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Resultados de la búsqueda para: Miguel de Cervantes Saavedra
7 Volúmenes . Durante el siglo XIX, en la estela de la escuela romántica inglesa que se mostró capaz, con Boswell y Carlyle, de abrir nuevos caminos al género biográfico, se adscribe como finalidad a los cervantistas la representación auténtica del autor del Quijote, al que se pretende captar en su totalidad y su intimidad a la vez. En los inicios de la Restauración expone Ramón León Máinez, en 1876, un proyecto de biografía total. Pero no consigue poner en obra su ambicioso programa, a falta de poder alcanzar por vía racional la verdad íntegra de una existencia singular. Tan sólo perdura, como legado del biografismo romántico, la voluntad de someter la representación de la vida de Cervantes al imperialismo del testimonio autentificador. Así es como se hace cada vez más patente, en este proceso de reconstrucción, el peso de las fuentes, hasta tal punto que, con el triunfo del positivismo erudito, la pesquisa documental acaba por cobrar plena autonomía. . Especial mención merece, en este particular, la benemérita labor de Cristóbal Pérez Pastor y de Francisco Rodríguez Marín, en los primeros años del siglo XX. Así y todo, ninguno de ellos pretende compendiar los frutos dispersos de sus descubrimientos, para reconstruir la concatenación de los acontecimientos e incorporarlos a la misma sustancia del vivir cervantino. El que pretende cumplir, con notable retraso, las aspiraciones difusas de los románticos será, a mediados del siglo pasado, Luis Astrana Marín, con su Vida ejemplar y heroica de Miguel de Cervantes. . Esta obra monumental continúa siendo referencia insustituible por la cantidad de informaciones que nos proporciona. Con todo, sigue perpetuando un tipo de aproximación totalmente anacrónico, limitado a la mera suma de las actividades controladas y conscientes del autor del Quijote. Aunque venga acumulando datos, Astrana Marín no elabora ningún esquema capaz de llevarnos más allá de la estampa estereotipada de un ser heroico y ejemplar. Cervantes, según sus propios términos, resulta para él todo un hombre o, más bien, un superhombre que vive y muere abrazado a la Humanidad . Esta supuesta verdad esencial del Cervantes en sí acaba por eliminar la verdad efectiva del Cervantes para sí, en una trasfiguración que desemboca, en última instancia, en una desfiguración del biografiado.