El fragmentario ensayo de Nietzsche Sobre verdad y mentira en sentido extramoral es uno de esos raros textos filosóficos que entendidos y no entendidos en la materia coinciden en calificar de deslumbrantemente originales. Su autor lo compuso aún no cumplidos los treinta, en el verano de 1873. Pero el manuscrito no rebasó apenas el círculo de los amigos y permaneció largo tiempo inédito. viendo la luz por vez primera después del fallecimiento del pensador. Durante la primera mitad del siglo XX prevaleció entre lectores y comentaristas, incluidos los ideólogos nazis, la imagen del Nietzsche de última época, de perfil más bien profético-religioso, que se inicia con la magna obra Así habló Zaratustra. Pero después de la Segunda Guerra Mundial, ya entrados los años cincuenta, volvió a emerger en Europa el perfil, ya entrevisto por Lou Salomé, de un Nietzsche intelectualista, librepensador e ilustrado, con visos positivistas, que se interesa por el problema de la verdad y la crítica del conocimiento y se manifiesta en la trilogía, aparecida en la década de 1880, Humano, demasiado humano, Aurora y Gaya ciencia. Pero con entera independencia de su circunstancia histórica y del lugar que ocupa en la trayectoria intelectual de Nietzsche, este fragmento merece ser leído por sí mismo, por la originalidad de su visión, el brillo de sus imágenes y la facilidad retórica de sus argumentos y porque nos muestra algunas de las más hondas intuiciones de su autor, quien ejercita ya aquí, con la misma maestría que en sus obras de madurez, el análisis genealógico del sentimiento, el arte por él inventado de desenmascarar las ocultas raíces emotivas de nuestras actitudes y juicios de valor que luego cultivaría el psicoanálisis y más recientemente Michel Foucault quiso radicalizar.
Los temas de que se ocupa esta obra -Eurípides y Sócrates, Apolo y Dioniso, la epopeya y la lírica, etc.-, así como las funciones docentes de su autor, catedrático de Filología Clásica en Basilea desde 1869, hicieron pensar inicialmente a la crítica académica que " El nacimiento de la tragedia " (1872) no era sino un tratado erudito para helenistas, Sin embargo, ya desde este su primer libro Friedrich Nietzsche (1844-1900) se proponía realmente exponer las líneas maestras de una nueva concepción del mundo que iría perfilando en obras sucesivas y que gira en torno al pensamiento trágico, la intuición de la unidad de las cosas, la afirmación recíproca de la vida y de la muerte, el eterno retorno y la inocencia del devenir.
Dedicado a los trabajos filológicos de Nietzsche, este segundo volumen presenta los materiales más significativos elaborados durante el período de su aprendizaje universitario en Leipzig (1866-1868) y los redactados para sus cursos como profesor en Basilea (1869-1879). Durante mucho tiempo olvidados e infravalorados, estos textos son de una importancia excepcional para la comprensión del pensamiento posterior de su autor, pues en ellos se desarrollan tanto la nueva comprensión de la Antigüedad griega, que inspira y orienta toda la trayectoria de Nietzsche, como los primeros elementos de su método genealógico, pues a esa nueva comprensión de Grecia acompaña la exigencia continua de un replanteamiento de la filología clásica como saber de la interpretación. Nietzsche se distancia y polemiza incansable contra una filología que, modelada sobre el esquema de la ciencia natural, busca la objetividad de resultados definitivamente verdaderos, y degenera en estéril eruditismo positivista prisionera de la ilusión cientista de tan inadecuado método. Frente a ella, defiende y practica una comprensión a la vez histórica, psicológica, estética y filosófica, que no desliga el estudio del mundo clásico de una confrontación con la cultura moderna y con nuestra diferencia respecto a su clasicidad. Ello le permite preguntarse entonces por las fuerzas que determinan la configuración de esa luminosa serenidad del espíritu griego a partir de la prehomérica barbarie primitiva, mundo de titanes, tinieblas y ferocidad, cómo adquieren los griegos esa perfección y esa nobleza que reflejan el arte, la poesía, la religión, la filosofía y, en particular, la tragedia de sus mejores siglos, y cómo la noción de decadencia permite dar cuenta, al mismo tiempo, de la evolución de esos logros culturales en función de su alejamiento respecto al modelo griego.
