El presente libro ofrece una propuesta de poética gestual. Para ello, divide su estudio en tres partes: El poema y el gesto propone un camino que se inicia en la elocuencia y culmina en la poética, cuyo destino es llegar a la consideración de la naturaleza gestual de todo poema; El gesto deíctico del lenguaje, apoyándose en las partículas deícticas de la lengua, ofrece una explicación de lo que la palabra tiene en sí misma de gesto verbal; finalmente, en Dactilécticas, una vez sentados los principios teóricos de la poética gestual y considerando el sentido como demostrativa dirección en el poema, se realizan cuatro lecturas de Dante, Vallejo, Celan y Gamoneda. Retórica, poética, lingüística y hermenéutica son, por tanto, cuatro de los hilos mediante los que este libro trama su pensamiento. Pero, sobre todo, El poema y el gesto nace del apasionamiento que el fenómeno de la deixis despierta en su autora, inquietud ante un objeto poético y filosófico que se presenta inalcanzable, ardicia incapaz de ser colmada con estas páginas.
La correspondencia entre Nelly Sachs y Paul Celan se extiende a lo largo de casi dieciséis años, desde la primavera de 1954 hasta finales de 1969. Poetas y exiliados, ambos se vieron forzados a vivir y escribir fuera del ámbito cultural y geográfico de la lengua alemana. Los dos llevaron existencias atormentadas y experimentaron la suerte de su salvación como una culpa. «La vida tiene la misericordia de rompernos», escribió una vez Sachs a Celan. Y también: «Querido Paul Celan, nosotros queremos seguir aportándonos la verdad el uno al otro. Entre París y Estocolmo se extiende el meridiano del dolor y del consuelo». Sus cartas, acompañadas en ocasiones de las primeras versiones de algunos de sus poemas, albergan la amistad de estos dos seres humanos hermanados por la experiencia del sufrimiento y permiten acceder a su intimidad creadora. Una correspondencia publicada aquí por primera vez íntegramente, en una edición comentada y anotada.
Paul Celan destinó a la publicación apenas 500 poemas, pero tras su muerte se encontró en su legado casi el mismo número de poemas póstumos. Esta proporción entre la obra reconocida por el autor y su producción literaria real muestra la enorme exigencia que Celan imponía a su escritura poética. La decisión acerca de la publicación de sus poemas fue variando a lo largo de las distintas fases de la vida creadora del poeta. Es verdad que se conservan poemas inéditos pertenecientes a las distintas épocas de la obra. Pero mientras que en algunos volúmenes como, por ejemplo, "De umbral en umbral", "Reja de lenguaje", "Cambio de aliento" o "Compulsión de luz" fueron recogidos, salvo contadas excepciones, casi todos los poemas de la época, existen en otros periodos grandes conjuntos de poemas no publicados, que casi alcanzan en extensión a la obra publicada. Paul Celan había pensado en publicar un reducido grupo de poemas póstumos, pero nunca llegó a realizar este proyecto. Abrigaba la idea de un volumen en el que a lo ya publicado, y a algunos aforismos, se sumasen también poemas de ocasión inéditos. No obstante, se preocupó por designar la amplia producción póstuma perteneciente a los dos últimos años de su vida con etiquetas del tipo de «¡No publicar!», «¡No publicar nunca!» o «Impublicable». Y, con todo, nunca destruyó estos poemas; al contrario, los guardó e incluso ordenó cuidadosamente, junto con todas sus versiones previas. Ambos actos, tanto la prohibición de publicarlos como la custodia de los poemas, forman parte de una única última voluntad.