En las miserias de los adultos, los niños que no las entienden son breves luciérnagas que brillan quedamente en la noche, son la única esperanza que queda, porque se tienen a sí mismos. «La lectura de Luciérnagas no nos aporta información sobre nuestra guerra civil ni emite argumentos a favor de una opción política determinada ?tal vez no exista la literatura de género, pero esta novela, además de figurar entre las buenas, sólo pudo escribirla una mujer?, nos cuenta como mucho las vivencias de una muchachita retraída y extraña, silenciosa y apasionada, una hija de familia (imposible no ver en ella semejanzas con la autora), en la turbamulta desenfrenada y delirante de una guerra fratricida, donde aprenderá entre otras cosas el amor (Luciérnagas es una peculiar y hermosa historia de amor total, capaz de transportar a personas de origen social radicalmente distinto e irreconciliable a un mundo en que los dos pasan a ser uno).» ?Del prólogo de Esther Tusquets
«Pocas cosas existen tan cargadas de magia como las pala bras de un cuento. Ese cuento breve, lleno de sugerencias, dueño de un extraño poder que arrebata y pone alas hacia mundos donde no existen ni el suelo ni el cielo. Los cuentos representan uno de los aspectos más inolvidables e intensos de la primera infancia. Todos los niños del mundo han escuchado cuentos. Ese cuento que no debe escribirse y lleva de voz en voz paisajes y figuras, movidos más por la imaginación del oyente que por la palabra del narrador.»
"Una vez existió un muchacho llamado Yungo. Vivía en una granja muy grande, cercana a los bosques. La granja muy grande, cercana a los bosques. La granja estaba llena de muchachos de todas las edades, los unos hijos de los granjeros, los otros de los criados. A primera vista, Yungo parecía un niño como los demás, pero los muchachos dejaban pronto de jugar con él, y las gentes no solían hablarle ni pedirle nunca nada. Y es que Yungo no tenía voz." Pero Yungo no era mudo, él sabía que su voz estaba en algún sitio, sabía que alguien se la había robado. Y un día, como por arte de magia, mientras pensaba en cómo recuperarla, dibujó en una hoja de su cuaderno una isla muy bonita, rodeada de mar y pájaros, y pensó: "Aquí estará escondida mi voz". Esa misma tarde, Yungo emprendió su viaje hacia el Hermoso País en busca de las palabras, para convertirse en un niño como los demás pero encontró algo más importante, mucho más importante...
"Hace muchos años, tantos que no vale la pena contarlos, existió una niña llamada Gabriela, que solía perder a menudo un zapato. Sólo uno, no los dos,..." Cuando lo perdía, los mayores se enfadaban mucho con Gabriela, y ella se sentía rara y triste, muy triste,. Pero un día descubrió que algo muy especial ocurría en esos momentos. Se abría una puerta que sólo podía cruzar quien llevara un solo zapato, una puerta que estaba a punto de llevarla a un mundo mágico donde todo era posible.
Los soldados lloran de noche, escrita en 1963 y ganadora del Premio Fastenrath de la Real Academia Española, es la segunda novela de la trilogía Los mercaderes, iniciada con Primera memoria. Enmarcada a finales de la guerra civil española, esta majestuosa historia gira alrededor de la figura de un misterioso soldado desaparecido, Jeza. Éste se convertirá en el héroe necesario para que Manuel y Marta acepten el final de la inocencia de su niñez, un final abocado a la realidad de un mundo adulto cuyas reglas del juego están marcadas por las fidelidades y las traiciones. La yuxtaposición de pasado, presente y futuro y el profundo tono poético que Matute confiere a la novela la convierte en una hermosa metáfora sobre el compromiso vital. Los soldados lloran de noche, novela histórica y a la vez atemporal, nos revela un mundo complejo e íntimo envuelto en una apasionante y laberíntica trama.
«Pocas cosas existen tan cargadas de magia como las palabras de un cuento. Ese cuento breve, lleno de sugerencias, dueño de un extraño poder que arrebata y pone alas hacia mundos donde no existen ni el suelo ni el cielo. [?] no debe escribirse y lleva de voz en voz paisajes y figuras, movidos más por la imaginación del oyente que por la palabra del narrador »
Fruto de la extraordinaria potencia fabuladora de Ana María Matute, que ha sabido dar a todas sus páginas un aire de fantasía y leyenda, La torre vigía es una de sus creaciones más vigorosas y originales. Situada en el mundo tenebroso, mágico y sensual de la Alta Edad Media, hecha de heroísmo y superstición, violencia y barbarie, esta novela es, en realidad, un auténtico libro de caballerías escrito en forma autobiográfica, en el que se narran, desde dentro, los años de formación y aprendizaje de un joven héroe caballeresco a la luz de la sensibilidad moderna.