Ideas que han cambiado el mundo. A lo largo de la historia, algunos libros han cambiado el mundo. Han transformado la manera en que nos vemos a nosotros mismos y a los demás. Han inspirado el debate, la discordia, la guerra y la revolución. Han iluminado, indignado, provocado y consolado. Han enriquecido vidas, y también las han destruido. Taurus publica las obras de los grandes pensadores, pioneros, radicales y visionarios cuyas ideas sacudieron la civilización y nos impulsaron a ser quienes somos. Friedrich Nietzsche fue uno de los más revolucionarios filósofos de todos los tiempos. En esta colección de escritos póstumos recoge esbozos de extraordinaria audacia sobre el lenguaje y el conflicto de la filosofía ante la insuficiencia de la palabra, uno de los temas en los que su pensamiento se mostró más sugerente, y que sigue ofreciendo intuiciones fascinantes para la sensibilidad contemporánea. Comentarios sobre la colección Great Ideas:«De veras que la edición es primorosa y pocas veces contenido y continente pueden encontrarse mejor ensamblados y unidos. ¡Qué portadas! Para enmarcar. [...] Ante las Great Ideas, solo cabe quitarse el sombrero. ¡Chapeau!»ABC «Taurus propone un doble envite con este lanzamiento. Por un lado aumenta su compromiso con el ensayo; por otro, recupera el gusto por la estética. A los volúmenes se les ha proporcionado una portada delicada y cuidada (copian el original británico) que invita a la lectura.»La Razón «Un fenómeno editorial.»The Guardian «Aparte de los contenidos, en general muy bien elegidos, son tan bonitos que si los ven seguro que cae alguno.»El País «Ideas revolucionarias, crónicas de exploraciones, pensamientos radicales... vuelven a la vida en estas cuidadísimas ediciones, muy atractivas para nuevos lectores.»Mujer Hoy «Grandes ideas bien envueltas. De Cicerón a Darwin, esta colección entra por los ojos.»Rolling Stone «Original y bella iniciativa la emprendida por Taurus con su colección Great Ideas.»Cambio 16 «Hay libros inmortales, libros únicos que contienen pensamientos y reflexiones capaces de cambiar el mundo, tesoros en miniatura reagrupados en la colección Great ideas.»Diario de León
Terminado durante el verano de 1888, " Crepúsculo de los ídolos " es una completa introducción de conjunto a las " heterodoxias filosóficas esenciales " de Friedrich Nietzsche (1844-1900). También en el aspecto estilístico constituye este libro una excelente antología, tanto por su lenguaje vivo, jovial y agresivo, como por los aforismos de su primera parte. La presente edición se complementa con una introducción y abundantes notas a cargo de Andrés Sánchez Pascual, traductor asimismo de la obra.
Friedrich Nietzsche (Rocken, 1844-Weimar, 1900) goza de un prestigio inusual, sólo comparable al alcanzado por Karl Marx y Sigmund Freud, los otros dos maestros de la sospecha, al decir del hermeneuta Paul Ricoeur. Pocos calificativos convienen mejor a su figura que el de filósofo trágico, en la medida que también lo fueron Epicuro, Lucrecio y Montaigne: un filósofo prendado de la vida, pero atrapado desde muy pronto en las redes del lenguaje, lo que le predispuso al rechazo del discurso tradicional, el lenguaje del todo, en favor del discurso fragmentado, el lenguaje de las partes. El autor de Así habló Zaratustra no pretende exponer una visión global o un pensamiento unitario, sino que se limita a introducir una mirada discontinua, respetuosa con el mundo de la vida, en un medio cultural devaluado por los discursos establecidos. Ésta es, a fin de cuentas, la moral nietzscheana del lenguaje, sobre la que se sustenta el ambicioso proyecto filosófico que llevó a cabo, dirigido por una conciencia lingüística extrema, y destinado a relatar la expansión del nihilismo en las sociedades occidentales. Algo de todo ello encontrará el lector en esta selección de sus pensamientos, debida al buen hacer de Luis B. Pietrafesa; en esta selección de textos concebidos, trabajados y ejecutados conforme a la escritura aforística moderna de estricta orientación filosófica.
Aurora fue para Nietzsche una de sus obras básicas y fundamentales. En Ecce Homo, es la obra a la que más páginas dedica Nietzsche, así como un trato muy especial. Pero no sólo a posteriori, también en el momento de componerla y publicarla es plenamente consciente de que supone un acontecimiento: no sólo sabe que el contenido de Aurora es muy importante, sino que lo ve como algo único y especial. Aurora responde a una cuestión clarísima: indaga la procedencia de los valores morales del cristianismo, un «problema de primer orden, puesto que condiciona el futuro de la humanidad», y es eso lo que le lleva a iniciar «su campaña contra la moral».
He aquí la opera prima del legado nietzscheano y el texto más importante de su juventud, el inicio de su inaudito y enmascarado filosofar, el primer resultado de las experiencias vitales de esta singular personalidad, lleno de interrogantes y premoniciones que van más allá de sus expresiones de aparente discípulo. Este libro extraño y problemático, redactado en prosa de infrecuente belleza, sin notas ni aparato erudito, sintetiza las meditaciones del joven Nietzsche en torno al mundo griego y la tragedia ática, su autónomo descubrimiento de las filosofías de Kant y Schopenhauer, su amistad y su pasión por R. Wagner, sus experiencias de la guerra franco-alemana y de la dedicación a la ciencia en la Universidad, su búsqueda de una cultura plena, sin historicismos ni mimetismos, su magisterio de genuino filólogo clásico, necesitado de una filosofía propia para su alternativa labor hermenéutica enfocada a diagnosticar y transformar el presente. La incidencia de este libro insólito ha sido colosal, y no sólo entre los filólogos y helenistas, tan reacios al principio a asumir sus tesis; muchos artistas, poetas y filósofos han fraguado su vocación en contacto con esta fascinante reivindicación de la justificación estética de la existencia, con esta afirmación de una filosofía trágica, sin frivolidades ni autoengaños ni consuelos extramundanos.
