Editada por primera vez en 1922, " Andanzas y visiones españolas " reúne una selección de artículos publicados en periódicos y revistas entre junio de 1911 y marzo de 1922; la obra recoge las experiencias interiores y exteriores de Miguel de Unamuno (1864-1936) con ocasión sobre todo de las excursiones que acostumbraba realizar en compañía de sus amigos, siempre que sus deberes de catedrático se lo permitían. Como señala Luciano González Egido en la introducción a esta edición, los artículos desempeñan la función de notas autobiográficas que permiten conocer los humores de Unamuno en cada uno de los momentos germinales de estos textos, sus preferencias paisajísticas, el nacimiento orgánico de sus ideas, la lógica vital de sus connotaciones y sus resonancias personales.
Publicados inicialmente en la revista " La España Moderna " a lo largo del primer semestre de 1895, los cinco ensayos recopilados por el propio autor bajo el título " En torno al casticismo " ocupan un lugar central en la obra de Miguel de Unamuno (1864-1936). En el prólogo a su edición como libro en 1902, el autor recuerda que escribió estas páginas «antes del desastre de Cuba y Filipinas, antes del encontronazo entre Robinsón y Don Quijote, entre el que se creó una civilización y un mundo en un islote y el que se empeñó en enderezar el mundo en que vivía». El auge de la literatura crítica sobre España nacida a raíz de los «desastres y batacazos» del 98 no haría, en efecto, sino confirmar la vigencia de sus enfoques, intuiciones y preocupaciones.
Considerada por muchos de sus contemporáneos un aspecto secundario de su obra, con el paso de los años la poesía de Miguel de Unamuno (1864-1936) fue adquiriendo tras su muerte una valoración cada vez mayor, de forma que para muchos ha llegado a igualar y aun a sobrepasar en estatura a su obra filosófica y narrativa. Muestra significativa de la fecunda, aunque tardía, poesía unamuniana, la presente antología poética reúne más de ciento treinta composiciones que abarcan toda su trayectoria en el campo de la lírica. Selección y prólogo de José María Valverde
Publicados unitariamente en 1920 bajo el título de " Tres novelas ejemplares y un prólogo " , los admirables relatos que forman este volumen («Dos madres», «El marqués de Lumbría» y «Nada menos que todo un hombre») fueron escritos por Miguel de Unamuno (1864-1936) en la segunda década del siglo XIX. Precedidos por un prólogo en el cual el autor resume sus ideas básicas sobre la teoría del relato y la creación de personajes, se caracterizan por la exploración del mundo interior, la escasez de los elementos descriptivos, el desarrollo interno de la trama en un tiempo psicológico y la importancia de los diálogos, rasgos que comparte con las corrientes expresionistas vigentes en la época. Introducción de Demetrio Estébanez Calderón
Esta antología de textos se sitúa dentro del conjunto de la obra de D. Miguel en lo que denominamos «ensayos» y está articulada en torno a la síntesis lograda por Unamuno acerca de su concepción del hombre y de Dios desde el principio del siglo xx (1900) hasta su muerte (1936). El esfuerzo desplegado por Unamuno en esos 36 años está «esencialmente» articulado en torno a dos temas; de manera que Unamuno podría decir lo mismo que dijo San Agustín en sus Soliloquios: Deus et anima scire cupio: «lo único que deseo conocer es a Dios y al alma». Dios y su antropología del hombre concreto son los dos temas «esenciales» que nos permiten hablar del «Unamuno esencial». Esa es la idea que nos ha llevado a configurar esta «antología de textos», en la que pensamos está contenido el núcleo de la filosofía de Unamuno.
Publicada en 1897, " Paz en la guerra " fue la primera novela de Miguel de Unamuno (1864-1936), quien vertió en sus páginas muchas de sus experiencias de niñez y su recuerdo de algunos momentos decisivos de la historia del pueblo vasco. En el prólogo a esta edición de esta obra centrada episódicamente en el sitio que sufrió Bilbao en 1874, en el curso de la última guerra carlista, y que aún sigue arrojando luz sobre la cuestión vasca, Juan Pablo Fusi señala que Unamuno consideró siempre esta obra " como su más importante esfuerzo de reflexión sobre el País Vasco " .
