En nuestros días, no parece posible dejar de acudir al filón inagotable de las ideas de Max Weber. La propia posmodernidad ha visto un precedente en ellas y en las tensiones que se agitan en su interior. La presente obra trata de explicitar y discutir las razones de esta filiación posmoderna partiendo de una visión de la personalidad intelectual de Weber como teórico de la historia, poniendo de relieve cómo su proyecto teórico de la 'Religionssoziologie' supone un desafío global a la fiosofía de la historia de raíz hegeliana. En definitiva, este libro aporta algunos ángulos nuevos desde los que entender el decisivo papel de Max Weber en la crisis de las ciencias sociales, una crisis que, en buena medida, se extiende hasta la actualidad.
Este libro analiza desde una nueva perspectiva la posición de los estudios índicos weberianos, plasmados en su ensayo "Hinduismo y Budismo", resituando a Max Weber en el contexto de la mirada a la India de los grandes pensadores alemanes desde el Romanticismo, y sale al paso del injusto olvido al que se le ha sometido por parte de los grandes estudiosos de las conexiones culturales Alemania-India.
A pesar de la difusión que tuvieron algunas ideas de Max Weber y del prestigio universal de su nombre, existen razones de peso para creer que la totalidad de su pensamiento, la íntima unidad de su obra, eran, hasta la aparición de este volumen de Reinhard Bendix, relativamente desconocidas. Así lo evidencian las citas y los comentarios de las publicaciones especializadas. Se le ha objetado, por ejemplo, a su estudio sobre la burocracia un exceso de racionalismo, y se le ha imputado exactamente lo contrario a su estudio sobre la autoridad. La primera crítica ignora su prolija descripción del manipuleo burocrático bajo la dominación autocrática; la segunda pasa por alto todos sus trabajos sobre la sociología del derecho, donde analiza el desarrollo del razonamiento formal en la creación del Estado moderno. En parte, esta falta de una visión global de Weber obedece a la tardía traducción de sus escritos a otros idiomas, pero a la dificultad de conseguir muchos de ellos se sumó siempre la dificultad de los escritos mismos. A Weber lo tuvo sin cuidado la forma en que quedó expuesta su opulenta provisión de ideas. Tantas cosas brotaban de ese depósito inagotable de su mente apenas este se ponía en movimiento, que era harto difícil incluirlas en una clara estructura oracional. Weber parecía tolerar muy mal esta limitación del pensamiento discursivo, que no permite la expresión simultánea de varios razonamientos; como consecuencia de ello, en su discurso se superponen múltiples argumentaciones sin la necesaria distinción de jerarquías y matices, en una agobiante acumulación. Uno de los grandes méritos de este volumen reside en que tamiza y depura ese material, eliminando digresiones y minucias, aunque lo más distintivo, sin embargo, es que presenta fundamentalmente a Max Weber como sociólogo, basándose para ello en sus trabajos empíricos.
Si bien los ensayos de Max Weber escogidos para este volumen aparecen ordenados cronológicamente, ese orden es también lógico, puesto que representan la marcha de un único pensamiento y remiten unos a otros en cuanto al contenido: son testimonio del proceso de formación de la metodología weberiana. Su estructura interna es esclarecedora respecto de la comprensión de aquella: cada uno tiene un tema central (definición metodológica de los tipos ideales, concepción de la causalidad en materia histórico-social, historia de una tipología de la acción social y tratamiento de los juicios de valor relativos a la realidad y a la política) pero recapitula lo considerado en los otros trabajos desde puntos de vista diferentes. Así, la obra forma un todo coherente y se constituye en una herramienta insustituible para la comprensión de uno de los pensamientos más ricos del siglo XX en materia de análisis económico-social y de conceptuación histórica, cuya problemática está en plena vigencia.
Si en «El político y el científico» (CS 3403) es el propio Max Weber quien señala las contradictorias y dialécticas relaciones que se establecen entre la actividad del hombre público y la labor del investigador, el objetivo de ANTHONY GIDDENS en la presente obra se despliega en una doble dirección: mostrar las influencias de las opiniones y compromisos políticos del gran pensador alemán sobre la estructura y contenido de su obra, y analizar el grado en que su valoración de las situaciones concretas estuvo condicionada por su metodología científica. POLÍTICA Y SOCIOLOGÍA EN MAX WEBER muestra no sólo las circunstancias que ayudan a explicar la génesis y despliegue de un importante cuerpo teórico (centrado en torno a los orígenes del capitalismo, el proceso de racionalización de la vida social y el irresistible ascenso de la burocracia), sino también la validez científica de los elementos que lo integran.
Este libro expone los fundamentos de la sociología del poder de Max Weber y sus principales aportaciones a la teoría política. Dentro de aquéllos se destaca el concepto de Estado y la tipología de la legitimidad del poder. Entre sus aportaciones políticas se registran los análisis de los fenómenos vinculados a la democracia de masas: la democratización, la modernización de los partidos políticos, la parlamentación del sistema de gobierno, la «democracia de líderes». Completan la exposición las reflexiones de Weber sobre la profesión política, a la que él caracteriza como una actividad «trágica» y de la que se derivan importantes consecuencias para la relación entre la política y la moral.