Esta edición presenta 142 inéditos de Salinas: desde tentativas juveniles a creaciones escritas antes de su muerte, pasando por momentos dichosos -irrupción del amor, llegada de los nietos- o críticos -pérdida de la amada, guerras, la enfermedad y el dolor-; en diferentes estadios de elaboración: copias finales en limpio, proyectos acabados que el poeta descartó, esbozos..., junto a piezas que había publicado en revistas o " plaquettes " , nunca recogidas en un volumen y desconocidas para el lector actual. Los poemas ayudarán al estudio de la poética de Salinas, pues complementan o aclaran otros ya publicados. Lo mejor, sin embargo, son las novedades temáticas suscitadas por experiencias vitales de Salinas, que se traducen en motivos nunca antes vistos en su poesía impresa o con un planteamiento del todo original: las dudas existenciales, la soledad e incomunicación, la presencia de lo divino... Supone un verdadero hallazgo para los estudiosos la confesión de culpabilidad del poeta, por vivir la guerra civil desde la seguridad del exilio americano, al ser el único poema conocido en que este aborda el conflicto bélico español. Más que un material pensado para el público, estos inéditos debieron ser una catarsis liberadora para el alma atribulada del escritor y la desnuda confesión que contienen, la causa de que nunca llegaran a publicarse.
Nos hallamos ante uno de los documentos más hermosos de la literatura española del siglo xx: la colección inédita de cartas escritas por el poeta Pedro Salinas, uno de los máximos exponentes de la generación del 27, a la profesora estadounidense Katherine Whitmore, a quien conoció en el verano de 1932 y que, a lo largo de quince años, se convirtió en la destinataria de más de trescientas cartas. El amor que surgió entre ambos se plasmó en esas páginas, donde la voz de Salinas, poderosa y vibrante, suple con creces la ausencia de las misivas de Katherine Whitmore, que no han llegado hasta nuestros días. El epistolario arroja nueva luz sobre los poemarios amorosos más conocidos de Salinas, sobre las siempre difíciles relaciones entre el mundo poético y el mundo real, y abre una nueva dimensión en la obra saliniana, complementaria a la de su poesía.
Edición conmemorativa del 35 aniversario de la colección Clásicos Castalia, en formato mayor y encuadernada en tela con sobrecubiertas de papel y acetato.Como poeta, y también como hombre, Salinas fue amante de los sueños.Aunque el sueño muera, pero antes, nuevo agradecimiento a Ella, a la que se tiene que soñar para sacar de ti tu mejor tú.Ella fue un sueño que él pudo tocar. Y ahora Él es la tumba donde yace ese sueño.Es la poesía la que derrota al tiempo; y toda la tarea de Salinas en estas dos obras fue la de forjar un corpus poético que diera cuerpo al sueño de aquella vivencia pasajera.¡Si me llamaras, sísi me llamaras! Lo dejaría todo, todo lo tiraría:los precios, los catálogos,el azul del océano en los mapas,los días y sus noches,los telegramas viejosy un amor.Tú que no eres mi amor¡si me llamaras!.
La primera obra publicada por Salinas tras su salida de España y tras la guerra civil fue El contemplado, a cuya génesis y circunstancias biográficas se ha referido un selecto sector de lacrítica y los estudiosos del poeta. Se trata de un libro sin duda muy terminado para el poeta que prefirió ofrecerlo a la editorial antes que otros poemas que tenía ya en marcha o finalizados. En esta obra, sin duda, había procurado crear una poesía, dentro de su producción y de su estilo, nueva.Todo más claro y otros poemas mantiene la llama inextinguible del ciclo amoroso en su parte última, también presidida por la angustia, la angustia de la separación y del final del episodio amoroso. Es un documento literario ciertamente excepcional.(De la introducción de Francisco Javier Díez de Revenga)
El estudio del Derecho Internacional Público presenta en general para el alumno un triple interés social, académico y científico. El libro que el lector tiene en sus manos trata de responder de la forma más adecuada, más pedagógica y más eficaz posible a esa realidad actual del Derecho Internacional Público. Se han abordado en él la parte general de la disciplina, relativa a los sujetos, fuentes y aplicación del Derecho internacional Público contemporáneo (Partes II, III y IV), así como una parte esencial de la asignatura como es el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales, que analiza el arreglo pacífico de controversias y el uso de la fuerza (Parte V). Es una obra destinada especialmente a la formación de los alumnos, y ofrece una breve bibliografía específica que permite al estudiante profundizar en las cuestiones abordadas en la lección correspondiente si así lo desea o lo necesita.