En este volumen se reúnen las obras del último período de la vida lúcida de Nietzsche, escritas entre 1883 y 1889. El pensamiento que contienen aprovecha los conceptos y desarrollos de los escritos precedentes al presentar ahora los grandes temas representativos de la madurez de su autor: la muerte de Dios, el nihilismo, la voluntad de poder, el eterno retorno, el Übermensch o la transvaloración. En la evolución de este conjunto de potentes y vibrantes ideas, Así habló Zaratustra es el grandioso y sorprendente experimento de ofrecer un elevado pensamiento especulativo bajo una forma lírica intencionadamente antigua, oracular, profética, pero, a la vez, suspendida sobre la fragmentación y el vacío de lo moderno. Más allá del bien y del mal aborda, por su parte, la necesidad de una nueva definición de la tarea de la filosofía, que debe sustituir la clásica problemática de la verdad por la más radical del valor. Sobre la base de esta investigación, La genealogía de la moral traza con finísima penetración psicológica la historia genealógica de nuestros prejuicios morales, a los que subyace el trabajo subterráneo de una cultura de la domesticación y su pedagogía de la culpabilización y el debilitamiento de los individuos. Su propósito es enseñar cómo librarse de los ideales ascéticos y sus metamorfosis para superar el nihilismo. Por último, en unos pocos meses del año 1888, Nietzsche redacta un conjunto de breves obras en las que brilla la admirable perfección formal de su singular estilo, y que van a sonar como un final a la vez tempestuoso y enigmático: El caso Wagner, Crepúsculo de los ídolos, El Anticristo, Ecce homo, Ditirambos de Dioniso y Nietzsche contra Wagner. En ellos perfila un agudo diagnóstico de la modernidad, señala a sus responsables últimos, denuncia falsos intentos de renovación como el proyecto estético-político de Wagner, y muestra con ingenio y hasta con humor todo el escaparate de sus heterodoxias filosóficas.
Los textos autobiográficos que se reúnen en el presente volumen comprenden el período de la niñez, la adolescencia y la época de estudiante universitario de Friedrich Nietzsche, hasta su acceso a la cátedra de lengua y literatura griega en la Universidad de Basilea, cuando contaba veinticinco años de edad. De entre la variedad de textos que se ofrecen al lector, destaca la autobiografía que escribió a los trece años y que él mismo denominaría su «primer libro». Asimismo se incluyen el Diario de la escuela de Pforta y Mirada retrospectiva a mis dos años de estudiante en Leipzig, texto clave donde Nietzsche narra su encuentro con personajes como Ritschl, la génesis de sus primeros trabajos filológicos o su descubrimiento de la filosofía de Schopenhauer. A modo de apéndice, figuran dos ensayos del pensador en los que ya se esbozan algunos de los temas que, de forma magistral, trataría en sus obras de madurez.
Franz Overbeck fue el amigo más fiel y constante de Nietzsche. Quizás su único amigo. Desde los años centelleantes de la juventud en que ambos compartieron casa e infinitas búsquedas, hasta el momento en que, décadas después, el filósofo fue doblegado por la locura en las calles de Turín: allí fue a buscarlo Overbeck, a su vieja habitación de hotel, donde lo encontró agitando unos folios entre risas y bramidos salvajes, bailando y rodando por el suelo. En este libro, que relata algunos de los episodios más reveladores de la vida de Nietzsche, Overbeck no pretende ofrecer un análisis filosófico de su obra, sino mostrar a Nietzsche en tanto que hombre: un hombre en minúscula, un pensador colosal de vida insignificante, capaz de alojar, como todos los hombres, miedos y gestos vanos, o ser caprichoso, o verse incapaz de sobrevivir a una velada en compañía de mujeres bellas o atrevidas o ambas cosas a la vez.
El último año de vida lúcida de Friedrich Nietzsche (1844-1900) es un año de intensa y fructífera actividad. En apenas ocho meses, de mayo a diciembre de 1888, compone siete obras memorables. Entre ellas, unas pocas semanas antes del definitivo colapso mental, redacta esta genial e impresionante autobiografía que es Ecce Homo, uno de los productos más extraordinarios dentro del género y, probablemente, el más singular de los escritos nietzscheanos. En esta espléndida pieza literaria, donde la autoalabanza y el juego irónico consigo mismo se conjugan de modo insuperable, Nietzsche nos descubre algunos de los rasgos más fascinantes de su carácter y de su vida, a la vez que relata con concisión y precisión admirables el germen, la atmósfera, el sentido de cada uno de sus libros. El tono de resonancias apocalípticas, deliberadamente provocador, con el que se anuncia aquí la inminencia de una crisis que aún sentimos cercana, constituye un reto más al lector, enfrentado al misterio de lo que la propia obra de Nietzsche representa ante el desafío del nihilismo.
Éste importante ensayo de Friedrich Georg Jünger ofrece una reflexión, crítica aunque no polémica, acerca de la filosofía nietzscheana. Sus pensamientos se desenvuelven sin retórica, con claridad y de forma amena.