El carácter narrativo de " Teresa " , su pretexto argumental, es algo más que una colección de poemas. Las " Rimas " vienen envueltas por un ficticio aparato crítico a cargo del propio Unamuno, quien se convierte en el presentador, editor y anotador del texto. Rafael, un joven provinciano, supuesto autor de las " Rimas " , entra en relación epistolar con el famoso escritor don Miguel de Unamuno. Entre ambos parece entablarse rápidamente una relación de confianza. El experimentado don Miguel le sugiere lecturas y le remite versos propios a cambio de los que de él recibe. Con el tiempo comienzan a compartir inquietudes, gustos literarios, y se advierte cierta afinidad de caracteres. " Teresa " es un texto de crítica a la labor crítica, un alegato a favor de la poesía como experiencia vivida y un ejemplo de lección de un maestro a su discípulo, juego y tragedia a la vez.
Tarea es la de pintar a Don Quijote hasta más difícil que la de hinchar un perro. No ya ilustrar la obra imperecedera de Cervantes, sino vestir de carne visible y concreta un espíritu individual y vivo, no mera idea abstracta. Con escrupuloso cuidado me he entretenido en entresacar de las páginas vivas de El Ingenioso Hidal go, cuantos pasajes se refieren más o menos directamente a los caracteres físicos de Don Quijote. Invito al lector a que divaguemos un poco acerca de la expresión pictórica de este símbolo vivo
El argumento central de Abel Sánchez es el tema de la envidia, tema sobre el que ya Unamuno, en el esplendor de su gloria literaria, había meditado abundamentemente [...]En ese tema ve Unamuno el nervio de la conflictividad histórica y social que ha vivido nuestro país de forma continua y apasionada, aunque no deje de reflejar el fondo universal de la humana convivencia. [...] Esta envidia es expresión del conflicto exterior e interior que don Miguel vivió intensamente a lo largo de su existencia, conflicto que alcanza su máxima expresión simbólica y paradigmática en la guerra civil.(De la Introducción de José Luis Abellán)
A pesar del proverbial y reconocido fracaso de don Miguel de Unamuno en los intentos por estrenar sus obras y del nunca conseguido éxito de público y de crítica a lo largo de varias décadas, once obras originales, más la adaptación, por mano ajena, de una de sus novelas, una versión de Séneca y un sainete de juventud no pueden considerarse labor de menor importancia o aspecto incidental que distrae de otra tarea intelectual de más empeño. (...)Unamuno escribe teatro por una necesidad insoslayable que está inserta en lo más profundo de su conciencia. No es sólo que tiente un género literario más para tratar de aumentar su fama o para ayudar a su precaria economía doméstica, razones que no se descartan, sino que la expresión adecuada de su problema general (vital y filosófico) no se completa más que con la peculiar forma de escritura que es el drama.(De la Introducción de Guadalupe Gómez Ferrer)
La aparición de este " Diario íntimo " en 1970 supuso una renovación de los estudios unamunianos motivada por la nueva luz que arrojaron sobre la figura del gran escritor bilbaíno. Formado por cinco cuadernos de diferente tamaño y número de páginas, en ellos Miguel de Unamuno (1864-1936) vertió, abandonado a su espontaneidad y sin la expectativa de juicios ajenos, los sentimientos, dudas, esperanzas y temores suscitados por la profunda crisis espiritual que en los últimos años del siglo XIX cambió el rumbo de su vida y de su concepción del mundo.
Este es un libro de viaje en el tiempo y en el espacio hacia la infancia. Los niños, a propósito de su paso por la escuela, han dado pie a grandes escritores a publicar relatos que ya son clásicos. El libro recopila también textos recientes y es de gran belleza en su conjunto. Los autores de los relatos son: Da Amicis, Foz, Unamuno, Palacio Valdés, Daudet, Loti, Mansfield, Jesualdo, Agüera, Molina Escabias, Mistral, Machado de Assis, Marinello, Dapena, González San Martín, Pereda, Andersen y Seve Calleja, éste último también compilador y prologuista de la edición