Dentro de su labor como escritora de cuentos, la maestría de Ana María Matute queda patente en este volumen, que está compuesto por veintiún relatos brevísimos, pero cuya brevedad en la extensión queda compensada ampliamente por la gran riqueza narrativa que encierran. Estos cuentos, dedicados a niños alegres en un mundo triste, componen una gran pintura impresionista y de una belleza serena.21 relatos cortos sobre niños que tratan de comprender el mundo de la posguerra a través de sus ojos.
Ana María Matute fue una gran contadora de historias. Los libros eran para ella como bosques misteriosos, y la escritura, una voluntad constante de adentrarse en ellos, de perseguir las palabras que nos revelan las historias que conocemos y las que presentimos, e incluso nuestra propia historia. En 1996, al ocupar el sillón K de la Real Academia de la Lengua Española, desplegó en su discurso de ingreso esta pasión por los libros y los bosques imaginarios que conforman su literatura, el mundo que le había fascinado desde la infancia. La presente edición, ilustrada con la delicadeza y el trazo intimista que caracterizan el estilo de Elena Odriozola, rinde un homenaje a la cosmogonía de los cuentos de hadas que inspiró a la escritora barcelonesa.
En el país de Cora-Cora todo estaba preparado los grandes festejos con motivo del cumpleaños del rey, y todos sus habitantes estaban muy felices esperando el gran día.Pero la felicidad iba a durar poco, porque una terrible tragedia se cernía sobre el palacio. Una mañana, cuando estaba haciendo una larga suma, la princesa desapareció. Todo el mundo se alarmó, hasta que cuatro valientes niños se colaron en palacio decididos a encontrarla costara lo que costara?
Galardonada con el Premio de la Crítica 1958 y el Premio Nacional de Literatura 1959, Los hijos muertos constituye uno de los principales hitos en la carrera literaria de Ana María Matute. Esta novela pertenece a la primera época de la escritora, y a través de los personajes se respira una dura crítica del fariseísmo, la defensa de la moral natural y la libertad de sentimientos. Ambientada en la guerra civil española, la autora ha empleado una prosa rica, Ilena de imágenes y metáforas, para mostrarnos un mundo lírico, vago y misterioso en el que transcurren las historias de unos seres que habitan en un bosque, sus relaciones, sus amores y su lucha contra el orden establecido.
«Por lo alto de las montañas, cerca de los bosques, vivía una manada de caballos salvajes. El jefe de todos ellos se llamaba Yar y era sabio y fuerte, con la crin blanca y relampagueantes ojos negros. Yar tenía varios hijos entre la manada, y todos ellos eran muy respetados por los demás caballos, yeguas, potros y potrancas. Pues de entre ellos había de nacer el nuevo jefe que un día les gobernaría. El más pequeño de los hijos de Yar nació una noche de luna redonda y amarilla.»Pero, en seguida, Yar dijo que algo pasaba con aquel potrillo, que la luna parecía vagar por sus ojos, que podía ver la locura en ellos. Y, así, empezaron a llamarlo Caballito Loco, y todos se fueron apartando de él hasta que se quedó solo. Entonces, conoció a un niño tan solitario como él y, pese a las recomendaciones de su madre, sólo pudo pensar en que quería ser su amigo.
Demonios familiares es una historia de amor y culpabilidad, de traiciones y amistad, al más puro estilo de la autora. Transcurre en una pequeña ciudad interior española en 1936, con una protagonista femenina que pronto será inolvidable.
Como todo el mundo sabe, cuando el Príncipe Azul despertó a la Bella Durmiente, se casó con ella y se la llevó a su reino. Pero las historias no siempre acaban en el momento feliz, sino que la vida sigue y comienzan los problemas. Esta es la verdadera historia de cómo la Bella Durmiente se encuentra con la vida real, una vida en la que su príncipe no es tan azul ni su reino tan maravilloso, y en la que además entra en juego un oscuro personaje: Selva, la temible Reina Madre.