La poesía de Pedro Salinas (1891-1951) sobresale, dentro de la lírica española contemporánea, por su extraordinaria sensibilidad y por estar concebida como «una aventura hacia lo absoluto», realizada para permanecer con su fuerza y su verdad más allá del poeta. Esta selección de Poemas escogidos, que Jorge Guillén dispuso y prologó tras la muerte de Salinas, representa en su totalidad la trayectoria poética de un autor cuyas cualidades definitorias revelan espiritualidad, idealismo, contemplación, «alma» en definitiva, y, en el centro, la gran experiencia vital de la mejor poesía amorosa de nuestro tiempo, desde La voz a ti debida a Largo lamento.Francisco Javier Díez de Revenga, catedrático de la Universidad de Murcia, realiza en la introducción un estudio de toda esta obra poética, cuya edición se ofrece con anotaciones y se completa con poemas del libro Largo lamento, capital en la obra de Salinas y básico para entender esa fundamental trilogía que ha otorgado al poeta, como aseguró Jorge Guillén, «un lugar muy suyo y muy eminente en la historia universal de la poesía amorosa».
Hemos querido publicar la trilogía de Pedro Salinas por primera vez en una sola edición siguiendo el consejo de Jorge Guillén a su amigo. El gusto de Salinas por dotar de cohesión a sus libros hace que su obra se entienda mejor al ser considerada en conjunto, prestándose más que otros poetas a un estudio temático. " La voz a ti debida " contiene la historia anecdótica de un amor y la reflexión que sobre dicho sentimiento efectúa el yo poético. " Razón de Amor " es el análisis de la situación tras la ruptura con la amada, en un tono triste pero satisfecho por el aprendizaje realizado. " Largo Lamento " cierra un " cancionero sentimental " con poemas de distinta factura emotiva, donde se describe la presencia del dolor en el vacío dejado por el desamor.
Aunque la lírica de Pedro Salinas sea la parte más conocida y estimada de su obra, los escritos de crítica literaria y ensayísticos del gran poeta le acreditan también como un extraordinario y agudo prosista. El defensor es una colección de cinco ensayos escritos durante su exilio puertorriqueño, entre 1942 y 1946. Tienen en común «la preocupación por el riesgo en que se ven hoy día algunas formas tradicionales de la vida del espíritu». En concreto, estos ensayos son una defensa de la carta y de la correspondencia epistolar como manifestación de recogimiento y meditación, de la lectura fértil y reposada, de la capacidad creadora de las minorías literarias, de los viejos analfabetos frente a los neoanalfabetos que han renunciado por voluntad propia, parcial o totalmente, a su capacidad de lectura; finalmente, del lenguaje, instrumento prodigioso para la expresión del propio ser y la convivencia con el prójimo. Como señala Juan Marichal en el prólogo de El defensor, «Salinas no es un ensayista introspectivo o egoísta. Sus ensayos están abiertos hacia la vida de su tiempo, de su mundo histórico. Son ensayos de espectador, o, más precisamente, de ³veedor² y de ³oidor² de la vida coetánea: porque en sus ensayos Salinas da rienda suelta a sus entusiasmos ¡y qué capacidad la suya para la sanísima admiración!, pero también sopesa y condena muchas actitudes y muchas injusticias».
¡Si me llamaras. sí,si me llamaras!Lo dejaría todo,todo lo tiraría:los precios, los catálogos,el azul del océano en los mapas,los días y sus noches,los telegramas viejosy un amor.Tú, que no eres mi amor,¡si me llamaras!(Fragmento de La voz a ti debida.Madrid, 1933)Como poeta (y seguramente como hombre, pues sería absurdo pensar de otra manera), Salinas fue amante de los sueños. Realizó los sueños de su juventud viajando, conociendo tierras y gentes. Pero el destino, el seguro azar, le dejó al fin nostálgico de su patria, en un desenlace que seguramente estaba muy lejos de imaginar el poeta (y el hombre) en sus años madrileños y sevillanos.De la Introducción de Joaquín Gonzaléz Muela