre comentaristas de la talla de Ficino, Bruno, Goethe, Schleiermacher o Nietzsche.
La obra Los grandes filósofos es una historia mundial de la filosofía única en su género. En ella culmina la visión del mundo de Karl Jaspers, figura gigante él también en el pensamiento de nuestro siglo. A diferencia de las historias convencionales de filosofía, este libro no sigue un orden cronológico ni se divide en volúmenes que dependan uno de otro en su secuencia temporal. Jaspers no agrupa a los grandes filósofos por épocas ni por orden de antiguos a modernos, sino por " tipos " concebidos a la manera de Max Weber: Sócrates, Buda, Confucio, Cristo - " los hombres decisivos " cuya conducta cambió al mundo, aunque no dejaron, salvo Confucio, ninguna obra escrita- son tema de un volumen ya publicado por Editorial Tecnos; el presente reúne a Platón, San Agustín y Kant, los tres grandes " fundadores del filosofar " .
«La caverna de Platón», «Aquiles y la tortuga», «la navaja de Ockham», «el genio maligno», «el Leviatán», «las palabras de Zaratustra» y tantas otras parábolas y aporías han servido a los filósofos de todos los tiempos para hacernos comprender mejor sus i
Por su concepción, este libro constituye un valioso instrumento pedagógico aplicable en los campos de la Ciencia Política, la Historia del Pensamiento, el Derecho Constitucional y las humanidades en su sentido más amplio. Su utilidad es doble: por un lado, recoge una amplia antología de los textos más importantes y expresivos de los principales teóricos del pensamiento político; por el otro, incluye un breve pero ilustrativo estudio de cada uno de los autores seleccionados que presta especial atención a su ubicación histórica y a su impacto posterior. De Platón a Marx, pasando por Aristóteles, Cicerón, Ockham, Maquiavelo, Bodino, Grocio, Hobbes, Locke, Montesquieu, Kant, Constant o Hegel entre otros, los profesores Botella, Cañeque y Gonzalo presentan una rigurosa selección de textos y autores que acercará las principales aportaciones de la tradición occidental del pensamiento político a los estudiantes universitarios y, en general, a todos aquellos que deseen entender desde los orígenes los temas que marcan la reflexión política actual: la democracia, la separación entre la Iglesia y el Estado, los totalitarismos, el contrato social...
En los albores mismos del nacimiento de la filosofía, Platón (ca. 428-ca. 347 a.C.) planteó, utilizando la dúctil forma del diálogo, buena parte de los principales problemas que han ocupado desde entonces al pensamiento filosófico. El presente volumen recoge dos diálogos platónicos fundamentales. " Fedón " aborda principalmente el tema genérico de la muerte, argumentando sobre la pre-existencia del alma con respecto al cuerpo y sobre su inmortalidad. " Fedro " trata de la naturaleza del alma y en él, con la plasticidad de metáforas tan bellas como la del auriga y los caballos, Platón deja bien sentada la idea, de raíces pitagóricas, de que la propensión al bien o al mal del hombre radica en la esencia de la propia estructura del alma. Traducción e introducción de Luis Gil.