Sevilla jugó un papel fundamental en la Guerra de la Independencia. Fue sede de la Junta Suprema sevillana una vez que se produjo la "revolución santa" de mayo de 1808. Desde Sevilla se declaró la guerra a Napoleón y se estableció la paz con Inglaterra. Fue el epicentro de los grandes días de gloria que siguieron al triunfo de Bailén, que fue obra de su Junta. Sede posterior de la Junta Central, la ciudad fue capital de la España libre frente al Madrid napoleónico. Pero, tras su rendición sin lucha ante el ejército de José Napoleón I, Sevilla se convirtió en la ciudad más afrancesada de la Península. Durante dos años y medio la población convivió y colaboró con el ejército napoleónico, un asunto olvidado y silenciado pero de la mayor importancia en el pasado de la capital.
Muchos hombres, en un momento determinado de sus vidas, pueden llegar a sentirse Napoleón y creerse vencedores de batallas en las que ni siquiera han participado. Son soldados rasos que no se resignan al anonimato del pelotón y que, a niveles inconscientes, prefieren identificarse con un Napoleón triunfador. Llevando esa devoción a límites patológicos, no faltan incluso quienes renuncian para siempre a su verdadera identidad para identificarse con ese Napoleón, considerado como símbolo del poder. Hablamos ahora de los famosos delirios napoleónicos. Puede que actualmente no se den tantos delirios napoleónicos como antaño. Nos parece, sin embargo, que hay algo que no ha cambiado: hoy como ayer, existe una continuidad entre la psicología normal y la patológica. Lo que diferencia al hombre normal del alienado es tan sólo una cuestión de grado. Los hombres considerados «normales» delatan su desequilibrio en momentos puntuales y de forma matizada. Nos obligan, por así decir, a leer su locura entre líneas. Los dementes, por su parte, se exhiben sin el menor recato, dans toute sa nudité. Éste es el caso del protagonista de esta novela: a pesar de la voz responsable que le interpela desde lo más profundo de su conciencia, Hilario se cree Napoleón, se inventa interlocutores palaciegos, y de vez en cuando sale al balcón de su casa para contemplar la ciudad extendida a sus pies, del mismo modo que el Gran Corso, desde lo alto de una pirámide, contempló a sus soldados acampados a las orillas del Nilo. Una nueva novela de Javier Tomeo, y por tanto una obra sorprendente, imaginativa y estupendamente escrita.
Pocas campañas militares y políticas en la historia pueden compararse con la que acometió el ejército del emperador Napoleón en 1812 en tierras rusas. Esta gesta militar, que pretendía el control de los grandes territorios rusos y el sometimiento de su imperio, llevó a las tropas francesas a una de sus derrotas más trágicas. Al llegar a las puertas de Moscú y encontrar la ciudad casi destruida por la política de tierra quemada practicada por las autoridades locales, un ejército formado, disciplinado, valiente y acostumbrado a violentas batallas, se tuvo que enfrentar además con la crudeza de un invierno terrible que fue diezmando a unos soldados que se iban agotando a medida que avanzaban por las desoladas estepas rusas. La retirada forma parte del recuerdo colectivo y de los manuales de historia militar sobre ejércitos en combate.Adam Zamoyski ha recorrido los paisajes y los documentos (cartas, partes de batalla, mapas estratégicos, libros de memorias) de este episodio histórico para analizar con detenimiento las razones que llevaron a Napoleón a tratar de extender su poder hacia el mediante una campaña que pretendió liberar a las poblaciones rusas y que, sin embargo, encontró el rechazo frontal del ejército de lzar y del campesinado.Retrato épico de batalla con personajes -Napoleón y sus principales generales, Murat y Ney, el zar Alejandro y su estado mayor-, este libro de historia ahonda en las razones militares y en la política de alianzas del general francés, al tiempo que estudia el comportamiento del resto de potencias europeas para ofrecer un fulgurante recorrido por uno de los momentos más importantes de la historia moderna de Europa.
El libro presenta la inusual perspectiva de mostrárnos a Napoleón en el ámbito de su vida familiar y privada, manteniéndo al fondo de su perfil de hombre de Estado y su ambición política. Napoleón, que elevó el nepotismo a sistema de gobierno, exclamará
Las ansias conquistadoras de Napoleón hicieron que sus ejércitos entablaran dos décadas de guerras prácticamente contra todos: Austria, Prusia, Rusia, Inglaterra, España, Portugal... este libro ofrece un análisis pormenorizado sobre la organización de todos esos ejércitos y de su adversario francés, algo que no soloda a conocer el armamento, uniformes, estrategias, etc., sino que es un documento histórico de cuanto aconteció desde la Revolución Francesa en 1789 hasta la derrota de Napoleón en Waterloo en 1815.
Este libro analiza en profundidad tanto los antecedentes que dieron pie a la Revolución Francesa y al Imperio napoleónico, como todas las campañas militares de Napoleón y los conflictos posteriores a su mandato, documentando con gran rigor histórico las batallas, los personajes principales y los tecnicismos armamentísticos sin renunciar a un texto salpicado de anécdotas y curiosidades capaces de transformar un manual de historia en el verdadero objeto del placer de la lectura.
El libro del soldado napoleónico descubre al lector una nueva y concisa visión de los ejércitos del emperador a través de treinta ilustraciones originales y fieles a la realidad. Junto al magistral relato de Miguel del Rey ?uno de los más reputados especialistas del periodo?, se explora no solo las batallas y estrategias empleadas en los campos de batalla de toda Europa, sino que también se centra de forma más específica en sus armas, uniformes y unidades más emblemáticas. Un libro llamado a convertirse en una referencia sobre el tema para lectores y también para coleccionistas.
Mientras desayunaba con sus mariscales el día de la batalla de Waterloo, Napoleón afirmó que Wellington era un mal general, que los británicos eran malos soldados y que antes del mediodía Francia obtendría una fácil victoria. Este hecho provocó que los h
Leon Duguit figura entre los interpretes mas ilustres y agudos de las transformaciones economico-sociales que han acontecido en Europa y en particular en Francia a finales del siglo XIX
Mucho se ha escrito sobre esta guerra, especialmente por autores extranjeros que, al no participar, o ser derrotados en ella, han omitido la campaña de Galicia y norte de Portugal en el primer semestre de 1809, a pesar de que en solo en cinco meses se expulsó a los mariscales Soult y Ney "para nunca máis volver". Y, sin embargo, en Galicia de dio a España y a Europa la lección de que el ejército francés no era invencible cuando se enfrentaba con una región en armas dispuesta a morir. Las acciones, grandes y pequeñas, de los campesinos gallegos son descritas con todo detalle de croquis y organigramas; especialmente los combates de Casal de Eirigo, As Galanas y Santiago, así como la victoria definitiva de Ponte Sampaio. Una gloria que se le ha negado al pueblo gallego durante 200 años, se pone aquí de manifiesto con nombres y lugares para honra de los heroicos hombres y mujeres del campesinado gallego, y para sao ejemplo y orgullo de todos sus descendientes. Con ocasión del segundo centenario de la epopeya, Hércules de Ediciones ha querido aportar esta interesante recopliación de acciones con que la humilde gente rural reaccioón en defensa de su dignidad atropellada por los invasores, con la esperanza de que las nuevas generacions conozcan sus raíces y valoren la grandeza de un pueblo gallego que supo sacrificarse por su libertad.