La delimitación del avantexto de Del sentimiento trágico de la vida, el ensayo filosófico de Unamuno sin duda más conocido y estudiado, sigue representando una tarea de especial complejidad, a resultas del copioso número de materiales heterogéneos que lo componen. Pese a la notable cantidad de contribuciones críticas, carecíamos hasta la fecha de un análisis puntual y completo de las diferentes etapas de elaboración del texto del rector de Salamanca, a fin de iluminar el intrincado mosaico de sus numerosísimos borradores. Esta edición arroja luz sobre uno de los textos capitales dentro del proceso creativo que culminó en Del sentimiento trágico de la vida: A la juventud hispana, un ensayo sobre el erostratismo y otros temas redactado en 1904 que, filtrado a través del Tratado del amor de Dios, desemboca finalmente en la obra filosófica más representativa del autor vasco. Por vez primera, se edita aquí el autógrafo de A la juventud hispana según rigurosos criterios filológicos; el texto va acompañado por las notas inéditas que Unamuno pensaba interpolar a lo largo de su obra. En el apéndice se reproducen los esquemas y planes relativos a este proyecto.
“He aquí mi confesión, este rimado diario, y como en un diccionario puede anidar la canción”. [Miguel de Unamuno] Miguel de Unamuno, uno de los principales poetas del siglo XX, fue inventor de lenguajes especiales: «Dipe-lepe ape Papecope quepe voype ape rompeperpelepe lospe moperrospe». Admiraba la literatura que se transmite en la infancia -canciones de corro, cuentecillos burlescos, relatos orales, chascos- sin la contaminación de los adultos. Y consideraba el lenguaje un juguete en sí mismo: «Una nueva palabra excita nuestra alegría igual que un nuevo bicho», afirmó en Recuerdos de niñez y mocedad. Los trece poemas de esta selección pertenecen
Tras las selecciones poéticas dedicadas a Rosalía de Castro y Celso Emilio Ferreiro, dos de los máximos exponentes de las Letras en Galicia, FAKTORÍA K refuerza la colección Trece Lunas con la obra en castellano de Gabriela Mistral, cuya figura está unida al patrimonio histórico y literario chileno, y de Miguel de Unamuno, uno de los principales poetas del siglo XX, gran amigo de inventar lenguajes especiales: Dipe-lepe ape Papecope quepe voype ape rompeperpelepe lospe moperrospe. Admiraba la literatura que se transmite de niños a niños - canciones de corro, cuentecillos breves y burlescos, relatos orales, chascos- sin contaminación de los mayores. Y consideraba el lenguaje un juguete en sí mismo: Una nueva palabra excita nuestra alegría igual que un nuevo bicho, dijo en Recuerdos de niñez y mocedad.
The acknowledged masterpiece of Unamuno expresses the anguish of modern man as he is caught up in the struggle between the dictates of reason and the demands of his own heart.