El presente libro tiene como objeto el análisis de los cuentos de José Martínez Ruiz. Se inicia el mismo con un estudio de la poética de la narración breve del propio autor. Siguiendo su concepción del cuento literario - tan susceptible de cambios con el correr de los años- y de la que nos dieron prestigiosos azorinistas, hemos llegado a delimitar un corpus que supera los seiscientos relatos. El análisis de los mismos, a través de las distintas- y aun distantes- etapas de la obra de Azorín, nos muestra a un escritor que conocía muy bien la tradición cuentística, tanto española, como extranjera. Pero, sobre todo, nos descubre a un artista que, adelantándose a su tiempo, fue capaz de trazar nuevos y arriesgados caminos por los que hoy deambula el cuento contemporáneo.
Cuando Azorín parecía tener finalizada su brillante carrera literaria, septuagenario ya, redescubre el cinematógrafo y se lanza, con evidente fervor juvenil, a la contemplación de numerosas películas en las que encuentra un nuevo cúmulo de experiencias vitales, artísticas y literarias. Esta pasión de senectud tendrá como resultado un centenar de comentarios periodísticos de temática cinematográfica que, a la vez, le permitirá aumentar su ingente obra en dos libros, El cine y el momento (1953) y El efímero cine (1955).
La voluntad describe la lucha interior de un personaje por encontrar una solución vital: la de incorporarse a la vida de un ambiente que le es extraño. Es la novela de un hombre que ha roto psicológicamente con cuanto le ligaba a la realidad de su circunstancia, y que busca, desesperada y sinceramente, el porqué de su existencia. Su historia se convierte en la crónica de toda una generación española, cuyos paladines espirituales sentían la contradicción entre su propia vida y los acontecimientos históricos que les tocó vivir.
Azorín crea el relato breve El enfermo (1943) para dar expresión a sus ideas en relación con su propia edad y los efectos que la misma ha de causar previsiblemente en su actividad de escritor, y para reflexionar sobre su propia identidad, sobre la influencia del paso del tiempo en la evolución de las personas y de él mismo, sobre la defensa del mundo interior frente a las exigencias sociales, y, ahora, agudizado su pensamiento por el paso del tiempo, sobre los problemas de la salud.
" La ruta de Don Quijote " es una de las más frescas crónicas de los pueblos y gentes de La Mancha. Con esta obra " Azorín " hace un homenaje suave, irónico y distanciado a la figura del ilustre hidalgo, muy lejos del cervantismo erudito y de gabinete.
Antonio Azorín responde a un clarísimo intento de renovación estética en franca ruptura con las formas narrativas del Realismo y del Naturalismo: la crítica ha dado buena cuenta de estos aspectos: fragmentación de la narración, impresionismo, atención al sentimiento de la temporalidad y al paisajismo, estética del reposo, etc. Y no es, como quisieran algunos críticos, una novela sin acabar, sino que posee un final claro y ejemplar, que vincula la obra a las más decididas experiencias narrativas de nuestra modernidad contemporánea.
Con este facsímil, la Agencia Estatal Boletín Oficial del Estado y la Residencia de Estudiantes que publicó en su día la primera edición quieren contribuir a la celebración del cuarto centenario de la muerte de Miguel de Cervantes, rescatando esta obra de 1915 que fue un singular homenaje al autor del Quijote por parte de Azorín, el escritor de su tiempo que más demorada y perspicaz atención le consagró. La relectura azoriniana de El licenciado Vidriera, una de las más conocidas Novelas ejemplares, es también una personal reflexión sobre la condición intelectual y, según Alfonso Reyes, su autor la distinguió como «mi mejor libro».
La voluntad describe la lucha interior de un personaje por encontrar una solución vital: la de incorporarse a la vida de un ambiente que le es extraño. Es la novela de un hombre que ha roto psicológicamente con cuanto le ligaba a la realidad de su circunstancia, y que busca, desesperada y sinceramente, el porqué de su existencia. Su historia se convierte en la crónica de toda una generación española, cuyos paladines espirituales sentían la contradicción entre su propia vida y los acontecimientos históricos que les tocó vivir.
En 1901 publicó José Martínez Ruiz (1873-1967), que pronto firmaría ya como «Azorín», su primera novela Diario de un enfermo, el inicio de un proyecto narrativo original en la literatura española que, desde la crisis del nihilismo, establece un itinerario vital en la línea de una pequeña filosofía. Pocas experiencias novelescas de estilo más europeo que la novela azoriniana, de estilo límpido y expresión serena, pese a la tensión intelectual que manifiesta. El profesor Francisco José Martín, de la Universidad de Siena, en Italia, es un especialista en el pensamiento literario del primer tercio del siglo XX. En esta edición, convenientemente introducida y anotada, recupera el texto original, salvándolo de las modificaciones espurias que sufrió por distintos motivos. Puede así leerse en su estado primigenio una novela mayor y característica de la novela española moderna.